viernes, 1 de enero de 2021

NOS4A2 (primera temporada)

 




Confieso que llevaba ya un tiempo barruntando cómo y cuándo llevar a cabo la crítica de esta nueva serie, una de las últimas que he tenido tiempo de disfrutar en la plataforma Amazon Prime Vídeo. No es que se trate de un producto complejo que me provoque dolores de cabeza, pero mi relación de amor/odio con ella está tan reñida que tratar de ser objetiva sin ceñirme a un único extremo va a ser un tanto complejo. No he podido elegir mejor momento para hacerlo o, por lo menos, intentarlo. Estamos en la época ideal y perfecta: ¡Bienvenidos a Christmasland!


  Y ahora os preguntaréis (en caso de no haberla visto, claro): ¿Qué es Christmasland? Ni más ni menos que el producto de la imaginación de un malvado vampiro que se alimenta de las almas de los niños. Se trata de Charlie Manx, villano excelentemente interpretado por Zachary Quinto. Y es que éste es, si no el mayor, uno de los más importantes alicientes de la serie. Quinto nos ofrece un Manx dotado de intensidad, por momentos amenazante aunque en otros dotado de un aura que se acerca más a la fantasía oscura, lo cual no quiere decir que el trabajo de Quinto desmerezca en absoluto. Y aquí tenéis la razón por la que me dejé atrapar por este producto basado en un famoso best seller de Joe Hill. Antes de nada debo decir que no conozco la obra de Hill, por lo que me abstendré de valorar la serie como adaptación literaria. Eso sí, los expertos insisten en que se respeta bastante el espíritu argumental de la novela.


  El episodio piloto de NOS4A2 es bastante goloso. En él se nos presenta el personaje de Linda, interpretada por una prometedora Virginia Kull, que tras huir durante una fuerte discusión de sus padres, descubre que al cruzar con su moto un puente destruido es capaz de encontrar objetos perdidos o viajar a cualquier parte que se proponga. Este gran poder la convierte en el punto de mira de Manx, que no está dispuesto a que sus planes de secuestrar niños y retenerlos en Christmasland para siempre se vean truncados. Vick McQueen, nombre del personaje interpretado por Kull, es también bastante interesante y su personalidad resulta en un principio arrolladora. Lástima que acabe perdiendo fuelle por el camino, malogrado por los derroteros "sentimentales" que termina tomando el guion.


  La serie luce un nivel muy alto en cuanto a efectos de maquillaje y fx. Podemos señalar, por ejemplo, los niños convertidos en monstruos, con bocas llenas de afilados dientes; un derroche de encanto. Por otro lado, la tendencia del guion a escapar por derroteros cada vez más fantásticos, desluce bastante el uso de esta herramienta. Menos es más. Otro punto fuerte es el poder siniestro del coche de Manx, un aspecto que me mantuvo en vilo y me pareció bastante acertado. Éste es uno de los pocos detalles llamativos que brillan en los últimos capítulos de la temporada, donde el conjunto tirita ya peligrosamente. Por desgracia, también se aprecia cierto "distanciamiento" del guion en torno a la premisa principal, para centrarse en otras tramas secundarias que no revisten demasiado interés. Estas tramas dispersas terminan por lograr que el espectador decida alejarse de este universo que, repito, empieza ciertamente interesante. 


  Debo decidir que me decepcionó bastante el final de temporada. No esperaba que los aspectos melodramáticos de la historia terminaran dilapidando la promesa de una terrorífica aventura que, al menos desde mi punto de vista, apuntaba maneras. ¿Seré capaz de afrontar una segunda temporada? Aún no lo sé muy bien, puede que me deje llevar por la curiosidad a pesar de que el destino de su, en principio, carismática protagonista femenina no me haya convencido para nada. Quién sabe.


  ¿La recomiendo o no la recomiendo? Esta es sólo mi conclusión, pero estoy segura de que tiene mucho que ofrecer, pues al fin y al cabo eso de para gustos los colores es bien cierto. Repito: lo que sí os puedo asegurar, a todas luces, es que esta es la época ideal para viajar a Christmasland. ¡Aprovechadla!







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