viernes, 24 de noviembre de 2017

The transfiguration







Título original: The transfiguration 


Nacionalidad: USA | Año: 2016 

Director: Michael O'Shea 

Guion: Michael O'Shea 

Intérpretes: Eric Ruffin, Chloe Levine, Jelly Bean 


Desde mi punto de vista, una de las peores cosas que puede pasarle a una película es dejarme con esa dichosa sensación de no haber visto nada nuevo. Porque, aunque siempre intento buscar la singularidad, por dificultosa que sea esta búsqueda, existen ocasiones en las que cualquier esfuerzo resulta inútil. Con “The transfiguration” me sucede esto; es una buena película, y tiene el encanto de ¡ser un debut! lleno de talento visual, pero tiene una historia que aburre.




  Soy un gran defensor del ritmo lento, y esta película lo tiene, es de esas que se cuecen a fuego lento, pero la sensación de déjà vu en las producciones que tocan el género vampírico empieza a aburrirme, disyuntivas dramáticas recicladas hasta la nausea: el existencialismo del monstruo y la cuestionable moralidad que subyace en el asesinato pro supervivencia. Por supuesto, las respuestas a estas preguntas de siempre no son más originales que las expuestas por títulos como: “Somos la noche”, “Bizantium”, “Kiss of dammed”, “Daybreakers”, “Déjame entrar”, “Only lovers left alive”, “Entrevista con el vampiro”, etc. La necesidad de ver algo realmente nuevo es cada vez más necesaria.


  The transfiguration nos habla de Milo, un personaje extraordinariamente interpretado por Eric Ruffin, aunque, como ya he dicho, su forma de ser y entender el mundo sea idéntica a la de otros muchos vampiros conocidos por todos (señalo aquí una especial semejanza con la historia de Eleanor, protagonista de Byzantium). La escasa originalidad resta muchos puntos a la producción desde sus primeros minutos, convirtiéndola en una suerte de “juguemos a en qué película he visto antes esa escena”. La relación de los niños y el drama social provienen claramente de “Déjame entrar”, mientras que el meta cine nos recordará a “Vampires” o a “What we do in the shadows”. Estamos, sin duda, ante una película anafórica y sin vida.




  Sin embargo, el apartado visual es portentoso. Y a pesar de las carencias señaladas, las labores de Eric Ruffin interpretando a Milo y de Chole Levine como Sophie son lo suficientemente buenas como para que la película goce de cierta naturalidad. Seguramente, sobre todo gracias a su apartado técnico e interpretativo, esta película acabe encontrando su público, pero tendrá que buscar entre principiantes o espectadores ocasionales. Pero por lo que a mí respecta… Bueno, tanto tú como yo sabemos que no me ha gustado. Prefiero ver algo peor hecho pero con más narices a la hora de contar una historia.


  A favor: 
-Es capaz de recrear un suburbio social, bastante natural y creíble 
-La relación de los protagonista resulta sólida 
-Destaca por su realismo, de hecho no hay diferencia entre un humano y un vampiro, a excepción de la fuente nutritiva 


  En contra:
-Excesiva carga dramática sin sentido 
-No hay explicación de los origines del vampirismo 
-Nula originalidad 
-Ritmo excesivamente lento, para lo poco que aporta



4/10

Fdo: Redrum




 

viernes, 17 de noviembre de 2017

Entrevista a Jorge Ríos Corral





Hoy, Caosfera se complace en inaugurar su espacio dedicado a entrevistas, y no hay mejor manera de comenzar que hablando con nuestro amigo Jorge Ríos Corral, investigador,  director y presentador en el programa de misterio Informe Enigma, así como de Enigma en la Onda, emitido los miércoles de 13:30 a 14:00 en Onda Cero Menorca. En la actualidad es también es colaborador en el programa de radio El último Peldaño y articulista en la plataforma digital Informe Insólito y la revista Mundo Misterioso. 



1. ¿Cuándo empezaste en el mundo de la investigación paranormal y cómo fueron tus inicios?

Diría que desde mi nacimiento. En mi familia siempre se ha hablado de estos temas, y terminaron calando dentro de mí hasta límites insospechados por aquel entonces. Recuerdo que incluso mi hermano mayor me llevaba a rincones abandonados en los que se me enseñó a dejar volar la imaginación. De este modo se sembró la semilla que floreció años después, cuando contaba ya con doce o trece años y decidí visitar un antiguo convento en ruinas del que había escuchado todo tipo de historias sobrenaturales. Allí, valiéndome de un pequeño walkman grabador, y en las peores condiciones que pueda un aprendiz imaginar, conseguí mi primera psicofonía. Los resultados fueron aterradores, pero también emocionantes, lo suficiente para que mis inclinaciones hacia la investigación paranormal terminasen de concretarse.



2. ¿Siempre has preferido el mundo radiofónico al de la prensa escrita?

Jamás me planteé esa disyuntiva. En 2015, poco tiempo después de terminar una entrevista para el día de Halloween, tuve la oportunidad de dirigir mi primer espacio radiofónico enfocado al misterio. La experiencia fue tan buena que comprendí al instante que prefería no elegir: tanto la radio como la prensa escrita tienen su particular manera de transmitir, y llegan a un público diferente.



3. ¿Qué opinas de los círculos de investigación españoles? ¿Crees que tienen suficiente calidad y rigor?

El mundo de la investigación paranormal en España está lleno de ilusión. Hay mucha energía y ganas de hacer cosas, pero por desgracia escasean el método, el rigor y sobre todo la esencia que debe tener todo investigador. Un investigador serio no graba cualquier fenómeno extraño (que no necesariamente paranormal) para subirlo luego a la red sin preocuparse de contrastar la naturaleza del mismo. Esto sólo confunde al aficionado al misterio, que acude al material con toda la ilusión del mundo, deseoso de creer. Hay muy pocos investigadores serios, es la realidad; las entrevistas a los testigos, el análisis del lugar, el planteamiento de los hechos, un trabajo de documentación que conlleva mucho tiempo, son elementos que no suelen tenerse en cuenta por esta otra ola de “investigadores”, más cercanos a la experimentación o a la búsqueda de una notoriedad mal encauzada.



4. Sabemos que en Informe Enigma se han tratado infinidad de temáticas interesantes, ¿cuál es la que más te ha calado?

Decidirse por uno es algo complicado, ya que todos tienen muchas horas de trabajo detrás y me han ayudado a crecer como profesional. Pero si tuviese que hacerlo, quizá me quedaría con el primero que hice. Fue un trabajo horrible, claro, y no está disponible para el público, pero le guardo un grandísimo cariño y fue el primer paso que me llevó a donde estoy.



5. Y a nivel de investigación, ¿qué lugar o lugares son los que más te han impresionado?

Los lugares que más me impresionaron sin duda son los que visite de niño, quizás por esa falta de conocimiento que tengo a día de hoy, y que dotaba a las cosas de una inusual dimensión mágica. Recuerdo un cuartel abandonado de los “Militares”, un lugar que frecuentaba con frecuencia junto a mis hermanos y primos; o el colegio del “Tren”, donde, según contaba la leyenda, ocho niños se ahogaron en el pozo del patio. Se decía que del fondo del pozo todavía llegaban los lamentos de los niños, y que por las noches, una extraña luminaria semejante a la llama de una vela recorría el torreón. Actualmente visito muchísimos rincones con cientos de leyendas, pero ninguno ha echado raíces en mi persona como aquellos lugares primigenios que he mencionado: el cuartel de Militares, el colegio del Tren, o Santa María del Collet, el convento donde que me proporcionó mi primera psicofonía.



6. Cuéntanos alguna experiencia que te haya puesto los pelos de punta.

Tuvo lugar durante un invierno de hace varios años. Había sido citado para participar en un conocido programa de radio que había decidido grabar varias psicofonías en un edificio abandonado. Nada más aparcar el coche, empecé a escuchar voces de niños pequeños jugando y riendo. El lugar era un enclave abandonado a altas horas de la noche y estaba totalmente desierto, por lo que son fáciles de imaginar el desconcierto y la inquietud que me invadieron en aquel momento. Como guinda, semanas después, pude registrar en mis equipos de grabación aquellas mismas voces en el interior del edificio. Es una experiencia que nunca olvidaré.



7. ¿Qué opinas sobre la concepción del alma y la existencia más allá de la muerte?

Que el alma existe para mí es innegable, aunque la ciencia no pueda demostrarlo. Siempre tengo presente el viejo axioma de que la energía no se crea ni se destruye, tan solo se transforma. Creo que a nuestra esencia vital le sucede lo mismo. Con respecto al más allá, opino que trasciende lo que tanto libros como religiones nos han intentado inculcar, y que está estrechamente relacionado con un lugar fabricado por nosotros mismos, un estado de conciencia que dominamos a la perfección. En cualquier caso, puedo asegurar que existe una línea muy fina entre nuestro mundo y el de “los muertos”, y gracias a mis investigaciones y a las de grandes compañeros del medio, estamos en posición de sugerir que ese lugar no se parece a nada de lo que nos han estado vendiendo la religión y la cultura.



8. ¿Y sobre las creencias religiosas? ¿Crees que existe un nivel superior?

Creo en Dios por encima de cualquier tipo de duda. Creo en una conciencia superior, pero, tal y como subrayo en la respuesta anterior, esta inteligencia no se parece en nada al Dios que nos han estado vendiendo.



9. Cuéntanos algo sobre tus futuras investigaciones y proyectos.

El futuro en el mundo del misterio, lejos de estar tan perdido como creíamos, va ocupando poco a poco el lugar que le corresponde y nosotros con nuestro trabajo diario intentamos ganarnos un puesto en ese lugar. Tenemos muchos proyectos ambiciosos que abarcarán temas totalmente desconocidos para el gran público y para todo amante del misterio. La confianza en nuestro trabajo cada vez es más evidente y nuestro acceso a monumentos y escenarios que hasta la fecha nos han estado vetados es total. La Abadía de San Pere de Rodes, la Casa del Conde Teodoro, el Castillo y Fortaleza Militar de San Fernando han sido testigo de ello, y tenemos como objetivo otros grandes enclaves que pronto desvelaremos.



10. Sabemos que podemos escucharte y verte en diversos radio live, háblanos de estos espacios.

A día de hoy Informe Enigma se está convirtiendo en una autentica revolución en la manera de hacer radio y gracias a esto nuestro trabajo es distribuido semanalmente en casi todas las comunidades autónomas a través de muchísimas emisoras FM. También se puede acceder a estos trabajos en plataformas de descarga como ivoox (Canal oficial de Informe Engima, Click Radio, Misterios de Orión) Sound-cloud o Itunes entre muchas otras. También pueden seguirnos en Youtube y en muchísimas radios online como Edenex, Click Radio, Misterios de Orion, Dial-CB, además de en diferentes blogs que descubrirán en la red.


11. Define la esencia de Informe Enigma en una única palabra.

Revolucionario.



viernes, 10 de noviembre de 2017

Jörg Buttgereit, más allá del gore



Hoy Caosfera tiene el placer de presentarles a Josef Spinnt, escritor, artista audiovisual y crítico de cine. Si queréis conocer más sobre él y su obra, visitad su web J.A o su Facebook



Auténtico estandarte del cine de los circuitos underground y de la más militante serie B, la controvertida filmografía de este outsider alemán es un claro ejemplo de espíritu transgresor y provocador. Un cine casi marginal, de escasa distribución, aunque con gran número de seguidores. Decididamente no apto para todos los estómagos, y, sin embargo, más emparentado con la tradición de autor europea que con los cánones típicos del gore de explotación.


La estética del "arte abyecto"


  Devorador de cine de terror, el berlinés, padre del ultragore alemán, muestra ya desde sus primeros trabajos (Mein papi (1981), un seguimiento cámara oculta de su padre, o Hot love (1985)) un doble interés por la escatología y la experimentación de tono más enfermizo. Tal afán le emparenta con el llamado "arte abyecto", término estético definido por la teórica Julia Kristeva en su ensayo Poderes de la perversión.


  Lo "abyecto" se refiere aquí a los procesos naturales tradicionalmente obviados por la estética oficial, relacionados directamente con los fluidos nauseabundos y otra serie de tabúes referentes al cuerpo humano. Así, existe una serie de artistas que recurren a la utilización de humores corporales o incluso de cadáveres y cuerpos mutilados para la realización de sus obras. La fotografía freak de Joel Peter Witkin y Cindy Sherman, o la esculturas realizadas con cadáveres plastificados de Gunter Von Hagens son ejemplos de esta estética que pretende ir más allá de los límites clásicos del gusto y la expresión artísticas.


  En el caso de Buttgereit estaríamos ante un auténtico cine de autor también en el sentido más físico. La filosofía del vídeo doméstico, en pleno boom de los 80, del "hágalo usted mismo", le lleva al extremo de dominar casi todos los procesos de producción, desde el guión y la realización, hasta el montaje, la escenografía y los efectos especiales. No en vano, sus películas tienen mucho de videoarte.


Nekromantik y el amor por la muerte



  Nekromantik (1987), prohibida en muchos países, es una obra de culto y la película manifiesto de Jörg Buttgereit. Con un tema tan incómodo y poco tratado como el de la necrofilia, entra dentro del terreno de los filmes de arte y ensayo con su estética sucia y su minimalismo extremo, emparentado con el cine maldito de Paul Morrissey, aunque también con un cierto aire de cine mudo. El gusto por lo bizarro y lo explícito de sus escenas, de clara vocación snuff, se conjugan con un romanticismo perverso que cuestiona el sentido clásico de belleza y los caminos sexuales ortodoxos.

  En el terreno conceptual, Buttgereit expone un ferviente interés, casi amor, por el tema de la muerte, que será aún más evidente en su segundo largo, El rey de la muerte (1989). En su obra más experimental, un cuasi-documental en episodios, propone diferentes reflexiones sobre diversos aspectos de la necrosis, como son el suicidio, el asesinato, los accidentes o la tortura. Todo ello jugando constantemente con las posibilidades expresivas del montaje y apoyándose en la estética degradada del vídeo.



Manierismo y escatología



  Nekromantik 2 (1991), tan polémica o más que su predecesora, será una secuela superior en cuanto a sus hallazgos estéticos. El berlinés comienza un manierismo formal que refina la escatología hasta extremos malsanos, ahondando aún más si cabe en la dimensión sentimental de la historia para subvertir del todo la estabilidad moral de cualquier espectador.


  Buttgereit se empeña en provocar con sus imágenes una autopsia que remueve la percepción que tenemos del mundo, planteándonos la muerte y el horror que la rodea como una extensión de las "bellas artes".


  Yendo más allá en el terreno de esta provocación necrófila está su último largometraje, Schramm (1993). La introspección psicológica en la mente de un sociópata sexual dará como resultado un filme difícil y surrealista, un delirio de imágenes enfermizas e inconexas que se erigen de nuevo como una violación de nuestros sentidos. Con un sentido iconoclasta punk, aplastante y grotesco, horror y belleza van de la mano en un todo indisoluble, sin concesiones ni respiro.





Un legado alternativo más allá del gore


  Tras legarnos este canon de la muerte, Buttgereit ya no dirigirá más largos de ficción pero se mostrará de lo más polifacético, dedicándose a los campos del documental (Monsterland), la televisión (en su haber algún capítulo de Lexx), el videoclip, el teatro filmado (Captain Berlin versus Hitler), así como ocasionalmente los efectos especiales (El condón asesino) e incluso el cómic. Su regreso al celuloide se producirá en 2015 con el film de episodios German Angst, un notable intento de resucitar el aletargado cine de género alemán, al que contribuirá junto a Michal Kosakowski (Zero killed) y Andreas Marschall (Tears of Kali) con Final girl, un cortometraje de horror psicológico que apunta por dónde podrían escorar sus futuras películas en caso de un deseado retorno. Sin embargo, bastan unos pocos títulos para verificar una incómoda parcela de posmodernidad dentro del cine europeo. El cine de Buttgereit, y en especial su saga Nekromantik, sigue siendo referencia de culto dentro de los circuitos más alternativos y malditos. Un plato de consumo nada tradicional tanto para los paladares más freak como para los que le piden algo más al gore que la consabida exhibición de charcutería.



Web: http://www.joergbuttgereit.com/



viernes, 3 de noviembre de 2017

Historias de Dämon Schwarze & Opal Mond Volumen 1


Imagen cedida por Líneas Sinmas



A Caosfera le encanta recibir amigos, y es por eso que hoy presenta una colaboración a dos bandas. Por un lado os presento a la gran ilustradora Lineas Sinmás, cuyo trabajo podréis disfrutar en: Líneas Sinmás Ilustraciones, y también a Sergio Vargsson, locutor de radio en: Conversaciones con un vampiro/, con un estupendo homenaje lovecraftiano de tintes clásico eróticos. ¡Bienvenidos a bordo, amigos!



Decía a mis padres el abuelo de una de mis compañeras de residencia, al que siempre por alguna extraña razón visité en una habitación a oscuras...

     — “¡Cuidad que siempre esté lejos del mar...!”

    Como si yo tuviera que tener alguna razón para temer al agua cuando siempre me he sentido atraída por ella. Como se sabe, los que nacemos bajo los signos acuáticos —el mío es el de Escorpión— sentimos una natural predilección por el líquido elemento. También se dice que poseemos ciertos dones psíquicos, pero esto es otra cuestión. En cualquier caso, tal era el criterio de aquel hombre extraño a quien no podía describir aunque de ello dependiera la salvación de mi alma —lo cual, dicho a la luz del día, resulta un tanto ambiguo—. Antes de morir en un extraño accidente de circulación mi padre se había obsesionado tanto con este tema que solía repetirlo con frecuencia. Después, ya no fue necesario, dado que mi madre me crió entre montañas, bien lejos de la vista, del ruido y los olores del mar.

   Pero tarde o temprano sucede lo que tiene que suceder. Me encontraba estudiando en una universidad del Medio Oeste cuando murió mi madre. Una semana después, murió mi tío paterno Alfred, dejándome cuanto poseía. Yo no había llegado a conocerle, era el excéntrico de la familia de mi padre y por lo visto yo era la única descendiente directa de la familia de mi padre y por lo tanto, la única heredera de las posesiones de mi estirpe. Acudí al despacho del abogado que tenía a su cargo la resolución de la herencia de mi tío y me comunicó que se me había otorgado la posesión de una casa solariega en un pueblecito de Massachusetts llamado Innsmouth, una desahogada cantidad de dinero y una cadena labrada en plata antigua que estaba depositada en la caja fuerte de la mansión.

   Al conocer todo esto decidí trasladarme al pueblo para tomar posesión de la propiedad. Mi primera acción fue usar el valor monetario para saldar todas las deudas que tenía, restándome aún el suficiente dinero después de esto como para no tener que volver a la universidad, ni verme obligada a emprender trabajos que no me apetecieran. Mi propósito era precisamente llevar a cabo lo que me había sido prohibido durante veinte años... ver el mar y tal vez comprar un velero, un yate o lo que quisiera...

   Pero las cosas no iban a resultar como yo esperaba. Me trasladé a Innsmouth y me encontré con un pueblo realmente extraño. Las casas eran casi todas de manufactura colonial, construidas en madera y con ese peculiar estilo que impera en nueva Inglaterra, con techos picudos y extrañas buhardillas de ventanas tapiadas. La gente no era cordial y miraba a los forasteros con recelo. Sin embargo, algunos me sonreían cuando averiguaban quién era yo, pero en sus sonrisas había algo extraño y enigmático, como si supieran algo inconfesable de tío Alfred. 

   Afortunadamente pude trasladarme por fin a la casa. Ésta, estaba materialmente colgada sobre los acantilados que dominaban la bahía de Innsmouth. Daba la impresión de que se trataba de algún animal antediluviano agazapado y vigilante. Allí me recibió un hombre que dijo ser el antiguo secretario de mi tío. Era alto y ancho de espaldas y vestía totalmente de negro. Su cabello era rubio y su tez muy pálida. Un extraño rictus de crueldad soterrada parecía bailar en la media sonrisa que se dibujaba en sus labios. Me condujo al interior donde fácilmente pude comprobar que mi tío había sentido una atracción casi morbosa por el mar. Los libros de la biblioteca, los tapices de las paredes e incluso las tallas en madera diseminadas por las habitaciones, todas aludían a extrañas y temibles deidades marinas o a sucesos extraños relacionados con los océanos. El extraño hombre de negro me hizo pasar al despacho de mi tío, presidido por un enorme tapiz en el que estaba tejida una inquietante figura. Se trataba de alguna extraña perversión de la figura de Escorpión, de cuando probablemente la constelación tenía un aspecto diferente del que tiene ahora. Se trataba de un ser que se adivinaba ciclópeo, escamoso y bípedo con vagas reminiscencias humanoides. Dos alas de murciélago se mantenían desplegadas desde su espalda y el lugar que debía ocupar su rostro, justo debajo de dos ojos rojizos y malévolos, una acumulación de tentáculos serpentinos se desenroscaba hasta su pecho. Aquella composición pareció remover algo en mi interior como si la hubiera contemplado antes de ese momento. Al pie de la figura rezaba la palabra Cthulhu en caracteres estilizados.

   El secretario abrió una pequeña caja fuerte. Me entregó un libro grande, sólidamente empaquetado y una caja de terciopelo negro. En el interior de la misma descansaba la cadena. Pude observar que mediría unos cincuenta centímetros de largo, con sendos lazos de cierre rematados por lo que parecían trenzas de cabello humano. En cada extremo de la figura había una reproducción en miniatura de la figura del tapiz. En los ojos de cada una se había incrustado sendas amatistas de venenoso color violeta que destacaba sobre el lunar brillo del metal. El hombre de negro se dirigió hacia mí y con un tono frío y monocorde como el batir de unas olas contra una costa de piedras enmohecidas me dijo...


   —En el momento que aceptes esta joya arcana, tendrás que estar dispuesta a aceptar las cosas tal y como vengan sin fijarte ningún tipo de límite... y vivir plena y conscientemente sin sujetarte a más leyes morales que las que tú te marques.


   Dicho lo cual pasó por mi lado como el viento del invierno y salió del despacho sin ni siquiera volver la cabeza. Sorprendida, fui tras él para que me explicara lo que había querido decir y cuando salí al salón, había desaparecido como si no hubiera existido jamás.

   Extrañada me acerqué a una de las ventanas para ver si lo podía localizar, pero en el jardín nada más pude ver salvo a un rudo y alto mocetón que recortaba los setos. Reconocí en él al hijo del tendero del pueblo. Sabía con referencias que se trataba de un joven con un cierto retraso mental que hacía pequeños trabajos para la vecindad. Llevaba un sucio mono gris de trabajo y su largo pelo recogido en una cola de caballo. Retrocedí de nuevo hacia el despacho de mi tío y allí volví a contemplar en silencio el extraño tapiz. Movida por un extraño impulso saqué la cadena del estuche y me la puse. Al instante, todo pareció cambiar, fue como si las cosas se vieran desde otra dimensión. Una leve excitación recorrió mi cuerpo endureciendo mis pezones. Todo parecía latir a mí alrededor. Lentamente, me dirigí hacia la puerta del jardín notando como la casa misma parecía respirar a mí alrededor. Atravesé el dintel y salí fuera, fui al encuentro del jardinero y pude apreciar la impresión que mi persona causaba en él.


  Soy consciente de que mi larga cabellera pelirroja, mis verdes ojos, mis pechos altos y turgentes y la forma de mis caderas, atraen poderosamente a los hombres desde que tenía muy corta edad. No obstante, esta vez fue diferente. Sentí ganas de cantar mientras me dirigía hacia él desabrochándome la blusa. Fue como si en ese momento fuese más consciente de mi sexualidad. Los dos nos vimos envueltos en una vorágine que me hizo perder la noción de las cosas.

   Lo siguiente que recuerdo es haber despertado en la playa con mi cuerpo desnudo y rebozado en arena húmeda y una cálida y pegajosa sensación en los labios. Me relamí sensualmente disfrutando de la dulzura del líquido que manchaba mi cara y me giré hacia un lado... Allí, con los ojos horrorosamente abiertos y la boca congelada en un mudo grito de pánico se hallaba el cuerpo del joven jardinero, destrozado, con la garganta abierta y las costillas asomando rotas por su pecho desgarrado. Donde debería estar su corazón solamente había un agujero ensangrentado.

   Lentamente, en lugar de asustarme, me chupé con parsimonia los dedos y mientras me dedicaba de nuevo a la tarea de terminar de despedazarlo, con una leve sonrisa no pude por menos pensar que al fin y al cabo, no podía quejarse, había podido disfrutar de mi cuerpo pero sencillamente, mi amor, le había devorado el corazón.

   Al cabo del tiempo me decidí a leer el libro que me había dado el hombre de negro. Era un libro llamado Necronomicón y en él, pude encontrar el significado del apellido de mi familia. Dagon es el nombre, en realidad, del antiguo Dios del mar, que rinde culto al demonio primordial Cthulhu, el cual, regresará algún día para reconquistar la tierra y cuando esto ocurra, nosotros, los profundos, los que habitamos en tierra y mar, aquellos que los antiguos llamaban nereidas, gobernaremos a su lado. Ya Homero, en la Odisea, usó la ficción para advertir a sus contemporáneos del peligro de cruzarse con mi especie… el pueblo de las Sirenas.

   Ahora, quemaré la mansión para no dejar ninguna huella, y luego, nadaré hasta mar abierto para reunirme con mi pueblo y dirigirnos hacia los ocultos lugares de adoración donde esperaremos la vuelta de nuestro Dios...



  ¡Buenas noches monstruos! Os escribo cómodamente arrellanado sobre una corroída lápida de este cementerio donde resido. Me gustaría que pudierais ver esta luna que me ilumina, grande gibosa y de un profundo color rojo de sangre. A la sombra de esta acogedora gárgola que me contempla con vacíos ojos carcomidos por el musgo y la lluvia he emplazado mi máquina de escribir para poderos contar con tranquilidad la historia de la doncella del mar...


   ¡Dulces pesadillas... Seres de la noche...!


   Por cierto, me gustaría que esta pequeña historia hubiera conmovido vuestras almas... recordad que si una noche de verano decidís a ir a nadar a la playa bajo la luna y oís una dulce y melancólica canción, que parece que provenga de esa solitaria chica que está sentada en la arena, mejor que deis media vuelta, subáis el volumen de vuestra radio y busquéis una playa más lejana... no vaya a ser que esa chica os robe el corazón...



Dämon Schwarze