jueves, 31 de octubre de 2019

Halloween literario...





¡Agarraos, que vienen curvas! Hoy es la noche más esperada del año para todos los amantes del terror y, como no, en Caosfera os traemos un megapost con las mejores recomendaciones literarias de parte de grandes amigos:




LOLA LLATAS, escritora y amante del género, os recomienda: 


Aghora, la mano izquierda de Dios, de Robert E. Svoboda trata de la experiencia real de un Aghori en India. Es para mí el libro más impactante y terrorífico de todos. Mezcla a los vivos y a los muertos como pasajeros de un mismo viaje y despedaza la realidad tal y como la conocemos. En el lugar donde estaba la certeza, abre mil millones de posibilidades. Es el libro que me impulsó a escribir Relatos Intranquilos para Viajeros (Ediciones Vernacci).








El resplandor de Stephen King no fue la primera novela que leí del maestro, pero sí la más perturbadora. Tiene un hotel encantado y un protagonista que, aunque intenta comenzar de cero, cae en picado hacia un abismo del que le es imposible escapar. Mezcla el terror ambiental con el horror más profundo.




Grandes historias de horror de H.P. Lovecraft es… Lovecraft. Es el miedo más allá de los muertos vivientes o las casas encantadas. Son relatos acerca de seres que no caben en nuestra dimensión, cultos a criaturas que podrían engullir un bosque entero de un bocado. ¡Imperdible!





IGNACIO LÓPEZ VACAS (ScifiworldPornovenganza)Para este especial de Halloween de Caosfera, he decidido incluir tres obras de diferente naturaleza y, en principio, para diferentes públicos generalistas. Espero les sirvan de recomendación. Muchas gracias a Nieves por la confianza.





Posesión de Stephen King. Para los lectores más generalistas, aquí una de mis obras favoritas del maestro King, escrita bajo el pseudónimo de Richard Bachman. Aun siendo un escritor tan mainstream, Posesión es una de sus obras más desconocidas, sin adaptación a cine o mini-serie y a la vez más talentosas. La pesadilla comienza en el mes de julio en un apacible barrio  suburbial estadounidense. El culpable: un ente llamado Tak, entidad que podemos ver también en distintos pasajes de otras novelas del Kingverso. Su título en castellano no es muy atrayente y peca de tópico, por eso yo siempre me refiero a la novela por su nombre original: The Regulators




Killer Pizza de Greg Taylor. La audiencia juvenil encontrará en Killer Pizza el híbrido perfecto entre aventuras teen de terror y humor negro soft en una historia que narra como un joven entra a trabajar en una pizzería que realmente es una tapadera de monstruos de lo más variopinto. Muy en la onda de Goosebumps pero con algo más de picante. Bastante divertido. 




La Casa en el Confín de la Tierra de William Hope Hodgson. Y para terminar con algo más denso, la mejor obra del exmarinero y escritor W.H. Hodgson, principal inspirador de H.P. Lovecraft ni más ni menos en cuánto a la creación del terror cósmico. Aquí dos excursionistas encuentran un diario que contiene los acontecimientos vividos por el antiguo morador de una casa que conectaba con otros mundos a través de los cuales transitaban seres y abominaciones de lo más espeluznantes y extremas. Clásico imperecedero que nadie debe perdese.





SAMIR KARIMO, escritor (OkultoSobrenatural):



Infernaliana de Charles Nodier. Hablar de Nodier es hablar sobre todo de literatura fantástica y de terror en su estado más puro. Muchos le consideran el Padre de la literatura de género francesa y llevan razón. En Infernaliana, publicada en 1822, el lector se sumergirá en un mundo poblado por demonios, monjas sangrientas, cuerpos que resucitan, demonios disfrazados de mujeres perdidas, animales que son mucho más que lo que aparentan y cómo olvidarme de los aquelares al más puro Old style…. 





La narración de Arthur Gordon Pym  de Edgar Allan Poe, sirvió de inspiración para la obra más grande de Melville: Moby Dick. Jules Verne también se declaró fan absoluto de la obra. Narra las aventuras de Pym a bordo de Grampus y las desgracias que padece en los viajes (canibalismo, motines, guerras con los nativos). 




En relación con la antología splatterpunk Gritos sucios (Ediciones vernacci),  primero hay que decir que hay once escritores Splatterpunk de lo más variopinto y obras de horror y terror para todos los gustos. Me gustaría recordar a algunos de las obras y autores splatterpunk más representativos del momento: Zombi de Juan Díaz Olmedo, Jóvenes guerreros de Lou Wild, Sangre más allá del matadero de Teodomiro de moraleda y un servidor. Es la primera vez que algunos de ellos se encuentran reunidos en esta obra. Tras Juventud Caníbal ésta es la segunta antología splatterpunk a nivel europeo. Lo más destacado de la obra es la variedad de relatos a medio camino entre lo  grotesco, filosófico e incluso mitológico. 





ANA FERNANDEZ GALMÉS, escritora, os recomienda:


El monje de Matthew Gregory Lewis no solo fue el primer libro de terror clásico que cayó en mis manos sino el primero que sus descripciones mi madre las habría considerado como pornográficas, así que lo leía a escondidas por miedo a la censura materna más que al contenido de sus páginas. 





Cementerio de Animales de Stephen King es el primer libro que me hizo pasar auténtico miedo. Su portada eran los ojos de un gato que veía aparecer en mi cuarto al apagar la luz, tenía que dejarlo boca abajo en la mesilla para no tener pesadillas. 





Los caminantes de Carlos Sisí. Tengo una peculiar relación con los zombis y la literatura no los trata especialmente bien, pero este libro me gustó tanto como las películas de esa temática. Lo de moverse por las alcantarillas me pareció una idea fantástica y los curas también me dan miedo sin necesidad de haber regresado de entre los muertos.





MANUEL GRIS, escritor (El club de las letras), os recomienda:


AL ACECHO, Jack Ketchum. Uno de los grandes genios (D.E.P.) del terror más loco e irreverente. Siempre a contracorriente, siempre sin filtro, y en esta novela mezcla el mejor gore con el horror más psicológico y perverso. Una recomendación: no lo leáis mientras coméis. 




OUT, Natsuo Kirino. Tanto el cine como la literatura japonesa de terror siempre me han fascinado. Entrar en este mundo es como descubrir por primera vez el fuego. La escritora Natsuo Kirino nos coloca en medio de una realidad oculta y unos personajes que podrían ser tus vecinos, nos agarran del cuello y no hay modo de que nos suelten; aunque tampoco queremos que lo hagan. 




Ser de izquierdas es ser el último de la fila (y saberlo), Gabriel Rufián. No hay nada que nos quite más el sueño que saber que alguien que no merece ni respirar vive como un rey a base de mentiras y, además, riéndose de gente que adolece de razón. 

  En este “libro” sobre “la izquierda” entramos de cabeza en la psicosis más intensa y falsa que un “ser humano” puede conocer. Y encima “escribe” estas 96 páginas (todo un logro para él llegar a más de 30) alguien que, con suerte, sabe hacer algo que no sea el gilipollas. 

¡HUID INSENSATOS!





LOU WILD MORRISON, escritor (La corte bizarra) propone como lecturas:


Cumbres borrascosas de Emily Brontë. Nunca la novela gótica lució tan punk y wagneriana al mismo tiempo. Heathcliff y Catherine son dos criaturas tan hermosas como crueles y salvajes.




El juego de las maldiciones de Clive Barker. Un cuento fáustico tan oscuro y perverso que no podrás apartar la vista de las hojas ni siquiera cuando uno de los personajes se sirva un filete de muslo de niña...mientras la mismísima pequeña le observa desde el otro lado de la mesa.




Lunar Park de Bret Easton Ellis. Coge al autor de American Psycho y mézclalo con Stephen King y Joe Hill, tendrás esta novela.





OLGA LÓPEZ, agente literario, propone como lecturas:



La leyenda de Sleepy Hollow de Washington Irving. Dicen que si lo bueno es breve, dos veces bueno. La leyenda del jinete sin cabeza es un relato, algunos lo ven como una novela corta, en el que se mezcla un escenario gótico dentro de lo que supuso la estética del romanticismo pero con el toque especial de su autor. Encontraréis a un Ichabod Crane que no tiene nada que ver con el de la película de Tim Burton.




Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu. Novela corta ideal para leer en una tarde de otoño. Considerada la precursora de las novelas de vampiros, en este caso el mito de la mujer vampiro. Contiene los elementos de la literatura gótica en estado puro: un castillo, escenas entre el sueño y la vigilia, erotismo (en este caso lésbico) y una atmósfera atrayente para embaucar al lector.





Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley. No podía dejar este clásico fuera. Novela gótica cuyo trasfondo alude a la moral científica, la creación y destrucción de la vida o el deseo del hombre de convertirse en "Dios creador". El doctor Victor Frankenstein y su criatura suponen una gran apuesta para los aficionados a la literatura gótica de terror.





JESÚS GARCÍA AGUILAR, (Cine ke no vi), nos trae unas recomendaciones de cómics, para variar:


Crossed. Mantén la calma, no mires atrás, no respires, cuidado con su sangre, con su saliva, olvida como tu hijo pequeño estaba descuartizando a tu hijo recién nacido mientras llenaba su barriga con los hamsters que le regalasteis ayer por su octavo cumpleaños, solo huye mientras todo arde, mientras solo ves orgías de sexo y sangre por las calles, no mires atrás, no lo hagas, no sigas leyendo y ve a mirar si has cerrado la puerta y bajado las persianas, porque eso que notas detrás de ti, ese gélido aliento y ese hedor a putrefacción es un cruzado que no viste venir, Ahora, te toca buscar y dar muerte a quién te dirige estas palabras.

  Si bien este pequeño párrafo se puede considerar perfecto para una historia de este comic, no nos queda más que recomendaros este título iniciado por Garth Ennis, que mezcla mucho más allá de lo que imagináis: una violencia  tan inusitada, cruel y exagerada, que desearíais un apocalipsis mundial antes que un mundo donde una extraña enfermedad transforma a las personas en algo peor que el propio infierno. O quien sabe, puede que el infierno este buscando un nuevo lugar donde hospedarse.





Lot 13 Terreno Maldito. Siempre me ha gustado el cine de terror. No solo una buena producción, la serie B también tiene sus joyas y sobre todo cuando de forma tan elocuente inspiran obras como la de Steve Niles y Glenn Fabry, aunque no todo es serie B en esta obra puesto que la influencia de El resplandor de Stephen King está muy presente.

  La familia de Ron Wyatt toma rumbo a un nuevo hogar pero, por desavenencias de la vida, deberán pasar la noche en un bloque de apartamentos que encierra mil horrores tras cada una de sus puertas...

  Inquietantes ilustraciones y situaciones desagradables nos harán pasar un rato terroríficamente divertido en este poco conocido pero curioso relato.




Grimm Fairy Tales. ¿Llegó la hora de dormir? ¿Qué tal un cuento para despedir la noche y a los difuntos que moran por la tierra en estas horas oscuras? Desde los albores de los tiempos los cuentos de los hermanos Grimm han estado presentes en nuestra vida de forma edulcorada e infantil pero, ¿Qué pasaría si alguien nos quisiera dar consejos para la vida usando los cuentos tal y como eran?, ¿Qué pasaría si no estuviéramos dispuestos a escucharlos? Si os atrevéis a abrir sus páginas no podréis parar de devorar las hojas pero, si os encontráis con ella parad, dejad el libro a un lado porque tal vez tenga una historia para vosotros.





ANGELO KHEMLANI (Holocausto Zinéfago)Mis tres recomendaciones para “Halloween” tienen que ver con uno de mis terrores primarios plasmado en un cómic que se ha reeditado recientemente. Además, dos libros que casualmente cayeron en mis manos hace años (uno de ellos en un inquietante encuentro en un tren) pero que decidí leer en mis últimas vacaciones, uno detrás de otro. Para mi sorpresa los dos libros coincidían en la misma premisa desarrollando la trama de manera diferente. 


El libro de las ilusiones de Paul Auster: A finales de los años 80, un profesor universitario pierde a su familia en un accidente de avión. A punto de suicidarse, logra dar el primer paso para salir de su depresión gracias a una película muda de Hollywood protagonizada por un actor misterioso llamado Hector Mann, que en los años 20 desapareció sin dejar rastro. 

  Nuestro atribulado protagonista decide escribir un libro sobre este desconocido actor, centrado en su filmografía y para ello viaja por todo el mundo viendo sus películas diseminadas por Europa y Estados Unidos. Pero su inocente investigación provoca una serie de consecuencias inesperadas: un misterio que no quiere ser resuelto y un pasado que estalla al ser revisitado. 

  El libro mantiene la tensión desde el primer momento gracias al misterio de Héctor Mann (personaje inventado, pero suponemos que será una amalgama de actores reales) cambios de focalización narrativa que propician los giros de guion y un tercer acto que cumple las expectativas, haciéndonos reflexionar sobre el sentido del arte y la fascinación de la complejidad de la mente humana. Les encantará a los cinéfilos y cinéfagos, ya que la época muda del cine tiene ese halo de misterio y leyendas urbanas que se pierden en la bruma de los tiempos. 

  Quizás la única queja que se le puede poner es que en los diálogos no utiliza ni comillas ni el uso de la raya o el guion largo, lo que me provocó desconcierto en las primeras páginas. 




Espacios rotos de Evita Baires. Una periodista francesa que trabaja para una revista de cine recibe el encargo de entrevistar a un viejo y conocido actor de cine mudo (ya jubilado) en Berlín, justo antes de empezar la Segunda Guerra Mundial. En un principio, no lo consigue, pero no se rinde y su cabezonería será recompensada con un viaje hacia lo desconocido, donde perder el alma no es lo peor que te puede pasar. 

  Otro misterioso actor de cine mudo, esta vez europeo. Si la inspiración del anterior libro era Buster Keaton y galanes similares de la época muda, en Espacios rotos la inspiración es el expresionismo alemán (Murnau, Fritz Lang, etc) tanto por la atmósfera que crea la novela como por las temáticas que aborda ese tipo de cine. 

  Desvelar más sería criminal para degustar bien el libro. El suspense y la ambigüedad están bien llevados, dejando claras las referencias que maneja, pero también sabiendo disimular, provocando una sonrisa de complicidad al lector aficionado al género. 

  Se le puede poner alguna pega en el desarrollo de la trama. En el intento de ocultar las cartas con las que juega la narradora, puede volverse en su contra de tanto esconderlas. Pero se compensa con un epílogo ingeniosamente demoledor. 




Aliens vs Depredador. La saga original, volumen 2. Guionista Randy Stradley y dibujados por Chris Warner, Javier Saltares y Phil Norwood. Concretamente recomiendo el segundo relato de este tomo, Duel. Alien y Depredador son las pesadillas de mi infancia. Da igual que seas un soldado sobradamente preparado armado hasta los dientes. Caerás igualmente. 

  Con un argumento heredero de la mejor mezcla posible entre Depredador y Aliens el regreso. Aunque es un cómic secuela del primer crossover, este relato se puede leer de manera independiente. Es un relato de puro terror para los que, como un servidor, hayan tenido pesadillas con estos seres desde los 6 años. Como adulto no me importa reconocer este miedo, es más, es un extraño orgullo de que incluso en la edad adulta, esta pesadilla tenga el dudoso honor de ser recurrente en mis peores noches. 

  Un pelotón de marines coloniales se dirige a un planeta desértico para responder una señal de socorro. Los marines ya conocen a los Aliens, porque entroncando con las películas canon de la franquicia, después del Desastre de Acheron y un par de incidentes más, los marines obligaron a la corporación Weiland-Yutani a revelar información de los Aliens. La sorpresa es que en esta historia nadie conoce a los depredadores. 

  Los marines se ven atrapados entre los Aliens, que atacan como una horda de demonios, y los depredadores, que se comportan como diablos calculadores. Al no encontrar una “final girl” tipo Ripley en el reparto, sabemos que ningún personaje tiene inmunidad. 

  El dibujo es muy de los 90: dinámico, agresivo, con increíbles diseños propios más allá de las películas y no se escatima en el gore, las explosiones y los tiroteos. 

  Y creo que la mejor manera de poder transmitir la sensación al leer este cómic es el monologo con que se abre la historia: con un marine colonial perseguido por monstruos en la oscuridad del desierto de un exo-planeta dejado de la mano de dios. 

  Todo se reduce a decisiones. Toma la decisión correcta una sola vez y tendrás solucionado el resto de tu vida. Pero una mala decisión y lo pagarás caro. Decisiones. A veces es prácticamente imposible tomar una buena decisión. Y otras veces la decisión no está en tus manos.





JOSE ÁNGEL CONDE, escritor y articulista (Josef A.), os recomienda:


Los cantos de Maldoror, del Conde de Lautreamont. Si existe una obra inclasificable en la historia de la literatura esa es Los cantos de Maldoror, pero aun así merece figurar en esta lista porque la sensación última que produce su despliegue de lirismo negativo y transgresor es la del horror. Este implacable y demoledor fresco apocalíptico, en el que monstruosos seres pseudomitológicos se mezclan con la propia monstruosidad humana, destila una desesperanza absoluta y un odio infinito a la vida y la humanidad, mucho antes del horror cósmico lovecraftiano o del antinatalismo de Ligotti. Y, sin embargo, sus terribles páginas provocan también una hermosa fascinación en el lector, quizá atraído por el mismo magnetismo que desprende el abismo. 




El arte más íntimo, de Poppy Z. Brite. La opus magna de la, en su momento, reina del splatterpunk (ahora Billy Martin) es un auténtico ensayo sobre el cuerpo a través del diálogo entre sexo, violencia y muerte, manejando con mano maestra y sensible dos recursos tan peligrosos como el gore y el erotismo más explícitos. Se entienden mejor sus intenciones si atendemos al poder del contrapunto en su mal traducido título original: Exquisite corpse (Cadáver exquisito). Nueva Orleans, asesinos psicópatas y ambientes queer, pero esto no es un libro de Anne Rice; el leve hilo argumental es sólo una excusa para introducirnos en un mundo donde la belleza surge de la disección gráfica de la más profunda y salvaje oscuridad que anida en todos nosotros. 




La condesa sangrienta, de Alejandra Pizarnik. Alejandra Pizarnik poseía la virtud de transformar su atormentada personalidad en un inagotable caudal lírico, así que de esta dicotomía sólo podía resultar que la terrible historia real de la condesa Báthory adquiriese los ropajes de un cuento de hadas. Estremecedora y reveladora a partes iguales, esta breve narración consigue una pintura extrañamente delicada de tan atroces sucesos, en consonancia con la propia idiosincrasia de la malograda poetisa, en ese afán por sobrellevar una realidad terrible, sin duda uno de los fines últimos del arte.





JUAN ANTONIO OLIVA OSTOS: Mis tres reseñas/ recomendaciones para Halloween: 


AYANTEK (Insólita Editorial), de Miriam Jiménez Iriarte. Un mundo de detalles donde se cae a plomo. Descarnado. Cruel. Visceral y sanguinario. Te destroza a cada vuelta de página. Secretos. Personajes extraños… ¿Habrá cabida para la esperanza o la devorará? 




LA TRÍADA – CANTO PRIMERO: TIERRA (Dolmen Editorial), de So Blonde. Cuidado, Nenes, porque este libro es fresco, cojonudo, desinhibido, ingenioso, vulgar pero con clase y un no parar de leer. Con una peculiar guerra celestial ubicada en Madrid. 




III PREMIO RIPLEY – Relatos de Ciencia Ficción y Terror (Triskel Ediciones), V.V.A.A. Trece relatos, lo que lo hace ideal para Halloween, con ideas estremecedoras que no nos son ajenas, miedos no tan lejanos y realidades inquietantes que ya están aquí. 





ARIEL S. TENORIO (The wax), escritor, os recomienda:



Los elementales de Michael McDowell. Un prodigio de la literatura gótica. Luego de un curioso funeral, las familias Savage y McCray se disponen a pasar el verano en las playas del golfo de Alabama. Allí aguardan las tres imponentes casas victorianas, adormecidas en la arena, repletas de secretos. 




El terror de Dan Simmons. En 1847, dos barcos de la armada británica quedaron varados en los hielos del polo Norte. La tripulación, tras saberse librada a su suerte, debió lidiar con la realidad más terrible. El autor entreteje este hecho histórico con elementos sobrenaturales, logrando un híbrido estremecedor y contundente. 




La aparición, de Robert Aickman. Los cuentos de Robert Aickman son pequeñas joyas de estilo y sutileza, crecen como malezas en la mente de sus lectores mucho tiempo después de haber cerrado el libro. Tres elementos se destacan en sus historias: personajes perfectos, atmósferas enrarecidas, realidades que se desmoronan lentamente.





JUAN DÍAZ OLMEDO, autorLa noche de Halloween es una ocasión en la que se unen el terror y la diversión. Una historia puede ser tan terrorífica como queramos, pero si no es divertida no encajará en el espíritu de la víspera de Todos los Santos. Aquí van tres recomendaciones de libros especialmente apropiados para estas fechas: 


La Ciudad Vampiro, de Paul Feval: ¿Fué Terry Pratchet un viajero temporal? ¿Es posible que viajara cual émulo del Doctor a la Francia del siglo XIX y llegara a ejercer de "negro" de quien se dice que fue, a su vez, "negro" de Alejandro Dumas? Esas son las dudas que le surgirán a cualquier admirador de la obra del creador del Mundodisco que se enfrente a esta genial parodia de la primera oleada de literatura gótica. Una verdadera obra maestra y sin duda uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, una historia en la que hay vampiros monstruosos y originales, un indestructible y estoico héroe de clase baja y una escenario final que podría haber servido de inspiración a la "Midian" de Clive Barker. 





Fantasmas, de Chuck Palahniuk: Una de las antologías de relatos de terror mas originales e inquietantes que he leído y, al mismo tiempo, uno de los libros con los que me he reído. Unidos por una trama curiosa y no exenta de interés y comenzando por el infame Tripas, esta colección de relatos nos presenta una especie de Dimensión Desconocida en la que las magistrales reglas del gran Rod Serling se combinan por el talento para la sátira y el humor negro de Palahniuk. 




Vampiros, de John Steakley: Diversión no solo significa humor, y pocas cosas hay más divertidas que una buena novela de terror aventurero con alma de "pulp" clásico. La película dirigida por John Carpenter se limitaba a tomar la premisa principal de la novela (Una cuadrilla de cazadores de vampiros profesionales en los Estados Unidos de la actualidad) pero se dejaba fuera casi todo el argumento, la mayoría de los personajes y un montón de hallazgos curiosos, como la aversión de los vampiros por el rock duro o el efecto que puede tener en un vampiro el ser tocado por su Santidad del Papa. Ideal para aquellos que todavía añoran las andanzas de Buffy Summers y compañía.





DAVID LÓPEZ CABIA, escritor especialista en la Segunda Guerra Mundial (Web oficial) os recomienda:


Comenzaré por recomendar La niebla, un libro nada voluminoso para los tamaños a los que nos tiene acostumbrados Stephen King. En esta espeluznante historia nos narra cómo, tras una tormenta, todo queda cubierto por una bruma que no se desvanece. Guarecidos en un supermercado, los ciudadanos saben que salir al exterior significa la muerte, pues entre la niebla aguardan sanguinarias criaturas. 




  Otro elemento a destacar en el género de terror son las posesiones demoníacas. Por ello, aprovecho para recomendar la novela El exorcista de William Peter Blatty, que inspiró una igualmente excelente película de terror de idéntico título. Después de años combatiendo demonios en África, el padre Merrin, junto al padre Karras, deberá practicar un exorcismo en Georgetown. Aquí, el demonio que posee a una pobre niña, pondrá a prueba la fe y la bondad de estos dos sacerdotes. 




Por último, regresando a mi infancia, recomendaré para los más jóvenes una obra de la saga Pesadillas, del escritor R.L. Stine que tan buenos ratos me hizo pasar. De entre su extensa obra, apuesto por Sonríe y muérete. En esta ocasión, Greg, un chico aficionado a la fotografía se hace con una vieja cámara. Cada vez que toma una imagen, de la cámara brotan imágenes de muerte. Y es que, cada vez que fotografía a algo o a alguien, las desgracias se suceden.





REVERENDO WILSON (El calabozo del reverendo Wilson), os recomienda:



El juego de los niños, de Juan José Plans. Plans plantea terror a plena luz del día con este relato en el que una pareja vivirá una pesadilla apocalíptica, perturbadora y trascendental que tiene como foco del elemento malvado a un grupo de niños con oscuras intenciones. Incómodo retrato de la atmósfera perturbadora, que reflexiona sobre la ambigüedad del aspecto angelical. 





El misterio de Salem´s lot, de Stephen King. La figura de la casa encantada, como cubículo de leyendas pasadas y recónditas maldiciones en la orografía del pueblo aislado, es sobre lo que King circula un vehículo que rescata los viejos temores, y donde el protagonista explora los horrores de antaño en un sitio donde nunca parece ocurrir nada, salvaguardándose de su tranquilidad aparente. 




En las montañas de la locura, de H. P. Lovecraft. La personalidad literaria de Lovecraft se consolida en este relato de parajes aislados con un grupo de personajes asolados ante lo desconocido, bajo la sumersión psicológica ante el terror recóndito de otros tiempos. Horror abstracto y físico se dan la mano en una obra de simbolismo aplastante, y ejecución embriagadora.





JOSÉ MARTINEZ MORENO, escritor, os recomienda:



El Alzamiento, de Brian Keene, es una novela de temática zombi, aunque se trata de unos zombis diferentes a los que estamos acostumbrados, sin duda un toque de originalidad por parte del autor. Acción, sangre y situaciones desesperadas se suceden en esta novela que os recomiendo. 




Un verano Tenebroso, de Dan Simmons, es una de esas novelas donde sus protagonistas son niños que luchan contra unas poderosas fuerzas malignas y donde la amistad es muy importante. Es un libro largo, pero no se hace nada pesado porque Simmons sabe muy bien como hacerlo entretenido. 





Mi primer contacto con Ray Bradbury fue hace muy poco, con La feria de las tinieblas. Nunca había leído nada de él y la verdad es que me ganó para siempre con esta novela. De nuevo son niños los protagonistas de esta historia terrorífica, que me pareció escrita con gran maestría.





viernes, 25 de octubre de 2019

Via Rasella: escenario de sangre



Restos de los soldados de la 11ª compañía del regimiento Bozen
 tras el atentado de Vía Rasella.


¡Nuestro colaborador David López Cabia vuelve a la carga! Y en esta ocasión nos cuenta otro de los episodios más memorables de la Segunda Guerra Mundial: el atentado del grupo partisano GAP contra la 11ª compañía del regimiento Bozen y la represalia posterior ordenada personalmente por Hitler. La historia nunca de sorprendernos, para bien o para mal...



Con la caída de Mussolini poco después de producirse la invasión de Sicilia, el Tercer Reich de Hitler no podía permitirse dejar su flanco sur descubierto, por lo que las tropas alemanas procedieron a ocupar militarmente el país.

  Los partisanos italianos se convirtieron en un verdadero quebradero de cabeza para las autoridades de ocupación. Reprimir cualquier tipo de resistencia pasó a ser una obsesión. En consecuencia, la presencia policial y militar en Roma aumentó. Para tal propósito, los alemanes enviaron a elementos del regimiento Bozen de las SS. Dicho regimiento se había creado en octubre de 1943, en la zona sur del Tirol. Respecto a sus integrantes, cabe destacar que eran voluntarios. Al frente del regimiento estaba el general Karl Wolf.


Los hombres del regimiento Bozen. Imagen sujeta a 
derechos de autor.


  Los antecedentes del regimiento Bozen eran francamente aterradores, pues sus tropas habían cometido atrocidades en el norte de Italia contra la población civil, todo en aras de justificar la lucha contra los partisanos.

  Pues bien, una de sus compañías, la 11ª, fue destinada a la capital italiana. El propósito de la compañía era ser entrenada para controlar a la muchedumbre, así como sofocar cualquier tipo de insurrección.

  Uno de los tenientes, cuyo apellido era Wolgast, era conocido entre la tropa con el jocoso mote de Vollgas (el hombre lleno de gas). Este oficial hacía a los soldados cantar mientras marchaban por las calles de Roma. Los hombres de Wolgast cantaban Hupf, Mein Mädel, es decir, Salta, mi muchacha.

  La imagen de los SS desfilando por la Ciudad Eterna, perfectamente uniformados y equipados imponía mucho más que respeto. Sus botas repiqueteaban implacablemente sobre el asfalto. Una vez concluido su adiestramiento, llegaba el momento de regresar a los cuarteles, todo siguiendo una estricta rutina. 

  Los hábitos de los hombres de la 11ª compañía del regimiento Bozen no pasaron inadvertidos para los partisanos italianos, que observaron con gran atención sus movimientos. Una calle pasó a ser el lugar para atentar contra aquella compañía: Vía Rasella.

  Pues bien, Vía Rasella ofrecía un angosto paso entre dos calles anchas. Por tanto, se les presentaba un blanco fácil en subida atravesando un paso estrecho. Aquel lugar ofrecía una más que atractiva oportunidad para los partisanos italianos.

  Llegó el 23 de marzo de 1944, los cielos lucían despejados, el calor apretaba y la 11ª compañía del regimiento Bozen avanzaba inexorablemente. Los SS marchaban orgullosos mientras cantaban. Otro día más en su anodina existencia. Después de pasar por la Piazza del Popolo, pasaron la escalintata de la Plaza de España. Todo parecía en calma, pero los Bozen llevaban sus armas dispuestas para disparar.

  Pasaron ante los pequeños comercios y las plantas que asomaban por las ventanas de las casas. Un barrendero fumaba en pipa mientras limpiaba un desagüe. El barrendero resultó ser insignificante para las tropas de las SS, sin embargo, se trataba de un partisano que respondía al nombre de Paolo.

  El supuesto carro de basura de Paolo o mejor dicho, Rosario Bentivegna, que era su verdadera identidad, ocultaba una desagradable sorpresa. Bajo la basura se escondían nada más y nada menos que dieciocho kilos de explosivos.

  Los soldados de las SS, en perfecta formación, con aire marcial, pasaron ante Paolo. El partisano acercó la pipa hacia la mecha. Para desesperación de Paolo, la mecha tardó en prender. Se despojó de su gorra y la dejó sobre el carro, lo que indicaba que el atentado estaba en marcha. Paolo se alejó de la escena del crimen y se deshizo de su uniforme de barrendero.

   La catástrofe se cernió sobre los integrantes de la 11ª compañía. La explosión causó estragos en la columna alemana. En medio de la detonación y la humareda se mezclaron miembros mutilados, cristales hechos añicos, fragmentos de estuco e incluso una cabeza. Tal fue el efecto de la explosión que uno de los testigos describió a una de las víctimas como “una papilla con abrigo”.

  Los alemanes, completamente sorprendidos y aturdidos, trataron de rehacerse. Desquiciados, comenzaron a disparar contra los edificios de las inmediaciones.

  Las autoridades italianas y alemanas no dudaron en acudir al lugar del atentado. El questore Caruso fue el primero en presentarse. El panorama era desolador. Los supervivientes apilaban los cadáveres destrozados, conformando una fila que se extendía a lo largo de quince metros. Es más, el propio Caruso fue recibido con disparos.


Pietro Caruso, Jefe de la policía italiana.
Imagen sujeta a derechos de autor.


  A continuación hizo acto de presencia el general Mälzer, cuyo almuerzo con Kappler, el jefe de la policía en Roma, había sido interrumpido por el ataque de los partisanos. El propio Mälzer, conmocionado por lo dantesco de aquel lugar regado por charcos de sangre exigió venganza para los caídos.


Fotos del proceso que tendría lugar más adelante contra 
Herbert Kappler


  La policía italiana y los alemanes procedieron a desalojar a los civiles de los edificios aledaños. La situación estaba degenerando y los alemanes disparaban a los tejados y ventanas. Y Mälzer continuaba rabiando de ira, amenazando con volar toda la manzana.

  No obstante, Kappler llegó al lugar del atentado para hacerse cargo de la investigación. Un furioso Mälzer se retiró con reluctancia. La mayoría de los civiles que habían sido detenidos terminaron por ser liberados.

  La noticia del ataque a la 11ª compañía del regimiento Bozen terminó por llegar a oídos de Hitler, que se encontraba en Wolfschanze, en Prusia Oriental. El Führer quería una represalia que “hiciera temblar al mundo”. La muerte de los soldados debía ser vengada a toda costa. Por cada alemán caído debían morir diez italianos.

  Así pues, Kappler, en calidad de jefe de la policía en Roma, debía redactar la lista de ejecuciones. Sin embargo, no disponía del número de hombres necesarios. Entre los cautivos no disponía de nadie relacionado con el atentado de Vía Rasella. Para mayor problema de Kappler, a cada hora que pasaba, el número de alemanes muertos aumentaba, por lo que se encontraba con la dificultad de confeccionar una macabra lista de venganza cada vez más extensa. 

  Los nombres de italianos, presos pendientes de juicio y judíos quedaron mecanografiados en las listas de Kappler. 

 El 24 de marzo de 1944, Kappler y sus hombres se encargaron de perpetrar las represalias. Los prisioneros salieron en camiones desde el cuartel de la Gestapo en Vía Tasso, rumbo a las Cuevas Ardeatinas, situadas en las afueras de Roma. Las fosas eran un lugar abandonado, relativamente apartado a las que se accedía a través de laberintos húmedos.


Las fosas Ardeatinas, donde tuvo lugar la masacre. 
Imagen sujeta a derechos de autor.


  Se advirtió a los verdugos de que si no participaban en la ejecución, morirían junto a los italianos. Después, arribaron los prisioneros, cuyos transportes se detuvieron en un claro cercano a las Cuevas Ardeatinas. Éstos, descendieron atados de dos en dos.

  Los primeros cinco prisioneros fueron conducidos al interior de las cuevas seguidos por sus cinco verdugos. Se les ordenó arrodillarse y a continuación, fueron ejecutados de un disparo en la cabeza. El propio Kappler participó en el proceso de ejecución. Mientras tanto, el capitán Priebke, como ayudante de Kappler, tomaba nota de las ejecuciones. Priebke no se limitó a contabilizar las muertes, sino que también tomo parte activa en la masacre. Sin embargo, aquella matanza terminó por tornarse en algo realmente tortuoso. Las víctimas comenzaban a resistirse y los cadáveres se apilaban en las fosas, obstruyendo el paso.

  Kappler, tratando de evitar que la moral de los verdugos decayese, ordenó repartir brandy entre sus hombres. Aquello no hizo sino entorpecer el proceso. Los hombres de Kappler se volvieron más torpes a causa de los efectos del alcohol, por lo que tuvieron que disparar hasta en cuatro ocasiones para terminar con la vida de algunos de los condenados. En lugar de disparar en el cerebro, las balas impactaban en la cara, arrancaban los ojos o destrozaban las narices.

  Se suponía que, según las órdenes de Hitler, 330 personas debían morir, pero la cifra de víctimas terminó a ascendiendo a 335 al terminar la ejecución. Una vez concluida la matanza, los ingenieros procedieron a volar los accesos a las Cuevas Ardeatinas. Los cadáveres debían quedar ocultos, sepultados en las fosas, escondiendo el crimen que Kappler y sus hombres habían perpetrado.

  La única información que recibieron las familias de algunos ejecutados fue que sus seres queridos habían muerto y que podían pasar a recoger sus pertenencias al cuartel general de la Gestapo en Vía Tasso. Tres meses después, los cadáveres fueron encontrados en las fosas. De los muertos solo quedaban sus huesos envueltos en ropas harapientas. 

 Con el final de la Segunda Guerra Mundial, los responsables de la masacre de las Cuevas Ardeatinas fueron sometidos a juicio. Tanto Albert Kesselring como Kurt Mälzer salieron indemnes, aunque Kappler fue condenado a prisión. En 1977, con la ayuda de su esposa consiguió escapar de la cárcel y al año siguiente murió.


Víctimas de las fosas Ardeatinas. Imagen sujeta a
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BIBLIOGRAFÍA

El día de la batalla, Rick Atkinson, Editorial Crítica

La batalla por Roma, Robert Katz, Editorial Turner




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