viernes, 11 de octubre de 2019

Entrevista a Hernán Migoya



Retrato de Susan Frances Garavito Campos

¡Viernes de entrevista! Y hoy tenemos el placer de hablar ni más ni menos que con Hernán Migoya, autor polifacético con una amplia trayectoria en el mundo del cómic, la literatura y el cine. Con motivo de su reciente lanzamiento a cargo de Norma editorial, titulado: Carvalho, la soledad del manager, hemos habado con Hernán sobre sus inquietudes, su obra y sus futuros proyectos. Si os gusta su trabajo, podéis estar al tanto de todas las novedades en su fanpage






1. ¿A qué edad sentiste que se despertaba tu yo creativo? 

A los ocho años. A esa edad ya sabía que sería escritor. Pero hasta los catorce no decidí que también sería guionista de cómics, cuando se cruzaron en mi camino. 


2. ¿Recuerdas la primera historia que perfilaste en tu cabeza? 

Sí, para una clase de EGB nos pidieron una redacción de ficción. Les llevé escrita una libreta entera, ‘Las aventuras de Ricardo Cinceles’, un western imitando las novelas de El Coyote de José Mallorquí. De adolescente creé un relato donde ya confrontaba una idealización heroica a lo Robert E. Howard con la vil realidad. Y mi primera historia ambiciosa, el guion de ‘El hombre con miedo’, lo estuve incubando durante años y con él ganaría el premio al mejor guion en el Salón del Cómic de Barcelona, mi casa primera en el mundo del cómic. 


3. Tienes una amplia trayectoria como guionista de cómics, ¿dirías que una imagen vale más que mil palabras? 

Sí, y ojalá confiara más en esa premisa. 


4. ¿Piensas que la industria del cómic tiene más peso en España que la industria del libro? 

No, para nada. Pero los autores de cómics son bastante más interesantes y menos estirados que la mayoría de escritores, porque afortunadamente el cómic no tiene tanta consideración cultural. 


5. Has tenido problemas con algunas de tus obras y la polémica te ha salpicado de lleno, ¿crees que la libertad de expresión en España es “relativa”? 

No creo que haya más problemas de libertad de expresión en España que en el resto de países. Estamos en una época de tensión entre el intento de compensar las injusticias históricas con una propensión nociva a controlar los contenidos creativos de los artistas. La pretensión de encadenar la expresión artística en nombre del bien de la sociedad siempre ha existido. Siempre ha habido y habrá inquisidores que afirman censurarte y prohibirte por tu bien. La mayoría de escritores satíricos como yo acabaron en la cárcel o muertos de asco en el exilio. Yo he tenido suerte, porque estoy en el exilio pero no muerto de asco, sino vivo de milagro. 


6. ¿Qué opinas de la calidad de los escritores y artistas gráficos españoles? 

Casi no leo literatura contemporánea, trato de leer solamente autores muertos, para alegrarme de que lo estén si son muy buenos. Además, siento cierta responsabilidad hacia las obras del pasado, percibo que la gente -¡y bastantes autores, algunos siempre pendientes de la última moda!- olvida demasiado pronto y me gusta sentirme rescatador de tesoros en el limbo, así que nunca respeto el canon del establishment y buceo de continuo por los márgenes a la busca de joyas enterradas. 

  Sí me da mucho repelús la moda de la no ficción, creo que es repugnante engañar así a los lectores, porque todo el mundo sabe que la no ficción no existe. Todo es ficción, todo es engaño: la no ficción es doble ficción, porque encima pretendes engañarte también a ti mismo. 

  En cuanto al medio historietístico, España es una cantera magnífica de grandes dibujantes de cómic. Nunca dejaré de admirarlos y creo que ahí está la clave de que siga disfrutando escribiendo guiones. Pero también hay muy buenos guionistas españoles. Y fíjate, me parece que nos llevamos muy bien entre nosotros, algo insólito en otros medios. Sabemos que estamos en esto por amor a nuestro oficio, porque no hay ni fama ni dinero aguardando en él. 


7. También te dedicas al mundo del cine, has escrito varios guiones y realizado cortometrajes. ¿qué opinión te merece la industria cinematográfica actual? 

Ya no dirijo, prefiero guionizar, porque no me gusta la gente ni tener poder, y un director debe tratar con mucha gente y ejercer sin miedo el poder. Estoy más a gusto escribiendo guiones y novelas en casa. No sé mucho de la industria actual española: creo que se han metido televisiones y contubernios privados a producir, y me parece muy bien, porque así se acaba el circulillo de enchufados con el Estado y el olor a cerrado de las obras. Parece que se ha ampliado el abanico de temáticas y géneros que se tocan en nuestro cine, ya no está mal visto hacer películas comerciales, y hay directores relativamente “nuevos” que me encantan: ‘Tres metros sobre el cielo’ de Fernando González Molina me parece una obra maestra del cine masivo y la pareja que forman María Valverde y Mario Casas ya sería mítica si nos la hubieran vendido desde Hollywood. Mario Casas es un portento, una bestia, y escoge muy bien sus papeles. Es raro que los españoles todavía hablen mal de él, normalmente a los diez años ya reculan y empiezan a reconocer el talento. 


8. ¿Con qué escritor, ilustrador y director de cine te gustaría trabajar? 

Uf. ¿Escritor? Bueno, ahora que estoy guionizando la adaptación a cómic de las novelas del detective Pepe Carvalho escritas por Manuel Vázquez Montalbán, me gustaría mucho escribir una novela protagonizada por Charo, una precuela sobre su origen y vicisitudes antes de conocer a Carvalho. Me siento muy identificado con ella y no sólo por su oficio. Eso en cierto modo sería una manera bonita de “colaborar” con su lamentablemente desaparecido creador. 

  En cuanto a artistas de cómic, me gustaría escribir algo para Alfonso Font, Irene Roga, José Luis Munuera, Belén Ortega, María Herreros, Juanjo Guarnido, Ignacio Noé, Carla Berrocal, Natacha Bustos, Ana Galvañ, Aroha Travé, volver a trabajar con Pepe Larraz, con Manolo Carot, con Juaco Vizuete, con Carlos ‘Perro’ García, con Patricia Breccia (todavía no hemos publicado nuestra primera novela gráfica juntos, pero ya casi está), con Iron, con Carlos Gambarte, con Frank Miller, con Darko Perovic, con Maitena, con Brenda Liz Román… Si me pongo a pensar, siempre salen nuevos. Y trabajaría con todos ellos. Los dibujantes son magos y los guionistas sólo somos pólvora para su magia. 

  ¿Directores de cine? John Milius y Juanma Bajo Ulloa. Ellos dos siempre me han inspirado. Y me encantaría trabajar con el peruano Josué Méndez: un genio. 


9. A la hora de confeccionar una historia, ¿en qué registro te sientes más cómodo? 

Uno en el que pueda echar a volar la imaginación y que permita siempre un contrapunto humorístico acompañando subrepticiamente el periplo. Tampoco entiendo al artista que sólo estimula el sentimiento de confort en el lector, yo necesito acariciarle el rostro con un guante de seda en una mano y destrozárselo a puñetazos con una nudillera de bronce en la otra. 


10. Háblanos ahora de tu obra. ¿Con qué proyectos has disfrutado más? 

Uf, uno disfruta siempre con su proyecto, especialmente si sabe que va a llegar a buen puerto. He tenido suerte y como guionista debo haber escrito ya una treintena de historias largas para cómic. Carvalho lo estoy disfrutando mucho. Le tengo mucho cariño a ‘Julito el cantante cojito’ con Juaco Vizuete y a ‘Plagio’ con Joan Marín. Y para un guionista como yo, que sueña con ser pulp en una época y país donde se tiende a la sacralización y la institucionalización de la cultura, escribir cada mes dos episodios salvajes de Nuevas Hazañas Bélicas a lo largo de un año entero fue un sueño hecho realidad. Hace poco leí una entrevista con el ya fallecido guionista televisivo Brian Clemens, responsable de una de mis series británicas favoritas de los 70, Thriller (Tensión), donde el tipo ideó las 43 historias de suspense autoconclusivas de 70 minutos que la componen y guionizó 38 de ellas. Él decía que escribir, inventar tramas para él resultaba una necesidad compulsiva y que, cuando terminó una de las temporadas y llegaron por fin las vacaciones, no sabía qué hacer con tanto tiempo libre en las manos, así que se asomó al despacho de guionistas vecino y les preguntó si le permitirían guionizar algún episodio de la serie que tuvieran en marcha. Le dijeron que claro que sí y se puso a ello feliz de la vida. Ésa es mi sensación siempre que escribo. 


11. Has recibido dos premios en el ámbito del cómic, uno a mejor álbum erótico en el salón del cómic de Barcelona por La salida de la clase y otro a mejor guión por El hombre con miedo. Desde entonces, has desarrollado tu carrera como guionista de manera notable. Uno de tus trabajos más comentados ha sido Nuevas hazañas bélicas, que a pesar de no nacer con pretensiones políticas ha generado un sinfín de críticas. ¿Qué punto o puntos piensas que fueron los que más enervaron al público? ¿No crees que deberíamos ser un poco más condescendientes con los artistas en lugar de ver en todo la oportunidad de un “ataque”? 

  Bueno, en realidad la mayoría de las críticas han sido entusiastas. Pero sé que hay un sector de fundamentalistas amargados a los que les jode mi visión de la guerra civil. Dicen que Nuevas Hazañas Bélicas no podría ser material de difusión en las escuelas. No sé por qué mierda hay esta obsesión con que la cultura tiene que ser didáctica o servir a propósitos reconfortantes o sociales. Cuando yo leía de niño a Gaston Leroux, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith o a Vázquez-Figueroa, jamás pensaba que esas historias de sexo y violencia eran menos cultura porque no recibían premios ni se difundían en las escuelas. ¡De dónde han salido tantos curas laicos diciéndonos que la cultura tiene que transmitir valores positivos, adecuados o decorosos y estar refrendada por el poder público! Las Nuevas Hazañas Bélicas parece ser el único cómic sobre la Guerra Civil no recomendado para ser enseñado en las escuelas españolas. ¡Eso para mí, como guionista, es un honor! No el hecho de que los estudiantes no puedan leerlo, obviamente, sino el que haya adultos que consideran oficialmente perniciosas mis historias. Eso es sencillamente sublime. Necesitan verlo todo blanco o negro, sin matices, como Franco. Y luego están los franquistas, claro, que para mi alegría también se han indignado… La gente sin sentido del humor es lo más horrible y peligroso que existe. 


12. De forma reciente, Norma editorial ha lanzado Carvalho, la soledad del manager, tu último trabajo junto a Bartolomé Seguí. Se trata de la adaptación al cómic de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán. ¿Cuál fue la génesis de este proyecto? 

Tuve la idea tomando unas copas con Daniel Vázquez Sallés, un escritor cojonudo por derecho propio. Él me apoyó para que el proyecto saliera adelante y yo simplemente medité cuál era la editorial idónea para materializarlo: me fui sin dudarlo a Norma Editorial y no me equivoqué. Luego les sugerí que ofreciéramos el dibujo de la serie a Bartolomé Seguí y resultó ser un fan fatal de las novelas de Pepe Carvalho. Los dos nos hemos compenetrado de maravilla porque hemos descubierto que adaptar esas maravillosas novelas resulta un vehículo perfecto para nuestras inquietudes creativas y narrativas. Seguí y yo nos sentimos muy realizados volcados en plasmar en cómic los casos del detective Carvalho. 


13. Tu último proyecto a nivel literario ha sido Los que murieron te saludan, publicado con la editorial Dilatando mentes. Una novela que, según los lectores, abarca varios géneros además de contar con un enriquecedor lenguaje. Háblanos sobre ella y dinos, ¿qué otros proyectos literarios tienes en mente? ¿Tendremos noticias tuyas próximamente? 

Los que murieron te saludan es lo más cerca que yo puedo llegar de escribir terror. Se basa en el viaje más hermoso que he hecho nunca, una ruta al interior del departamento de Piura, zona peruana que une costa y paisaje andino: viajé a visitar unas lagunas mágicas a las que se llega a caballo. Fue una experiencia inolvidable. Y durante una semana me alojé en una casa que decían encantada. Imaginé qué pasaría si Stephen King enviara a su negro literario allí a documentarse sobre la casa encantada en medio de aquel paraje maravilloso pero lleno de sorpresas para el visitante. Me volqué en plantear muchas situaciones fantásticas y terroríficas y de paso pulí mucho el lenguaje para transmitir las infinitas sensaciones que te asaltan en aquel territorio casi aislado del mundo. Quedé contento con la novela y la disfruté muchísimo. 

  Ahora estoy terminando mi nueva novela, un fresco de la vida adolescente en el extrarradio barcelonés de los años 70, para Random House España. Y en cuanto salga, me gustaría lanzarme a escribir mi propia novela policíaca y un libro de cuentos de terror. Todo eso mientras se dibuja mi guion basado en La ciudad y los perros del gran escritor Mario Vargas Llosa. 




Gracias por responder esta entrevista. 

A ti por invitarme a responderla.


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