viernes, 23 de febrero de 2018

El chocolate zombi





Estaba caminando por la calle cuando vi cómo caía un pequeño meteorito y se estrellaba contra el suelo. Al acercarme, el objeto asumió la forma de mi chocolate favorito, como si antes me hubiese leído el pensamiento. Tenía mucha hambre, por lo que no logré contener el impulso y me lo zampé de un bocado. ¡Qué chocolate tan rico! Pero entonces, lo DIABÓLICO hizo acto de presencia: perdí el control de mi cuerpo y empezó a dar sacudidas como si me hubiese vuelto loco; allá por donde iba, las chicas se volvían demoniacas y los hombres caían al suelo destrozados en mil añicos, y sus trozos se transformaban luego en pequeños zombis que devoraban todo tipo de insectos. ¿Qué podía hacer? Comprendí que el chocolate interestelar tenía las trazas de una reina seductora que encontraba su alimento en el alma humana, especialmente en la de hombres calentorros que no podían controlar su apetito. Todo cuanto podía hacer era… 




Fdo: Samir Karimo, escritor y traductor. Podéis leer a Samir en los siguientes enlaces:


viernes, 16 de febrero de 2018

Agares



©Imagen sujeta a derechos de autor




Esta semana Caosfera abre sus puertas a Milos de Azaola. Consigo trae el Lemegeton, Libro de los Espíritus o Clavícula de Salomón, en cuyas páginas iremos conociendo a los setenta y dos demonios sometidos por el antiguo rey, así como los sellos mágicos para invocarlos.


Agares es un duque del Infierno cuyo poder está en el Este. Se le considera un ángel caído, vinculado antiguamente al orden de las Virtudes (ángeles de la segunda jerarquía). Adopta la forma de un distinguido sabio, montado en un cocodrilo y portando un gavilán. Sorprendentemente, también puede adoptar la forma de una joven hermosa de piel delicada y cabello rubio, que nos hablará con la voz más suave que hayamos escuchado nunca. Puede proporcionar el don de dominar todas las lenguas pero, y aquí oculta el buen demonio su engaño, sólo para hablar de asuntos inmorales u ofensivos. También puede originar terremotos y reducir la talla de hombres importantes a su mínima expresión cuando se le piden tales cosas. Este ser malhablado comanda treinta y un demonios, pero se basta solo para afrontar sus infames campañas, que suele librar siempre con descripciones y expresiones aberrantes, hábilmente disfrazadas de buena palabra. 



   —Maestro Agares, gracias por enseñarme a hablar el francés como un puto puerco.

    —Tu querer es poder. Querías hablar como Paul Marie Verlaine y ya puedes dirigirte a "su alma pura y buena" como ella merece. 




viernes, 9 de febrero de 2018

Super Dark Times






Título original: Super Dark Times

Nacionalidad: USA - 2017

Director: Kevin Phillips

Guión: Ben Collins, Luke Piotrowski

Intérpretes: Owen Campbell, Charlie Tahan, Elizabeth Cappuccino


Los límites son difíciles de definir. ¿Cuándo se es adulto o cuándo se es un niño? La adolescencia es justo la última etapa antes de la vida adulta. En ella se es demasiado mayor para jugar pero también demasiado joven para ser totalmente libre. Es una etapa en la que predominan los riesgos, no por un exceso de curiosidad, tal y como le sucede al preescolar, sino derivados de esa extraña (y ridícula) sensación de inmortalidad que nos acompaña en este periodo de la vida. Cuando somos adolescentes pensamos que lo improbable es eso que le sucede a los demás y enfrentamos los peligros del mundo desde un falso escaparate de cristal de azúcar.
  




  Super Dark Times habla de esto. A día de hoy, me sigo preguntando en qué pensaba Phillips cuando rodaba Super Dark Times. Quiero decir que tanto la historia como la fotografía son las propias de una película de terror. El uso de pesadillas, de continuos elementos surrealistas —especial mención merece el guiño al Antichrist de Von Trier en el pack (filme del que somos todos muy fans en Caosfera)—, abundan en el género, pero luego juega con la confusión, sacando a escena un drama teen plagado de detalles realistas que rompen con la estrategia inicial. Y después, cuando parece otra película, asistimos a un nuevo giro que nos devuelve al principio. Super Dark Times navega en un mar inestable, en el que nada es lo que parece por mucho tiempo. No estamos ante una película complaciente; lo fácil habría sido meterse en la piel de Josh, interpretado por Charlie Tahan, y contar cómo sucedió todo en una escalada lineal que nos habría conducido al esperado final. Y no habría estado mal, pero ni habría impactado, ni habría suscitado el interés suficiente que justifique el rato que he dedicado a escribir esta reseña. La perspectiva del personaje conocido como Zach es el verdadero timón de la película. Son los ojos de un personaje vibrante, muy bien interpretado por Owen Campbell; profundo, inocente, marchito en la sima de un mundo que le viene grande.




  Un segundo visionado más pausado de la película puso de relieve ciertos detalles que enriquecen la obra, como ese bucle intencionado (¡ATENCIÓN SPOILER!) con el que el director abre y cierra la historia centrado en el personaje interpretado por Elizabeth Capuccino, que es testigo de excepción de la brutalidad —justificada, misericorde…— que sufre un pobre ciervo herido de muerte al principio de la película, así como del trágico y no menos brutal final que ese mismo universo tiene reservado a sus amigos. El modo en que afrontará la trágica resolución, soltándose el pelo de la coleta con aire resuelto, sólo puede significar una cosa: que la vida, pese a la muerte, debe continuar (FIN DE SPOILER).



  Super Dark Times es una gran película y la recomiendo encarecidamente por el impacto que ha tenido en mí. Fue la primera vez a lo largo del pasado 2017 que usé esta palabra, impacto, para referirme a una película. Dejad de perder el tiempo y poneos a ver esta maldita joya ¡ya! 



A favor:
-Hace mucho tiempo que una película no me pone en tensión como lo ha hecho esta. 
-Atmósfera lúgubre, oscura, acorde con la historia. 
-Actores magistrales: brillante la actuación de Campbell y brutales las caras de Charlie Tahan al final. 
-Hay imágenes que se os grabaran en la retina y el título de esa imagen, no se os olvidará: SUPER DARK TIMES. 



En contra:

-Me hubiera gustado ver mucho más movimiento con ese sable. 






8,5/10

Fdo: Redrum





viernes, 2 de febrero de 2018

Jack Ketchum, el genio de la contracultura literaria





Con motivo del reciente fallecimiento del escritor Jack Ketchum Caosfera publica un breve homenaje a cargo de nuestro querido Vincen Hamett, consumidor de Saplatterpunk y de cualquier cosa que esté bien escrita, como es el caso del maestro de Nueva Jersey.



El 24 de enero recibimos la triste noticia del fallecimiento del escritor Dallas Mayr (nombre real de Jack Ketchum). La muerte le sorprendió a sus setenta y un años en los Estados Unidos de Norteamérica, nación que lo vio nacer, crecer, enseñar y colaborar. Desde aquí queremos rendir homenaje y enviarle nuestro pésame a toda su familia. Y la mejor forma de hacerlo ―o la única que sabemos― es expandiendo y fomentando su obra. 

  Hablar de Jack Ketchum (y pienso seguir utilizando el presente a pesar de que desde el 24 de enero su vida pasase a ser pretérito) es hablar de uno de los más controvertidos novelistas de todos los tiempos, además de ser uno de los autores más apreciados por nosotros, enfermos del splatterpunk y el gore.

  Su literatura es una de las más dificiles de asimilar, por su marcada violencia y un afán constante de explorar las facetas más oscuras del ser humano y los mecanismos de la injusticia social.

  El ejemplo más representativo es su libro The girl next door (La chica de al lado) de 1989, inspirado en la tortura y asesinato de Sylvia Likens. Se trata de una obra muy dura, plagada de momentos que pondrán a prueba la resistencia del lector por su crudeza y la malsana amoralidad que desprenden muchos de sus pasajes. He de decir que a mí me costó acabarla, supongo que debido a que empaticé mucho con las dos protagonistas, la adolescente Meg y su hermana tullida Susan. También porque al estar basada en hechos reales, las violaciones y vejaciones descritas en la obra, perpetradas al principio por una familia de acogida, y más tarde por el barrio entero, cobran una dimensión difícil de manejar para cualquier individuo medianamente sano. ¿Cómo es posible que este tipo de cosas ocurran de verdad? ¿En qué pensaban estas personas -idénticas a cualquiera de vuestros vecinos- cuando cometieron semejantes aberraciones con un semejante? Es un misterio que ni los mismos investigadores de la época consiguieron resolver.

  Llegados hasta aquí, queda claro que Jack Ketchum es de esos escritores que te cogen por el cuello para golpearte luego con su historia. No quiero hacer aquí una apología ostentosa del splatterpunk, pero quiero matizar ciertos detalles que me llaman mucho la atención de la trayectoria de Ketchum, y que lo señalan como un escritor distinto, inteligente y especial.

  Desde su infancia fue un apasionado de los cómics y de los libros de terror. Se graduó en la escuela de Livingston en 1964. En su adolescencia se hizo amigo del escritor Robert Bloch, autor de Psicosis, que se convirtió en su mentor. Antes de publicar su primera novela trabajó como actor, comerciante y maestro, incluso llegó a ser el representante literario de Henry Miller, el célebre autor de la novela Trópico de Cáncer.

  Su ópera prima, Off Season (Al acecho-1980), fue condenada por la prestigiosa revista The Village Voice, acusada de difundir pornografía violenta, a pesar de que la obra se publicó bajo una versión censurada. Sin embargo, Stephen King se desvivió en elogios hacia su compañero de letras, convirtiéndose en uno de sus máximos defensores y, con el tiempo, en uno de sus mejores amigos.

  A día de hoy, la edición revisada y sin censurar de Off Season, es uno de los pilares fundamentales en los que se apoyan los escritores splatterpunk. Sobre todo porque es una obra que dignificó el género y lo elevó a otro nivel. Cuando hablo de literatura con la gente, siempre les digo que pagaría por ver una versión cinematográfica de Off Season, realizada por alguna productora francesa sin miedo a la censura. Quizá bajo la batuta del director Xavier Gens «Frontière(s)», Pascal Laugier «Martyrs», o Julien Maury y Alexandre Bustillo «À l'intérieur», o incluso ―por qué no― el mismísimo Gaspar Noé «Irréversible». Sería algo memorable de ver en la gran pantalla. 

  Jack Ketchum incluso se atrevió con literatura sobre el viejo Oeste, regalándonos The Crossings (Al otro lado del río), una novela corta donde narra las peripecias de una chica mexicana, que quiere rescatar a su hermana y vengarse de sus captores. Es una historia al más clásico estilo del wéstern de los años dorados del pulp, aderezado con elementos y recursos del horror moderno. The Crossings, en opinión de Stephen King (ya es la segunda vez que lo nombro), es el mejor libro de su carrera: «Ketchum se ha convertido en una especie de héroe para todos aquellos que escribimos relatos de terror y suspense. Es sencillamente uno de los mejores del género».

  Ketchum es de los pocos escritores que no tiene una mala novela, son todas muy disfrutables (mejoran con la relectura), y si te gusta el gore te van a fascinar. Aunque seguramente os estaréis preguntando por qué cito solo tres títulos. ¿Qué pasa con el resto de obras? ¿Ha escrito Jack Ketchum más libros? Por supuesto, y como acabo de decir, toda su bibliografía es y será siempre una fuente de inspiración, pero por desgracia muchos de sus títulos están sin traducir al castellano.

  ¿Quién sabe?, puede que algún día, nuestra suerte cambie y podamos volver a leer otra novela suya en español. Hasta que eso ocurra, seguiremos imaginando a un Jack Ketchum transgresor asomado a cualquiera de sus macabras historias. ¡Adiós amigo! Serás siempre nuestro motor estés donde estés. Te queremos.