viernes, 26 de abril de 2019

El origen de las psicofonías




¡Abrimos nueva sección dedicada al mundo del misterio y la investigación! Y qué mejor que por la mano de nuestro colaborador Jorge Ríos, director del programa Informe Enigma, en radio Platja d´aro y el espacio Enigma en la onda, de Onda cero Menorca, además de investigador y colaborador en varios medios. Si todavía no conocéis a Jorge, esta es vuestra oportunidad. Y si tampoco conocéis el mundo de la transcomunicación, tenéis un motivo más para hacerlo ahora. 



  

  Cuando hablamos del mundo de la parapsicología, las dos primeras palabras que se nos vienen a la cabeza son “fantasmas” y “psicofonías”. Aunque tendemos a asociar ambas cosas, recientes experimentos han arrojado luz sobre la teoría de que no son necesariamente conceptos inseparables.

  La pretensión de este artículo no es otra que la de profundizar en el origen de los EVP (Fenómenos electrónicos de voz), más conocidos como psicofonías. Dicho fenómeno ha adquirido popularidad gracias a ciertos espacios televisivos. Sin duda, este es uno de los misterios más esquivos e irresolubles. Sólo podemos especular sobre su procedencia a través del contenido de los mensajes que nos hacen llegar esas curiosas voces metálicas y, en ocasiones, ininteligibles. 

  Si hay algo en lo que la mayoría de investigadores y estudiosos del tema coinciden es precisamente en que el origen de estas voces que, en ocasiones, interactúan con los investigadores es imposible de definir. Conocemos de sobra el enunciado de la ley de causa y efecto: "Todo en el universo tiene una causa específica; no hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, y la magnitud de un efecto es equivalente a la importancia de la causa que lo generó. Este principio actúa sobre todos los planos de energía: materia, mente y espíritu”. Al disponer únicamente de lo que llamaríamos efecto, deberíamos buscar la causa u origen en otro plano dimensional. Quizás este mismo planteamiento fuera el que desató la curiosidad del pintor, músico y productor documental sueco Friedrich Jürgenson, pionero en el estudio de las EVP. Pero atribuir a Jürgenson el descubrimiento de este fenómeno es un gran error, ya que muchos antes que él se habían topado de frente con estos registros. 

  La palabra psicofonía, está compuesta por las raíces “psique” y “fono”, aludiendo a su origen psíquico. Sin embargo, otros investigadores prefieren usar el término parafonía, acuñado por el Dr. Germán de Argumosa. Este conocido investigador, creía que las voces registradas no eran originadas por la mente humana, sino por entidades asociadas al mundo de lo paranormal. ¿Pero qué es realmente una psicofonía? Podíamos decir que es un sonido o voz que refiere acontecimientos pasados o recrea escenas concretas. Son imperceptibles para el oído humano y la única forma de captarlas es mediante la grabación con aparatos electrónicos. Los registros obtenidos a lo largo de la historia son variados, hemos podido escuchar voces masculinas, femeninas e incluso infantiles. También sonidos de animales u otros de origen artificial como el de aviones o armas de fuego. Todos y cada uno de estos audios presentan diferencias en cuanto a velocidad, tono o timbre.

  Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿cuál es la verdadera naturaleza de estos registros? 




Un breve repaso por la historia 

  Como ya hemos citado más arriba, la historia sitúa su origen en las investigaciones del pintor, músico y productor Friedrich Jürgenson, quien descubriría el fenómeno en el verano de 1959. Pero si echamos la vista atrás en el tiempo, nos daremos cuenta que ya hay referencias de otros grandes investigadores que se toparon con estas voces o sonidos que, según algunos, proceden del otro mundo. 


1- Nicola Tesla y Marconi

  Es de sentido común imaginar que, tratándose de voces electrónicas, la primera persona que pudo conocer de cerca este fenómeno fue sin duda el inventor de la radio. Cuando buscamos el nombre del creador de tan revolucionario aparato, encontramos el de Guglielmo Marconi. Sin embargo, ha quedado demostrado que el primer aparato de radio fue inventando realmente a finales del siglo XIX por el olvidado genio Nikola Tesla. Sin embargo, Marconi jugó mejor sus cartas y patentó el descubrimiento en 1902, consiguiendo así el premio Nobel de Física en 1909. Más allá de esta lucha de egos, no hay duda de que ambos eran grandes visionarios y se toparon de frente con lo desconocido gracias a sus investigaciones con tan revolucionario invento. Tampoco les dieron la debida importancia a los sonidos y voces extrañas interceptadas por este aparato. El mismo Tesla se atrevió a asegurar que estas interferencias procedían de otro planeta. Pero, quizás, fuesen los primeros en escuchar las llamadas voces del más allá.



Nikola Tesla



Guglielmo Marconi



2– Thomas Alva Edison 

  De los 1003 inventos patentados por Thomas Alva Edison, hubo uno en concreto que nunca llego a ver la luz y llamó bastante la atención. Se trataba de un teléfono para hablar con los espíritus. Según afirma Nikola Tesla en sus diarios, Edison ideó este ingenio cuando supo por terceras bocas que Tesla había estado recibiendo voces y sonidos extraños a través de las ondas de radio. Edison se burló públicamente de Tesla, pero según el Dr Miller, su asistente, creía realmente que el croata había encontrado la manera de poder comunicarse con los muertos. Edison falleció sin descubrir el secreto de Tesla y sin llevar a cabo su prodigioso invento. 



Thomas Alva Edison




3– Ferdinando Cazzamalli 

  Fue un Neurólogo Italiano que dirigió un hospital psiquiátrico. Realizó un sinnúmero de experimentos entre los años 1923 y 1925. Encerró a varios pacientes en una jaula de Faraday con un aparato de radio, a fin de averiguar cómo influía la mente humana en este tipo de ondas magnéticas. Estas personas produjeron aparentemente ruidos audibles en los transmisores. Cazzamalli dedujo de ahí, que el cerebro en ciertas condiciones puede producir ondas cortas, que denominó ondas radiocerebrales. Algo que ya planteó un científico ruso, el Dr. Betcherew (1857-1927), cuando aseguró que las ondas cerebrales podrían ser portadoras del fenómeno telepático. Sin embargo, este experimente tampoco pudo asegurar el origen de las misteriosas voces. Con los años creó la SIM, Sociedad Italiana de Científicos Metafísicos.



Ferdinando Cazzamalli



4 - Padre Ernetti y Padre Gemelli 

  Estos dos sacerdotes se interesaron por el fenómeno psicofónico por casualidad, en el año 1952. Su intención era cambiar el formato de unos antiguos cantos gregorianos, concretamente de un grabador de alambre a uno de cinta. 

  Tras varios intentos, el alambre del que contenía la melodía original se rompió varias veces, por lo que los sacerdotes llegaron a pensar que no podrían conseguirlo. Desesperado, el padre Gemelli, miró al cielo y pidió ayuda a su padre fallecido. La sorpresa vino cuando al rebobinar la cinta se pudo escuchar claramente la voz de su difunto progenitor diciendo: “Claro que te ayudare, estoy siempre contigo”

  Estupefactos, los dos sacerdotes volvieron a repetir la grabación y, para su sorpresa, se grabó un nuevo mensaje: 


  “Pero Zucchini, está claro, ¿no sabes que soy yo?"


  Zucchini era un expresión cariñosa que utilizaba el padre del clérigo. Esto cambió para siempre la vida y las creencias del padre Gemelli, quien llegó a explicar los hechos al papa Pio XII. Para su sorpresa, el Sumo Pontífice lo tranquilizo diciéndole: “Estimado padre Gemelli, realmente no tiene que preocuparse por esto, la existencia de esta voz es un hecho estrictamente científico y no tiene nada que ver con el espiritismo. La grabadora de audio es totalmente objetiva. Recibe y graba ondas de donde quiera que procedan. Este experimento sea tal vez una piedra angular para el desarrollo de estudios científicos que reforzarán la fe de las personas en el más allá”. 

  Estas declaraciones se hicieron públicas en 1986, año en que el padre Ernetti concediera por primera vez una entrevista a la revista italiana “Oggi”, donde contó lo sucedido en 1952.



Gemelli con el padre Pio XII



5- Friedich Jürgenson 

  Como ya hemos dicho al principio, nos encontramos ante el caso más popular y conocido. Todo comenzó, supuestamente, cuando en la primavera de 1959 Jürgenson se encontraba junto a su mujer Mónica en una casa que habían alquilado para pasar el fin de semana. Sacó un micrófono por la ventana con la intención de grabar a un pájaro pinzón que se había posado en el alféizar. El aparato utilizado en este caso era un pequeño magnetofón, con el cual hizo varias grabaciones. Una vez terminó de grabar, reprodujo las cintas y en principio no encontró ninguna anomalía. El sonido de los pájaros se escuchaba perfectamente pero, pasados unos minutos, se dio cuenta de que lo que escuchaba era a alguien imitando el sonido de las aves. Las tomas quedaron estropeadas por un buen número de voces. Pero si algo le dejó petrificado fue descubrir que una de esas voces hablaba en noruego. Pensó que en el bosque había alguien más, así que decidió volver a repetir el experimento. Esta vez prestaría atención para que nadie pudiera colarse en las grabaciones. De nuevo, al reproducirlas escuchó una voz junto al sonido de los pájaros. se escuchaba perfectamente, y reconoció que se trataba de su madre fallecida refiriéndose a él con un apodo cariñoso que nadie conocía, Friedel.


  "Mi pequeño Friedel… ¿Puedes oírme?"


  Desde ese momento el mundo de la transcomunicación instrumental dio el pistoletazo de salida y se popularizó. Muchos son los investigadores que han asegurado que en su lecho de muerte, Jürgenson aseguró que no se topó con el fenómeno psicofónico por casualidad, sino que había escuchado tiempo atrás lo acontecido a los sacerdotes Gemelli y Ernetti, y que esto le animó contactar con el otro lado. 


Friedrich Jürgenson



  Sea como fuere, queda patente que el fenómeno psicofónico no es algo inventado por el hombre, pero sí descubierto por obra y gracia de la tecnología y el progreso. En este artículo hemos hecho mención a los casos más conocidos por el público, pero hubo muchos otros que también se toparon con estas extrañas voces. Incluso en la Primera y Segunda Guerra Mundial fueron célebres, ya que siempre había algo de procedencia desconocida que intercedía en las comunicaciones así como en los procesos de desencriptación de los mensajes del bando enemigo. Algo que sigue siendo desconcertante y que, aún a día de hoy, no podemos explicar. 







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