viernes, 11 de diciembre de 2020

Ghost Story: ruidos extraños al final de la escalera

 





¡Viernes literario! Caosfera no podía faltar a su cita de cada viernes y esta semana contamos con una colaboración deluxe: Francisco Negrete (El conde de Betancourt), a quien ya os presentamos en una larga e interesante entrevista que podéis leer aquí, nos regala un extenso artículo en el que disecciona al completo la idiosincrasia de la llamada Ghost Story tradicional. Al final de este artículo tenéis los enlaces de sus respectivos espacios donde podréis encontrar interesantes críticas literarias y estudios de las mejores obras de género.




Hablar para mí de este estilo literario en su estado más puro y bruto (en el buen sentido) supone echar una mirada rápida hacia un puñado de autores consagrados dentro del género: M. R. James, Wilkie Collins, Edward Frederich Benson, Henry James, William Wymark Jacobs, Charles Dickens, Bram Stoker, Joseph Sheridan Le Fanu, entre otros. 

  La lista de estas personalidades es bastante extensa, ciertamente, tomando en cuenta que la mayoría de ellas son de un muy obvio origen anglosajón e irlandés; una región que posee una amplia gama de tradiciones terroríficas desde los tiempos de Horace Walpole, Matthew Lewis y compañía. Siempre he dicho, y no me cansaré de repetirlo, que a la Ghost Story siempre habrá que leerla como unos bien portados caballeros. 

  Un libro que por regular me gusta citar para ocasiones como estas, aunque he tenido poco contacto con él, debido a las limitantes que supone comercializarlo en las tierras de Los hijos del Sol, es Classic Ghost Stories editado por la Dover Publications en el remoto año del 2012; un tomo que, según sus descripciones, intenta ser una antología rica en detalles e incidentes macabros. Compila todas esas figuras que, por varios años, aterrorizaron a los ciudadanos ingleses ya sea a través de autopublicaciones o apariciones en revistas. 

  Aquí podremos encontrar varias obras imprescindibles tales como Explicación de algunos disturbios extraños en la calle Aungier del propio Le Fanu, en el que dos jóvenes, ambos estudiantes de medicina, alquilan la vivienda de un tío con el único propósito de estar más próximos a sus aulas y diversiones, sin siquiera sospechar que estarán bajo el constante acecho de un juez; o de igual manera, en El fantasma perdido de Mary E. Wilkins, apreciaremos la historia sobre una presencia infantil y perturbadora que infunde miedo y malos presagios a todos aquellos con los que ha de toparse. 

  Me gustaría hacer un pequeño paréntesis para hablar con más atención de un autor que ya he mencionado anteriormente: Joseph Sheridan Le Fanu o El príncipe invisible, como también se le conocía. Una persona de evidente carácter melancólico y a quien a menudo se le atribuye ser el padre del género. Abogado de profesión, su pasión por las letras terminó por ponerle a la cabeza de la Dublin University Magazine en 1861. El mismo M. R. James solía referirse a Le Fanu de la siguiente manera: «absolutamente está en el primer lugar como un escritor de historias de fantasmas». Tal elogio no es para menos, ya que si prestamos atención a uno de sus trabajos más famosos llamado In a Glass Darkly, o Los archivos del doctor Hesselius, tal y como se le conoce en nuestro idioma, podremos comprobarlo con narraciones del calibre de Té Verde, Carmilla o El familiar (el favorito de M. R. James). Otras entregas igualmente importantes a destacar serían El fantasma y el colocahuesos, El espectro de Madame Crowl, El gato blanco de Drumgunniol y Schalken el pintor, mi favorito. Aunque claro, no sería hasta la aparición de la novela de El tío Silas, con la que Le Fanu se ganara por fin ese grado de honor que lo convertiría en el más famoso escritor de esta tradición. 

  Una novela corta que se sale un poco de esta estética, aunque no del todo, es una de las obras más famosas de Robert Louis Stevenson llamada El ladrón de cadáveres, un clásico imperdible donde dos personajes de dudosa moralidad conocidos como Fettes y el doctor Wolfe Macfarlane no se tentarán el corazón al momento de profanar las tumbas para llevar a cabo sus prácticas de anatomía. Aunque si de inspirar temor se trata, supongo que el relato de Janet la torcida es un exponente bastante más ligado al canon, debido a que el protagonista se mirará acosado de una manera mucho más constante por apariciones espectrales. 

  A partir de este punto es que la cosa toma un rumbo un poco más orientado hacia los autores de culto al atreverme a nombrar a Wilkie Collins: un profundo admirador de Mrs. Radcliffe y amigo íntimo de Charles Dickens, otro escritor que ya nombraré más adelante. Classic Ghost Stories incluye entre sus páginas el cuento de La señorita Zant y el fantasma en el que, durante una caminata por el parque, un padre y su hija atisban a una inusual mujer vestida en sombras y cuyo aura no hace más que despedir un halo de misterio sobrenatural. 



ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES AUTORES DE GÉNERO



Henry James
                             
Charles Dickens

Bram Stoker


Matthew Lewis

 

Mary Shelley

 

 




  Y es que es precisamente Charles Dickens, si me lo preguntan, alguien a quien quizás pueda parecer extraño que lo incluya dentro de este grupo. El tomo de El guardavías y otros cuentos de fantasmas publicado por Valdemar nos ha dicho que, últimamente, se le ha reconocido a esta leyenda la importancia de incluir bastantes elementos macabros en su obra. Resulta muy curioso que narraciones que a nuestros ojos hoy podrían parecernos tontas como Un cuento de Navidad, sean el ejemplo más rápido al que pueda recurrir (misma obra que han prostituido de manera abismal junto a El príncipe y el mendigo de Mark Twain); sin embargo, si queremos tomar un ejemplo que realmente nos inspire miedo, supongo que el mismo cuento de El guardavías sería el más apropiado dado que los aspectos del otro mundo torturan al protagonista de una manera hartamente psicológica. Es un hecho que muchas de estas entregas fueron publicadas durante las vísperas de Nochebuena, por lo que ya saben qué hacer en esos tiempos dedicados al amor, la paz y el nacimiento de Nuestro Señor. 

  A partir de aquí me pongo serio, puesto que hablar de Edward Frederich Benson no es cosa de risa. Si bien no poseo el material que quisiera referente a este escritor, eso no significa que no sea capaz de hablar de él. Benson abordó el concepto de lo fantasmagórico a partir de elementos propios de la creciente modernidad del siglo pasado con los relatos de La confesión de Charles Linkworth, La reconciliación y Monos. 

  Posiblemente, dadas mis limitantes, estaría dejando fuera ciertas curiosidades que no vendría mal mencionar. El alquiler espectral, de Henry James, trata sobre un joven sin escrúpulos que descubre una casa embrujada ubicada en los límites de la ciudad; La habitación que silbaba, de William Hope Hodgson, nos pone en la piel de Carnacki, su cazador de fantasmas, en una misión en donde tendrá que encarar al espectro del castillo de Iastrae que no deja en paz a sus habitantes; Las tres hermanas de William Wymark Jacobs (el creador de la célebre Pata de mono) expone una premisa de venganza y avaricia entre un trío de señoritas en donde el humor más cruel y los fantasmas danzarán sin parar; Había un hombre que vivía junto a un cementerio, de M. R. James, se desarrolla durante el periodo Isabelino y nos cuenta la forma tan tortuosa en la que un espectro (delgado, enano y peludo tal y como él solía describirlos) atormenta a un desgraciado ladrón de tumbas; y por último, La casa del juez de Bram Stoker, donde un estudiante que necesitado de paz y tranquilidad, alquila en su ignorancia una casa habitada por el espíritu demoníaco de un señor justicia. 






  Para concluir, cabe mencionar que sería imposible nombrar, en tan poco espacio, a una escuela en donde hubo una cantidad abrumadora de escritores. Es tanta la variedad, de hecho, que varios se convirtieron en meros clichés hasta el punto de ser referidos como parodias por Frank Belknap Long en Los devoradores del espacio. No abrigo la menor duda de que esto pueda ser cierto, dado que varios de estos representantes aún hoy son un tanto olvidados; empero, poco a poco han comenzado a surgir de entre los rincones más oscuros del mundo al igual que los aparecidos que por tanto tiempo fuesen sus modelos estéticos. 




Referencias: 


Briggs, Julia (1986). "James, M(ontague) R(hodes)". In Sullivan, Jack, ed. The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural. New York: Viking. pp. 233–35. ISBN 0-670-80902-0 


Classic Ghost Stories. Dover Publications. United States. 2012. ISBN: 0486404307. ASIN: B00A62HA3M. 


Los archivos del doctor Hesselius. Valdemar. Madrid, España. 2002. ISBN-10: 847702412X. 


La habitación del «Dragón Volador» y otros cuentos de terror y misterio. Valdemar. Madrid, España. 2015. ISBN: 978-84-7702-798-0. 


El tío Silas. Siruela. Madrid, España. 1988. ISBN-10: 84-85876-94-6. 


El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde y otros relatos de terror. Valdemar. Madrid, España. 2003. ISBN-10: 84-7702-426-X. 


El guardavías y otros cuentos de fantasmas. Valdemar. Madrid, España. 2012. ISBN: 978-84-7702-727-0. 


Cuentos de Navidad. Penguin Clásicos. 2016. ISBN-10: 8491052046. ISBN-13: 978-8491052043. 


El santuario y otras historias de fantasmas. Valdemar. Madrid, España. 1999. ISBN-10: 84-7702-270-4. 


Corazones perdidos. Cuentos completos de fantasmas. Valdemar. Madrid, España. 2014. ISBN: 978-84-7702-765-2. 


Carnacki, el cazador de fantasmas. Valdemar. Madrid, España. 2011. ISBN: 978-84-7702-694-5. 


Henry James: 13 cuentos de fantasmas. Valdemar. Madrid, España. 2000. ISBN: 978-84-7702-674-7. 


Bram Stoker: Cuentos completos. Páginas de Espuma. Madrid. España. 2018. ISBN: 978-84-8393-242-1. 


La pata de mono y otros cuentos macabros. Valdemar. Madrid, España. 2000. ISBN-10: 84-7702-313-1. 


Cthulhu. Una celebración de los mitos. Valdemar. Madrid, España. 2015. ISBN: 97884-7702-787-4.




ENLACES DE INTERÉS







No hay comentarios:

Publicar un comentario