viernes, 23 de noviembre de 2018

Entrevista a Juan Enrique Soto Castro



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Juan Enrique Soto Castro, doctor en psicología, Inspector Jefe del cuerpo Nacional de Policía, Director de la Sección de Análisis y conducta, además de escritor, responde hoy nuestras preguntas.Y hablamos, como no, de psicología, de reinserción social, de crímenes, de literatura y de un largo etc. Una extensa y más que interesante entrevista que no os podéis perder  por nada del mundo...





1. Además de doctor en psicología, es usted jefe de la Sección de Análisis de Conducta, fundada en el año 2000. ¿De dónde viene su interés por la psique humana? 

Esa es una pregunta complicada. Bien empezamos. Elegí estudiar Psicología como primera opción. Supongo que como otros muchos, pensaba aplicármela a mí mismo. Han pasado varias décadas y no he avanzado mucho en el análisis personal, pero me ha abierto caminos para el análisis del comportamiento del resto de personas, jeje. 

  El caso es que ya era psicólogo cuando entré en la Policía, con lo que las posibilidades de aplicar esta ciencia a la investigación criminal fue una realidad desde mi primer destino, hace más de veinte años. 



2. Como psicólogo criminalista, ¿qué respondería usted a la famosa y polémica pregunta sobre si el delincuente nace o se hace? 

Es imposible separar la genética del ambiente. Generación tras generación se transmite información biológica a través de los genes que sólo mediante la activación correspondiente, y en gran medida por la influencia del ambiente, se convierte en lo visible, mucho de ello a  través de la conducta. La frase creo que debería ser otra: en determinadas circunstancias, cualquier persona es capaz de cualquier cosa. ¿Qué no haría un padre o una madre por su hijo en una situación límite? 



3. ¿Diría que los procesos de reeducación social y de reinserción son efectivos? 

En general, sí. El problema está en que cada persona tiene sus propias circunstancias, sus desencadenantes y sus influencias (genéticas y ambientales). Si el proceso no logra adaptarse completamente a esos requerimientos, puede que fracase. En la incapacidad del sistema por adaptarse a cada individuo es donde veo yo la fuente de los fracasos que a veces se producen. Tratar a todos igual no es lo más aconsejable. 



4. ¿Propondría usted algún otro método alternativo a estos procesos que asegurase una efectividad del 100%? 

Si lo conociera, ya lo habría compartido. 



5. Y hablando de métodos, es usted creador de una severa metodología deductiva conocida como método V.E.R.A. Mediante este método, su equipo ha participado en la resolución de varios crímenes. Háblenos de la base y características de esta metodología. 

Es un método que pretende mantener controlado el proceso lógico de elaboración de hipótesis. Otorga un código sencillo a cada dato que se emplea y ese código permite rastrear cada una de las inferencias que se realiza. 

  Cada día quedo más sorprendido de las repercusiones que tiene el método. Según va siendo conocido, se aplica en ámbitos tan distintos como la Psiquiatría o la Inteligencia Artificial, pasando, por supuesto, por la investigación criminal. 



6. Explíquenos también el concepto de evidencia conductual y huella psicológica como herramientas fundamentales en el proceso de investigación. 

La materia prima del analista de conducta es… la conducta. Cada comportamiento puede tener repercusión visible en el entorno. Piénsese en una escena del delito cuando el cadáver es encontrado con evidentes signos de violencia. Cuando digo “evidentes signos de violencia” me refiero, obviamente, a indicios físicos que hacen pensar en conductas determinadas. Eso es una huella psicológica o evidencia conductual. Es el rastro de que se ha producido un comportamiento. Lo malo de este material es que siempre será inferido, no es físico como lo puede ser un rastro de sangre o una vaina percutida. Lo bueno es que siempre, pero siempre siempre, hay conducta (no siempre hay vainas, más jeje). 



7. El fallecido Robert K. Ressler formuló una clasificación de los asesinos en serie que comprendía dos vertientes: los organizados, que utilizan secuencias lógicas, y los no organizados, sin lógica y con problemas psiquiátricos. ¿Está de acuerdo con estos paradigmas? 

Están ya superados, como los mismos miembros del FBI especialistas en análisis de conducta saben. No hay rasgos puros y el propio Ressler tuvo que incluir la categoría mixta. No obstante, esta clasificación forma parte del comienzo de una disciplina a la que le debo mucho. Ressler, al que conocí en persona y me hizo alguna confidencia al respecto de nuestro trabajo, será siempre el referente en el criminal profiling.



8.¿Cuáles son los rasgos que calificaría usted como genéricos en cualquier perfil criminal? 

Ahí sí que soy taxativo: cada caso es único y cada vez que investigo un caso me lo digo una y mil veces. Cada caso es único, cada caso es único, cada… 



9. Ha redactado obras literarias y otras de corte científico y divulgativo, que le han proporcionado diferentes premios y colaboraciones en varios medios. ¿Cuál de estas dos vertientes le resulta más gratificante? 

No puedo separarlas aunque las obras científicas han tenido más repercusión que las literarias. El Manual del Método V.E.R.A sigue siendo superventas en su disciplina, va por su segunda edición y le espera mucho recorrido. Sin embargo, las obras literarias me proporcionan esa salida terapéutica que supone el desligarse de vez en cuando de la realidad y abrazar al cuenta cuentos que me hace vivir mundos imaginados. 



10. Si nos centramos en el terreno científico, además de lanzar un manual de investigación del delito que explica en profundidad el método V.E.R.A, del cual nos habló anteriormente, se ha introducido en el ámbito del terrorismo yihadista con su obra Humillación y agonía. ¿Qué fue lo que le llevó a introducirse en estos terrenos tan abruptos?

Son abruptos, sí, pero son conducta también. La razón fue intentar comprender cómo unos asesinos metódicos y despiadados eran capaces de crear una estrategia implacable a través del horror. En la medida en que traté de desentrañar sus métodos y las motivaciones que había detrás de ellos, lograba combatir sus presupuestos y dar argumentos para una correcta contra narrativa, hoy por hoy una herramienta fundamental para combatir este terrorismo tan brutal. 



11. Sus novelas El silencio entre las palabras, Molino de Sangre y La barca voladora, son obras dotadas de conflictos psicológicos, realismos y perfiles psicológicos bien trabajados. ¿Cuál de ellas diría que es la más lograda? 

El silencio entre las palabras fue la primera y eso la hace muy especial. Fue muy cuidada y sus conflictos psicológicos los podría tener cualquiera de nosotros. La barca voladora, no me preguntéis por qué creo que tiene lo necesario para convertirse en una obra de culto porque tiene múltiples lecturas. No sabría decir si es una novela de aventuras filosóficas o una obra de filosofía aventurera. En cualquier caso, su proceso creativo aún me sigue asombrado. Molino de sangre es un recopilatorio de relatos ambientados en la batalla de Verdún, durante la Primera Guerra Mundial y en ellos lo que menos hay es guerra, aunque sí mucha humanidad, o, al menos, eso pretendí. 



12. Háblenos brevemente de cada una de ellas y de lo que pretenden transmitir. 

Como ya contesté a esto en la pregunta anterior, la completo con las dos novelas siguientes, El espectro de Ileón Jacq (La Fábrica de Sueños, 2017) y El Museo del Olvido (Baile del Sol, 2018). La primera fue ganadora del Primer Certamen de Novelas de Terror La Fábrica de Sueños y es terror psicológico (vaya sorpresa). Un joven enfermo se hace cargo de una mansión heredada en una isla inhóspita. En la casa, tras un muro, encuentra un diario escrito por un loco, al parecer, y que narra hechos inenarrables (¡toma eso!). Esta narración le introduce en un mundo donde le cuesta distinguir lo real de lo fantástico, la vigilia de la pesadilla, la vida de la muerte. Muy a lo Allan Poe. 

El Museo del Olvido es mi primera (muchos dijeron: ¡por fin!) incursión en la novela negra. De hecho, los protagonistas son un analista de conducta veterano y un inspector de policía, que tendrán que luchar contra sus propios demonios a la vez que trata de descubrir a un asesino en serie que lleva matando más de cuarenta años. Técnicamente, es mi mejor novela y creo que le queda mucho por ofrecer. Es el comienzo de la que espero sea una fructífera saga. 



13. Y ya por último, cuénteme los futuros proyectos en los que está embarcado. 

Escribo esto un miércoles 21 de noviembre. Este viernes, por tanto, sale publicada una nueva novela, también de género negro, titulada El abismo, en una editorial tan original como prometedora, Black & Noir, con novelas exclusivas para leer en el smartphone y por entregas semanales. Aporta aún más original porque cada entrega semanal se acompaña de vídeos y material extra sobre los autores de las novelas, de tal modo que el lector no solo lee una historia, sino que se introduce en el proceso creativo y los secretos mejor guardados de sus autores. Me hace muchísima ilusión. 

  ¿Futuro? Soy Mister Proyectos, es decir, un montón de ellos en la cartera y poco a poco los trabajo hasta que uno me engancha del todo. Incluye trabajo científico, que no puede faltar, literario novelero, algún que otro ensayo y hasta Batman anda por ahí metido. Ilusión y más ilusión.




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