viernes, 16 de diciembre de 2022

Historias de Dämon Schwarze & Ópal Mond Volumen 7




¡Nuestro Sergio Vargsson regresa de nuevo a Caosfera! Como no, nos trae un nuevo capítulo de nuestra saga favorita. Esta vez tenemos mucho erotismo, una auténtica subida de tono...



¿Cuántas criaturas que la raza humana no conoce acoge la noche en su seno...? ¿Y cuantas de ellas son tan ajenas a la humanidad que de vivir en el mismo plano irresistiblemente causarían el colapso de la sociedad tal y como la conocemos hoy en día...?

    Hechas estas consideraciones, podemos pasar a los saludos. ¡Buenas noches, monstruitos y monstruitas...! una vez más soy yo, Dämon Schwarze, el ser más morboso y oscuro de este cementerio... que, llega a vosotros para relataros una nueva historia. Así que, acomodaos a mi lado en el interior de este viejo panteón, abrid bien vuestras orejas y disfrutad de cada palabra...

    Lentamente, aparté la mirada del marfileño círculo de la luna y echando mi mano hacia atrás ahuequé mi frondosa cabellera granate. Una leve brisa fresca pareció llegar de todas partes y de ninguna a la vez, para hacer ondear el leve camisón negro que cubría mi cuerpo. Los largos dedos del viento, como los de un amante etéreo, apretaron la vaporosa tela sobre mi silueta, delineando en el leve contraluz lunar mi breve cintura y mis largas piernas rematadas por anforadas caderas. Me estremecí agradecida de que el suave soplo de aire evaporara las pequeñas gotas de sudor que como joyas, constelaban mi suave piel en esta calida noche de agosto.

    Crucé los brazos sobre mis macizos pechos, redondos, suaves, con los pezones enhiestos y marcados que presionaban contra el fino tejido. Posé mis manos en mis redondos hombros, abrazándome... entrecerré la ardiente mirada de mis ojos verde jade intenso y al hacerlo, evoqué mi vida en los últimos años. Dejé vagar mi vista por los campos extendidos por nueva Inglaterra. La verdad, es que no había vuelto a Dunwich desde los extraños días de mi infancia. Al recordarlos, mi mente parecía salir de una extraña niebla y mostrar cada vez los detalles más claros, como una película antigua a la que se somete a reenfoque al proyectarla...

    Por lo que yo puedo recordar, mi madre era tan parecida a mí, que si estuviera viva hoy en día, probablemente, pareceríamos hermanas de una misma familia en lugar de madre e hija... oh sí!, la recuerdo alta y majestuosa. Vestida usualmente de negro, un unas altas cejas delineadas que enmarcaba unos ojos tan extraordinarios cono inteligentes. Con una figura espléndida a pesar de su edad y un cerebro privilegiado. Mi madre, estaba probablemente a un nivel que sus conciudadanos no alcanzarían nunca. Quizás fue por esto, o bien por el aire regio que revestía hasta el más mínimo de sus gestos, por lo que todo el mundo la solía llamar “la Duquesa”...

    Viuda desde muy temprana edad, mi madre era usufructuaria de enormes recursos financieros probablemente heredados de mi padre. Bienes, que nos permitían llevar una vida acomodada y sin fatigas. La familia de mi padre, por lo visto, había sufrido una extraña afección (alguna especie de virus desconocido que alguno de sus miembros había contraído en tierras extrañas), que la había extinguido progresivamente hasta no dejar más que a mi padre con vida, de forma que, al morir éste se extinguió con el linaje familiar. En cuanto a la familia de mi madre, residía toda en Europa, por lo que no pude conocerla hasta que mis viajes de estudios me llevaron allí.

    ¡Pero estoy divagando...! decía yo, que mi madre tenía una posición económica desahogada. Posición que parecía funcionar por si misma, dado que jamás vi a mi madre tomar una decisión de negocios. Una vez al mes se recibía en nuestra casa la visita de un extraño personaje al cual yo, había identificado siempre con una especie de secretario abogado que nos aportaba grandes cantidades de dinero en efectivo que servían para el pago de los criados y el sostenimiento de la hacienda.

    Este oscuro personaje era un hombre de tez clara y extraños ojos de un color indefinido entre el verde y el marrón. De estatura más que mediana y ancho de espalda. Su pelo, era de un tono rubio poco corriente y vestía siempre de negro. Parecía tener una edad comprendida entre los 25 y 35 años y jamás, por más años que pasaran, le vi envejecer ni un día. Recuerdo que un día cuando yo tenía seis años, entré en el despacho donde él y mi madre estaban hablando y girándose hacia mí con una extraña y cruel sonrisa en los labios dijo...

    ¡No puede negarse que es de la familia... !

    A lo que mi madre, después de soltar una carcajada cristalina, me hizo salir del despacho mientras continuaban hablando.

    Al cumplir los ocho años recuerdo que uno de los criados me regaló un conejito blanco al que llamé “Wally” y al que tomé un gran cariño. Desgraciadamente, un mes después sucedió un incidente que me marcó profundamente. Al levantare una mañana no encontré a “Wally” en su jaula. Lo busqué por el jardín y lo encontré entre unas matas muerto. Tenía la garganta destrozada y su cuerpo fláccido y exagüe presentaba señales de haber sido lacerado por los colmillos de una bestia feroz. Uno de los mozos de las cuadras comentó que probablemente, el pobre animal, se había escapado de su jaula para caer en las mandíbulas de alguno de los perros de guardia que de noche se soltaban por la propiedad. El incidente se grabó perennemente en mi mente infantil, y desde entonces he sido incapaz de soportar la visión de conejos en sus jaulas sin que un estremecimiento me recorra de arriba a bajo.

    Más tarde, al cumplir los doce años, fui enviada a Europa para completar mi educación. Fui llevada a un internado muy exclusivo en Suiza, donde bajo una disciplina férrea, aprendí desde Geografía e Historia hasta Física Cuántica, sin olvidar Griego, Latín, Francés, Alemán y Ruso. Tampoco podía faltar la Literatura y Filosofía, de las cuales, me doctoré en ésta última.

    También aprendí cómo debe comportarse una señorita y a tocar el piano a nivel de concertista. De hecho, la directora del internado pareció tomarse mi educación como algo personal. Era una mujer muy atractiva y casi intimidante, que podría, perfectamente, pasar por la hermana de mi madre si no fuera por algunas sutiles diferencias. De todas formas si que había algo que compartían las dos. Mi directora llevaba siempre puesta una joya antigua igual a la que siempre había llevado mi madre. Se trataba de una cadena de plata en cuyos extremos estaban fijadas sendas trencillas de lo que parecía cabello humano. A la vez que unas pequeñas figuras en miniatura de lo que parecía un extraño lagarto bípedo y alado con la cara llena de tentáculos. Los ojos de cada una de las efigies brillaban con la ultraterrenal luz que les prestaban unas amatistas engastadas en las órbitas. El metal, daba la impresión de ser muy antiguo y de tener aleado algún mineral que no era de este mundo. Al final opté por pensar que muy probablemente la Directora y mi madre se conocían y que tal vez las dos joyas procedieran de una misma fuente.

    Lentamente pasaron los años de mi aprendizaje siendo el único contacto con mi hogar, las periódicas visitas de aquel extraño hombre de negro, que parecía ostentar una gran familiaridad con la directora del centro. Y por fin, al cumplir los veintiún años fui llamada al despacho de la directora. Dónde, en presencia de ésta, el extraño secretario de mi madre, me comunicó que puesto que había cumplimentado ya mi educación, se me iba a facilitar el dinero suficiente para que viera mundo y fuera presentada en sociedad. Podría viajar tanto como quisiera y cuando me casara, sólo tendría que llamar al internado y hablar con la directora, y ésta, lo arreglaría todo para adquirir una casa, un coche y lo que necesitara en la ciudad de Europa que yo deseara. La única condición era que debía de pasar al menos un año residiendo independientemente antes de volver a mi casa en Dunwich. Se me comunicó que esto se hacía para que aprendiera a dirigir mi vida yo misma después de tantos años de dependencia de los demás.

    Así lo hice, y me dediqué durante seis meses a viajar por todo el mundo. Visité sitios tan dispares como Río de Janeiro y el Tíbet o Kenia y los bosques de Canadá. A veces, en algunos de estos diferentes parajes, me parecía entrever portadas por mujeres de singular belleza, joyas iguales a la de mi madre. Pero, si alguna vez quise comprobarlo, me fue imposible puesto que sus dueñas parecían evaporarse entre el gentío.

    Al fin decidí establecerme y escogí como ciudad París. En esta ciudad seguí las instrucciones del hombre de negro y compre un apartamento doble con vistas al Sena. Conseguí establecerme como crítica de arte en una galería y comencé a frecuentar la noche parisina... Al cabo de un tiempo era ya muy conocida tanto por mi trabajo, como por mi reputación de joven heredera millonaria. Lo cual me abrió la puerta a fiestas exclusivas de altísimo nivel y, fue allí donde finalmente lo encontré.

    Se llamaba Nikonos Arbulaitis, pero todo el mundo lo llamaba Niko. Era un joven de veintisiete años, de tez muy morena y cuerpo que haría palidecer de envidia a Apolo. Llevaba el pelo algo más largo de lo normal y recogido en una coleta. Con su profundo color ala de cuervo, todavía hacía más sensual su cara mediterránea. Un anillo de oro en su oreja izquierda le daba un cierto aspecto piratesco. Unos ojos de iris negrísimos y una boca bien delineada hacían irresistible el conjunto. A todos los efectos, era el relaciones públicas de varios de los locales nocturnos más importantes. Pero, todo en su aspecto, su traje Armani, sus colonias caras y su forma de tratar a las mujeres decía su verdadera ocupación... “gígolo”...

    Yo, ya había tenido mis experiencias con los hombres, de hecho, el viaje alrededor del mundo me había servido para evidenciar que mi figura y rostro resultaban muy atractivos para los varones. De todas formas, Niko me sedujo como nadie lo había hecho hasta el momento. Me dijo, que todas las demás mujeres eran sólo una forma de mantenerse, que la infancia, carente de casi todo en las calles de su Creta natal, le había volcado a explotar su único capital en esta vida, su físico. Que al poco de cumplir los dieciséis años se había dado cuenta que le vida le había negado. Tan solo tenía que ser amable y, complacer a las mujeres.

    Sus planteamientos llegaron a mi corazón y acabé justificando su actitud. Casi sin saber cómo, me encontré tomando la última copa con él en mi apartamento. Hacía rato que estábamos sentados en el sofá cuando de pronto, se giró a medias hacia mí para darme la cara y se me acercó. Su larga melena cayó hacia la izquierda, aún no había contacto entre nosotros.

    ¿Me deseas? —¡dijo susurrante como el oleaje¿Quieres hacer el amor conmigo...?

        —¡Sí.

    Dije trémulamente. Noté una extraña anticipación que nunca antes había sentido. Miré al fondo de sus ojos mientras mi vientre se tensaba. Pasé mi lengua por los labios resecos y noté un extraño estremecimiento en la base de la columna.

    Él, no dijo nada más. Sentí más que vi la proximidad de sus brazos mientras me envolvían. Vagamente intuí el ardor desenfrenado de la música “blues” que asomaba de fondo justo un instante antes de que sus labio cubrieran los míos. Inmediatamente mi boca se abrió bajo la suya y noté, como nuestros cuerpos, también se apretaban por entero haciéndome generar calor entre los senos, en el vientre y la unión de mis muslos.

    Casi parecí arder cuando sus labios me acariciaron el largo cuello y recorrieron la superficie redondeada de la clavícula. Sus manos tiraron de la parte superior de mi vestido. Yo, le apliqué los labios al lóbulo de la oreja y lo cosquilleé con la lengua dando vueltas y más vueltas como la última gaviota hambrienta sobre el cielo nocturno de la playa.

    Me hizo levantar los brazos y el vestido salió fácilmente por arriba. Con una mirada apreciativa a mis pechos, se inclinó adelante para lamer las axilas y continuar muy despacio hacia los enhiestos y enardecidos pezones.

    Mis dedos, con desesperación y urgencia, lo despojaron de su camisa y bajaron la cremallera de sus pantalones. Me puse en tensión de nuevo, cuando el me besó con los labios abiertos la suave curva de los senos y fue descendiendo hacia dentro en espiral.

    ¡Por favor...! —¡musité yo¡Por favor...!

    Y le hice salir de sus pantalones con el aparato genital casi erecto, con premura lo llevé a la excitación total acariciándolo delicadamente mientras él, me mordisqueaba los pezones.

    No podía esperar más. Cuando me disponía a bajarme las sutiles bragas de seda él, me detuvo y me levantó de la alfombra poniéndome una mano debajo de las nalgas y la rabadilla para dejarme caer de nuevo en el sofá. Luego, se inclinó sobre mis muslos y buscó con los labios las suaves aras internas de la misma, para moverse luego hacia arriba hasta mi monte de Venus cubierto de seda.

    Mis dedos se tornaron blancos al asir con fuerza los bordes del sofá. Su lengua, exploró la seda húmeda y yo, gemí otra vez mientras se arqueaba la espalda.

    Comenzó a lamerme salvando la tenue barrera de seda y mis manos le cogieron la cabeza acariciándole las orejas. El se movió un poco hacia arriba rodeando mi vulva con los labios a la vez que con sus manos arrancaba la seda. Yo, le arañé la espalda y crucé con fuerza mis piernas sobre su espina dorsal y, mientras me arqueaba hacia arriba, lancé un chillido inarticulado.

    A renglón seguido, y todavía húmeda y febril, le hice tenderse de espaldas cabalgando sobre él. Entonces, justo cuando sus manos se apoyaban restregando mis senos turgentes, perdí todo el dominio sobre mí misma y me llené de fuego hasta la garganta.

    Al cabo de una semana se había trasladado a mi apartamento y estabamos compartíamos una vida agitada. Por las noches, vivíamos una fiesta continua y durante el día, hacíamos el amor de una forma casi animal. Éste, era el estado de las cosa hasta que un día apareció él...

    En el umbral de la puerta se encontraba el hombre de negro. Sencillamente, alargó la mano hacia mí y me entregó un estuche de terciopelo negro. Al abrirlo, vi que dentro descansaba la antigua joya de mi madre. Le miré a los desvalidos ojos y me dijo...

    ¡Ella se ha ido... ! tras lo cual añadió—. Ha llegado el momento de que asumas el destino para el cual has sido preparada. Debes volver a Dunwich y hacerte cargo de la herencia familiar.

    Yo, seguía contemplándolo incapaz de llorar. Él me contempló impávido y añadió...

    —¡Debes hacer lo que tu interior te dicte. En todo caso, debes de saber que en el momento en que aceptes esta joya arcana, tendrás que estar dispuesta a aceptar las cosas como vengan sin fijarte ningún tipo de límite... y, vivir plena conscientemente sin sujetarte a más leyes morales que las que tu marques...

    Dicho lo cual, se dirigió a las escaleras bajando en dirección a la calle. Cuando me hube repuesto de la impresión me dirigí hacia la barandilla y miré hacia abajo, el extraño había desaparecido.

    Viví al interior del apartamento y le expliqué a Niko que mi madre había muerto y tenía que volver a los Estados Unidos, a lo que él me comentó que me acompañaría.

    Y ahora estoy aquí, en la terraza, intentando comprender el porqué de todo lo sucedido.

    Al llegar a la mansión familiar sentí el impulso de ponerme la joya y en cuanto lo hice, las cosa parecieron adquirir otra dimensión insospechada... las mentes y las almas de las personas parecían estar abiertas como libros para mí. Me estremecí al leer las verdaderas intenciones de Niko. Él, intentaba que yo lo nombrara heredero universal, y entonces, al cabo de unos meses, yo sufriría un inconveniente accidente. Después, al cabo de un tiempo, el joven heredero, podría volver a París a gastar su recién adquirida fortuna. Así se mantenía realmente, yo no sería nada más que una, en una larga lista.

    Aquella noche me vestí especialmente para él. Me puse un vestido negro que había pertenecido a mi madre, y bajo él, el más sugestivo conjunto de ropa interior que encontré en mi vestuario. Hecho lo cual y con la joya puesta, bajé al comedor. Tras una cena romántica con velas y en la que hablamos de cosas sin importancia, despedí a los criados y pasamos al salón. Allí, le hice sentar en un sofá y le pregunté si recordaba la primera vez que habíamos hecho el amor. Él me respondió...

    ¡Cómo no voy a recordarlo, fue en un sofá como este...! ¿por aquel entonces tu eras una chiquilla sin apenas experiencia...!.

    Yo le miré, entre sardónica y divertida y le dije...

    ¡Pues relájate y te demostraré lo que he aprendido...!.

    Me arrodillé ante él y le despojé de toda su ropa mientras yo me desnudaba conservando, tan sólo, e liguero y las negras medias de seda. Me incliné hacia adelante y atrapé en mi boca su masculinidad. Rodeé con los labios su glande... apretándolo suavemente. Mi lengua, lamió lasciva y suave recorriéndolo de arriba abajo mientras mi mano, acariciaba su escroto. Noté como gemía incontrolado y cada vez que él parecía eyacular yo, paraba un momento, apartaba la boca y le apretaba la base hasta que el espasmo remitía. AL final, casi borracho de placer, me pedía a gritos que terminara...

    Con un contoneo sensual me monté sobre él y cabalgando fieramente haciéndole llegar al clímax, justo en ese momento en el que la eyaculación embotaba todos sus sentidos, acerqué suavemente mi boca a su cuello y mordí violentamente su yugular con mis colmillos que creciendo de golpe, se habían desarrollado hasta tomar la apariencia de los colmillos de un lobo. Por supuesto, la neurotoxina segregada por mi saliva lo paralizó casi al instante pero, no amortiguaría para nada el dolor ni las demás sensaciones.

    Con una carcajada sardónica me bajé de su cuerpo dejándolo como una marioneta rota. Ahora que había bebido su sangre, todos sus síntomas serían los de un ataque cardíaco. En una última prueba de desdén, besé sus paralizados labios y le cerré los ojos. Por supuesto, le daría el mejor entierro que el dinero pudiese pagar, iba a ser muy estimulante pensar en su cerebro vivo por toda la eternidad mientras los gusanos hacían su trabajo.

    Y como os contaba, ahora estoy aquí, y tengo la seguridad de que mi madre no ha muerto. Probablemente se halle ahora en Suiza en un muy especial internado, y se, que cuando llegue el momento, yo también daré a luz una hija que criaré según la norma..., y tarde o temprano yo, también iré allí cuando llegue mi hora, aunque o moriré nunca, porque soy lo que los humanos llama un sucumbo, un vampiro demoníaco... una de las de la gran raza.

    Una última advertencia para todo aquel que oiga esta carta. Si alguna vez es publicada, significará que yo he abandonado la vieja casa de Dunwich y recorro el mundo cazando. Así pues, si alguna vez encontráis a una mujer que cumple lo que pensáis y nunca os atrevisteis a decir, cuidado... puedo ser yo...




¿Os ha gustado... viciosos seres de la noche...?

    En todo caso a mí si me gustó cuando lo oí. Recuerdo que me dio el manuscrito una extraña mujer que vino a depositar flores en este panteón en el que estoy sentado. Un panteón en cuya lápida pone algo así como... “Nikonos Arbulaitis... lleva mi beso durante toda la eternidad...”

    Por cierto, a menudo, en las noches tranquilas, parece que detrás de la lápida se oigan gemidos ahogados. Pero claro, seguro que se trata de las ratas... ¡Porque, nadie puede estar vivo en la mente mientras su cuerpo se corrompe! ¿no?...

    Y llega el momento de despedirse, no sin antes dedicar mis saludos a todos vosotros, los seres nocturnos…

                                                                            
Lou Cypher



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martes, 6 de diciembre de 2022

Nosferatu: a 2022 Symphony vuelve a la Filmoteca para celebrar los cien años de la película de Murnau





Tras el éxito en el Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, el Dracula Film Festival de Brasov en Rumanía y la Filmoteca Nacional (Cine Doré) en Madrid, Los amigos de los animales vuelven a la capital murciana para deleitar a los amantes del vampiro más auténtico.


La Filmoteca Regional acogerá los próximos 9 y 10 de diciembre el espectáculo audiovisual Nosferatu: a 2022 Symphony en el que se proyectará la película de F.W. Murnau de 1922 musicada en directo por Los amigos de los animales. Ambas sesiones se grabarán para la edición de un doble álbum. 
    La orquesta estará formada por 7 músicos en escena que tocarán hasta 23 instrumentos a lo largo de la película, se trata de la formación más extensa y rica en matices empleada hasta ahora. 
    Para musicar Nosferatu, esta obra de arte del expresionismo alemán que cumple cien años, se utilizará un sistema de sonido cuadrafónico que emitirá desde las cuatro esquinas de la sala creando una experiencia inmersiva espectacular. 
    Los Amigos de los Animales regalarán a cada uno de los asistentes un código de descarga con cuatro de los temas que componen la banda sonora y que sonarán a lo largo del show y se editarán posteriormente en el disco Nosferatu: a 2022 Symphony. 


Nosferatu y la experiencia del rock cuadrafónico 

    Los Amigos de los Animales es un colectivo musical formado en Murcia en los años ochenta, compuesta por diversos músicos que evolucionarán hasta ser miembros de bandas nacionales referentes (Second, Schwarz, Ross) a día de hoy, convirtiéndose en un dreamteam del krautrock, el industrial y otras básicas básicas cinematográficas y experimentales. 
    Para este espectáculo, la banda se ha sumergido en la oscuridad que implica la creación y ejecución de la banda sonora de Nosferatu, una obra en constante evolución, basada en distintos movimientos y trasladada al público en sonido cuadrafónico. Este evento, en su gira 2022 ha pasado ya por el Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, el Dracula Film Festival de Brasov en Rumanía y la Filmoteca Nacional (Cine Doré) en Madrid y coincide con el 100 aniversario de la película, transmitiendo con intensidad toda la melancolía, la tristeza, el terror y el amor que emite la cinta original. 
    En esta ocasión se ha intentado potenciar al máximo la experiencia sonora, como contrapunto a la película muda original, generando una experiencia cuadrafónica preparada meticulosamente a través de un sistema digital propio, capaz de transportar a la audiencia a través de los distintos pasajes de la cinta, recibiendo multitud de sensaciones únicas. Se juega con las señales en directo y con decenas de programaciones dedicadas por escenas, con el fin de crear atmósferas diferentes donde el espectador, sorprendido continuamente por movimientos circulares o diferentes planos estéreo, se sumerge por completo en la película. 
    Gracias a la cuadrafonía en directo se consigue un audio inmersivo, para generar la sensación de que el sonido puede provenir de cualquier dirección, 360 grados desde Nosferatu. El diseño de sonido ha sido desarrollado y realizado por Álex Jiménez y Antonio Eriatarka. Todo el equipamiento necesario es propio, a excepción del sistema de sonido (4 puntos) se planifica especialmente para cada evento.




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martes, 29 de noviembre de 2022

Hellraiser



 

La espera ha sido larga, muy larga, pero, finalmente, ya está aquí una de las cintas más esperadas de este 2022, año bastante prolijo en cuanto a lanzamientos tanto a nivel cinematográfico, como televisivo. La noticia era de esas que corren como la pólvora: una nueva versión de Hellraiser, clásico ya de culto que vio la luz allá por el año 1987, estaba por llegar, y además con un nuevo lavado de cara. Carne de polémica.
    
    Muchos fuimos los que, en un primer momento, esperábamos una nueva versión de la famosa novela de Clive Barker, piedra sobre la que está fundamentada el primer film, dirigido por el propio autor, pero cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que se trataría de un reboot, o lo que es lo mismo: un reinicio, aunque, eso sí, basado en los mismos conceptos. Pero antes de que este proyecto pudiese salir a flote, Barker estuvo inmerso en una interminable batalla por los derechos de la franquicia, y en el arduo intento de sacar a la luz otros proyectos inconclusos como una serie para HBO que terminó siendo cancelada (ignoro si el proyecto ha vuelto a retomarse). 

    La historia que nos presenta esta nueva versión, no tiene nada que ver con la novela original, aunque respeta su espíritu: Riley McKendry está en terapia debido a sus adicciones, pero no consigue remontar gracias a la mala influencia de su novio, Trevor, quien termina convenciéndola de robar en un almacén, donde se encuentran objetos de incalculable valor. Para su sorpresa, dan con una antigua reliquia, íntimamente relacionada con el excéntrico millonario Roland Voight. Estamos hablando, cómo no, de la famosa Configuración del lamento o Caja de Lemarchand. 

    El primer e interesante cambio, radica en la figura de los Cenobitas, verdaderos protagonistas de esta historia. La imagen de Pinhead, también conocido como Sacerdote del infierno, se acerca bastante a la original figura andrógina, descrita por Barker en su novela. Incluso la voz comparte similitudes con tono femenino que figura en el libro. En esta ocasión, las vestimentas de látex desaparecen, para dar paso a unos diseños más orgánicos con malformaciones, cortes y desfiguraciones varias pero, eso sí, más sofisticados que los diseños de antaño. La alargada sombra de Doug Bradley, nuestro Pinhead predilecto, no impide que el trabajo de Jamie Clayton (Sense 8, The Neon demon) en la piel nuevo y sibilino sacerdote, pueda ser valorado como se merece. Igualmente, cabe destacar lo acertado del casting a la hora de representar al resto de tan siniestras figuras, haciendo especial hincapié en el nuevo diseño de Chatterer, con un impresionante Jason Liles tras la máscara.

    El director David Bruckner (El ritual, The Night House), mantiene un más que correcto pulso narrativo, en este sentido se nota su experiencia y superioridad por encima de la de Barker, algo caótica debido a su condición de director amateur. Muy acertado, también, el guion de David S. Goyer aunque, por sacarle un pero, sí que es cierto que anda algo cojo en cuanto a sangre, a pesar de lo estelar de la última escena. En el aspecto visual, no se le puede poner pega alguna, pues la fotografía de Eli Born es tan preciosista como destacable. Otro punto a tener en cuenta es la excelente banda sonora de Ben Lovett que, ¡oh sorpresa! sigue manteniendo la partitura de la pieza original, compuesta por el gran Christopher Young. Para rematar, tenemos un reparto más que solvente, encabezado por Odessa A´zion (Nashville, Grand Army) en el papel protagonista, así como el aliciente de sus magníficos efectos visuales.

    El estreno mundial de Hellraiser se llevó a cabo el pasado 28 de septiembre en el Fantastic Fest de Austin, poco antes de su estreno, el 4 de octubre, a través de la plataforma Hulu, con gran éxito. No es para menos, puesto que se trata de un reinicio excelente y, podría decir incluso, la mejor entrega desde Hellbound, el único título decente antes de que la saga cayese en un pozo de mediocridad bastante profundo. 






NIEVES G. BRIONES




domingo, 20 de noviembre de 2022

Monster: The Jeffrey Dahmer Story

 


Imagen sujeta a derechos de autor


El último producto televisivo que nos llega bajo la rúbrica de Ryan Murphy, se ha convertido en toda una sensación. Un fenómeno que ha logrado, inclusive, desbancar a productos de primera línea como la exitosa serie El juego del calamar o la queridísima Stranger things. Murphy ha sabido hacerlo, algo que francamente era fácil de deducir, no obstante a lo largo de su carrera ha sabido mantenerse en la línea del éxito con títulos como American Horror Story, American Crime Story, u otros títulos que nada tienen que ver con estas series antológicas, como la reconocida Nick/Tup, Glee o Scream Queens, entre muchas otras. En definitiva: estamos ante un director con interesantes proyectos y buenas ideas que, además, ha trabajado junto a una interesante caterva de guionistas, actores, directores y gente del mundo de la producción. Por lo tanto no, no era difícil imaginar que este hombre nos traería un true crime como mandan los cánones.

    Puede decirse que el estreno de Dahmer ha sido toda una sorpresa, pues no ha gozado de grandes campañas publicitarias, sino todo lo contrario. A finales de septiembre pudimos disfrutar de su enigmático tráiler y, pocos días después, Netflix nos la ponía en bandeja. Las andanzas del carnicero de Milwaukee han despertado verdadero furor, tanto que su figura, ya de por sí mediática hasta el extremo, se ha vuelto a convertir en foco de controversias. Tratándose de un producto tan exitoso, la polémica no se ha hecho esperar: familiares de las víctimas han explotado contra su director, vertiendo contra él acusaciones de lucro, reprochándole el no haber intentado ponerse en contacto con ellos. Incluso, según algunos medios, el propio padre del asesino aseguró tener motivos de sobra para querellarse contra Netflix ya que, según sus propias palabras, al igual que el resto de familias, nunca fue contactado. No obstante, Murphy lanzó un comunicado asegurando que, tres años atrás, cuando nació la idea del proyecto, intentó ponerse en contacto con más de una veintena de personas involucradas en el caso, pero jamás obtuvo respuestas. Estas declaraciones, por el momento, parecen haber silenciado a todas las partes afectadas.

    Durante los tres años de gestación de esta serie de diez episodios, se llevó a cabo un completo trabajo de investigación. Según el propio director, un equipo de investigadores privados sacaron a la luz detalles de la vida de Jeff Dahmer que, en sus propias palabras, ignora cómo pudieron encontrar, y lo cierto es que todo ese trabajo de investigación está magníficamente representado a todos los niveles. Su puesta en escena es excelente, los escenarios están muy bien recreados y a nivel técnico se ve impecable. Si hay algo que me ha llamado la atención, especialmente, es su ambiente malsano, un ambiente que contrasta con la elegancia de ciertas escenas en las que más que mostrar, sugiere, aunque esta decisión se nota premeditada, pues no es una serie que busque única y exclusivamente el morbo.

    Pero si hay algo especialmente destacable, sin duda, es el magnífico trabajo de Evan Peters en la piel del asesino. En todo momento, Peters resulta terrorífico y gélido como un témpano. Ayuda bastante el hecho de que su caracterización sea impecable, así como su forma de involucrarse en el papel de Dahmer, según sus palabras, uno de los papeles más difíciles de su vida. Aunque no es la primera vez que vemos a Peters en estas lides, pues hasta el momento se ha puesto en la piel de un buen número de personajes perturbados. El resto del reparto también resulta convincente, haciendo especial hincapié en el maravilloso trabajo de Richard Jenkins como Lionel Dahmer. 

    Desde un punto de vista objetivo, pocos peros se le pueden sacar, tal vez su ritmo pausado y su montaje, algo complejo, fundamentado en saltos temporales. En definitiva, estamos ante uno de los mejores trabajos de los últimos años, no exento de florituras, como algunas licencias narrativas, pero que cumple con su intención o, mejor dicho, intenciones: ofrecernos una historia fascinante, dar protagonismo a las víctimas y, sobre todo, cargar contra la incompetencia de las autoridades. 

    Aprovechando el éxito desmesurado de este true crime, la plataforma decidió lanzar, con carácter inmediato, una docuserie de tan solo tres capítulos, dirigida por Joe Berlinger. Conocemos bien a Berlinger por su serie antológica Conversaciones con asesinos, estrenada en dos temporadas anteriores con Las cintas de Ted Bundy y Las cintas de John Wyne Gacy. Esta nueva temporada, titulada Las cintas de Jeffrey Dahmer, se estrenó el pasado siete de octubre, también con gran éxito. No es para menos, pues se trata de un documento excepcional que contiene fragmentos de entrevistas, algunos de ellos inéditos, con el asesino en cuestión, así como testimonios de psiquiatras, forenses, juristas y, en definitiva, personas que tuvieron una importante implicación en el caso. 

    Hemos de reconocer, para bien o para mal, que hablar de la figura de Dahmer es hablar de un icono en toda regla, recordemos que no todos los iconos tienen por qué ser positivos, y sería imperdonable terminar esta reseña sin hablar directamente de ella. Es esta la excusa perfecta para traer de vuelta a Caosfera a uno de nuestros más queridos colaboradores: Gabriel Pombo, abogado de profesión, experto en la figura de Jack el destripador, pero, sobre todo, un hombre a que le fascina desmenuzar las mentes de los más depravados asesinos en serie. Será, pues, Gabriel, quien nos ponga tras la pista del asesino, con una cuidadosa cronología. 




    Y para todas aquellas personas que deseen conocer los pormenores del proceso judicial al que fue sometido Dahmer, Caosfera les trae una grata sorpresa: Gabriel Pombo nos habla de las particularidades de este proceso, analiza la estrategia de defensa llevada a cabo por sus abogados y la actuación fiscal. Todo un lujo.





BIBLIOGRAFÍA

El hombre que no mató lo suficiente (Schwartz, Anne)

Asesinos en serie (Ressler, Robert)

Dentro del monstruo (Ressler, Robert)

Mi vida con los asesinos en serie (Morrison, Helen)

Perfiles criminales (Torre, Raúl)

Homicidios seriales (Silva, Daniel-Torre, Raúl)



LEER AQUÍ

Historias de asesinos. Gabriel Pombo

                                  ENTREVISTA A GABRIEL POMBO



domingo, 13 de noviembre de 2022

Historias de Dämon Schwarze & Ópal Mond Volumen 6

 



¡Nueva entrada semanal! Ya tocaba un nuevo relato de nuestra saga favorita, a cargo del imaginativo Sergio Vargsson. Disfrutad de vuestra ración mensual de sensualidad y horror...


Era verano y en mi apartamento, situado a escasos metros del mar, decidí pasar unos días. Deseaba esa escapada ya que últimamente me habían sucedido demasiadas cosas. Necesitaba tiempo para mí misma, para aceptar y asimilar. Jamás me hubiese imaginado lo que allí sucedería y ni mucho menos lo que iba a descubrir...

    Bueno, todo había comenzado desde aquel sueño en el que …

    Era de noche, pero la oscuridad que me envolvía poseía un brillo especial. Yo me había despertado al entrar, por la mañana, la fresca brisa del mar. Me incorporé lentamente de la cama y dicha brisa envolvió mi cuerpo como si quisiera dibujar mi figura. Agitó mi cabello y lo dejó caer pacientemente a lo largo de mi espalda.

    Tras abrir los ojos, me hallaba frente a un espejo de grandes dimensiones donde mi imagen, se reflejaba nítidamente. Casi parecía que fuese yo misma de nuevo, como dos cuerpos separados de uno mismo.

    Mi imagen reflejada descubría de forma especial el rojo vivo de mis retorcidos cabellos, la misma mirada profunda de mis grandes ojos verdes y aquellos labios ni demasiado grandes ni demasiado pequeños pero a su vez, cargados de múltiples deseos.

    Alargué la mano y acariciando el frío cristal pude percibir la suavidad de mi piel. Sí, mi piel, ya que a la vez que acariciaba mi reflejo, notaba como algo acariciaba mi ser en la misma zona y tiempo que yo. Incluso juraría que con la misma intensidad.

    Mis pezones se endurecieron dándole un excitante aspecto a mi voluminoso, turgente y redondo pecho. Al volver a mirarme en el espejo pude contemplar la muerte de mis padres. No reflejaba cómo ni cuando, más bien era la imagen de sus tumbas repletas de preciosas flores violetas, y allí, a sus pies, estaba yo.

    Llevaba un vestido blanco y me acompañaba un hombre de tez pálida, cabello rubio y completamente vestido de negro. Lo más morboso fue que no sentía pena ni dolor en mi sueño ni en mi interior. Tan sólo en mi reflejo, una lágrima azulada resbaló por mi mejilla. Entonces, aquel hombre se aproximó a mí y tras tomar mis manos y besar aquella extraña lágrima depositó en ellas una peculiar caja de madera.

    Y tras esto, sin llegar a un final definido, me desperté con los ojos brillantes y con extrañas sensaciones que jamás habían recorrido de forma igual mi cuerpo. Durante una semana tuve el mismo sueño y noche tras noche lo sentía de forma más real hasta que... sucedió. Mis padres sufrieron un accidente de tráfico en el que ambos perdieron la vida. Siempre había pensado que nunca podría superar algo así pero, como en mi sueño, no me sentía dolida.

    Tras la ceremonia y todo lo demás me quedé sola, allí, frente a ellos. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo al divisar cómo lentamente se acercaba hasta mí un hombre de tez pálida, cabellos rubios y completamente vestido de negro. Llevaba algo entre las manos y sus ojos no dejaban de mirarme fijamente.

    Llegó hasta mí y como si nos hallásemos en otra época pasada, tomó mi mano y la besó. Después depositó en ellas una vieja caja de madera. Ésta parecía latir al contacto con mi mano, como si algo vivo y con mucha fuerza habitase dentro de ella.

    Suavemente alzó mi cara y con voz grave me dijo...

     Eres distinta. No perteneces a esta precaria especie —,giró su cuerpo y señalando las tumbas de mis padres continuó diciendo...)—. Ellos no son tus padres biológicos, sólo tenían la misión de cuidar de ti y darte unos elevados conocimientos. Tan sólo ha sido un proceso en tu vida y es por ese motivo por el que no puedes sentir dolor por su muerte.

    Sus palabras eran crueles pero sabía que tenía razón, al menos en lo que se refería a mis sentimientos. En ese momento, sin saber cómo ni por qué, una lágrima se escapó de mis ojos y aquel intrigante hombre, mojando sus labios en ella, besó mi mejilla. Tras esto continuó diciendo...

    Tenemos un vínculo en común y destino que cualquier noche descubrirás. Ahora, abre la caja porque... todo llegará a su tiempo.

    Segura de mí misma y sin comprender muy bien lo que estaba sucediendo, sentía cómo se precipitaba mi destino. Abrí la caja y algo se despertó en mi interior al contemplar aquella joya arcana con sendos lazos de cierre rematados por lo que parecían trenzas de cabello humano. En cada extremo de la misma, había una figurita parecida a un escorpión. Se trataba de un ciclópeo, escamoso y bípedo, con vagas reminiscencias humanoides. Dos alas de murciélago se mantenían desplegadas desde su espalda y el lugar que debía ocupar su rostro, justo debajo de dos amatistas de un venenoso color violeta que representaba su cruel mirada, una acumulación de tentáculos serpentinos se desenroscaba hasta su pecho. Mientras contemplaba la joya, aquel hombre de negro rompió su silencio.

    Sientes su fuerza. Perteneció a tu pasado más lejano y generación tras generación ha continuado su existencia.

    Sin poder apartar la mirada de aquella peculiar joya le dije...

    Creo entender todo lo que esto significa. Sólo que, todo está sucediendo tan deprisa...

    Tras un breve silencio él me respondió

    No necesitas comprender, ya lo sabes. Hace tiempo que esperabas este momento. Inconscientemente tu verdadera identidad se está revelando. Sólo debes saber que en el momento que aceptes esta joya, tendrás que estar dispuesta también a aceptar las cosas tal y como vengan. Sin fijarte ningún tipo de límite vivirás plena y conscientemente sin sujetarte a más leyes morales que las que tu te marques.

    Sólo pude responder...

    Lo sé, No sé cómo pero lo sé...

    Y así, sin más, pasó a través de mí, desapareciendo de misma forma extraña en que había aparecido. Me dieron una semana libre en mi trabajo por todo lo sucedido, así que decidí pasar el tiempo entre el sol, el agua salada y sobretodo en pensar e mi verdadera existencia.

    Mis sueños también cambiaron. Solían ser perversiones sexuales en las que yo era la protagonista, la que aportaba toda la fuerza y decisión. Todos ellos, tenían un nexo en común: el extraño hombre de negro y aquella joya.

    En uno de aquellos deslumbrantes atardeceres, cuando el sol estaba casi ahogado en el océano, decidí desnudarme y dirigirme hacia la playa para introducirme en el mar. Pero justo antes de poder caminar hacia la playa alguien llamó a mi puerta...

   Hola! Y mirando asombrado mi cuerpo desnudo continuó—. Creo que... he llegado en un momento un poco... ¿inoportuno?

    ¿De veras lo crees así? respondí sutilmente.

    Bueno... y sin poder apartar su mirada de mi cuerpo continuó—, soy vendedor de seguros y...

    Pero, pasa. No te quedes en la puerta le dije inocentemente tras interrumpir su explicación.

    Él, entró en mi salón y mientras se acomodaba decidí cubrir mis encantos con algo de ropa. Ya había caído la noche y el mar perecía enfadado. Todas las ventanas del apartamento se hallaban abiertas por el exceso de calor, a pesar de que tras el enfurecimiento del mar, soplaba una suave brisa.

    De repente se fue la luz. Tome diversas velas de color rojo y las distribuí por el salón. Su luz emitía ligeros parpadeos ya que la suave brisa trataba de acabar con ella. Mientras, mi joven invitado se acomodó familiarmente en el sofá y yo rompí el silencio...

    ¿Quieres tomar algo?.

    No gracias —.Respondió inmediatamente y como si no esperase más que yo le prestase atención a sus palabras continuó hablando—, como te decía, soy vendedor de seguros y traigo varias propuestas.

    ¿Has asegurado tu vida? —le interrumpí de nuevo mientras me acomodaba sobre unos grandes cojines en el suelo. Justo enfrente de él.

  No, ni mi vida ni mi cuerpo sonrió y continuó ¿Y a ti?, ¿Te gustaría hacerlo...?.

    Le miré a los ojos y sin pensarlo ni un segundo me alcé del suelo y colocando mi cara frente a la suya le dije...

    Sí. Quiero hacerlo ahora mismo. Pero, antes quisiera que vieses una antigua joya. Quizás la asegure y luego... podemos hacerlo.

    Le tomé de la mano y acompañados por una de las velas le conduje a mi alcoba. Una vez allí saqué la joya de la caja y mientras mis ojos cobraban un brillo especial, se la mostré. Él totalmente sorprendido dijo...

    No sé que valor puede tener pero, como reliquia debe costar una fortuna —se acercó a mí y apartando mi cabello me la puso—. Se amolda a ti perfectamente. No realza tu belleza porque en ti no es necesario. Pero si parece como si ambas formaseis un mismo cuerpo.

    Me tomó de la cintura y tras despojarme de la única prenda que llevaba puesta, besó mi cuerpo. Le tumbé sobre la cama y lentamente, con dientes y uñas, le desgarré la ropa.

    Comenzamos a excitarnos cada vez más. Él deseaba con fuerte pasión poseerme y yo, me resistía a ello proporcionándole más juegos eróticos y con ellos, mayor excitación. Ya no se oía al mar enfurecido sino jadeos incontrolados de dos fieras que buscaban sin descanso saciar su apetito.

    Totalmente extasiada noté que unos enfurecidos ojos me observaban, Miré hacia la ventana y tras una sombra oscura se hallaba la luna llena. Aquella sombra era él. El hombre de negro. Sin poder controlarme y tras emitir un fuerte rugido, como si de un fiero felino se tratase, incruste mis uñas en su pecho, arranqué su corazón y tras mancharme con la sangre que escupía su cuerpo, salté de la cama dirigiéndome hacia aquello ojos de indescriptible color.

    Ambos, uno frente al otro, con una malévola sonrisa en los labios, comenzamos a devorar sensualmente de ambas bocas el corazón aún latiente de aquel vendedor de seguros. Una vez devorado, comencé a desnudarle y mientras una extraña magia nos envolvía, comenzamos a poseernos.

    Me entregué a su juego más que erótico, del cual, palabras menores que perversión, sólo definirían un breve cuento de niños.

    Mientras amanecía, desperté entre los brazos de aquel perfecto amante, y tras morderle dulcemente en el cuello, me desperecé sensualmente entre las poderosas caricias de sus manos. Camino de la ducha, contemplé mi cuerpo desnudo en el espejo. Estaba magullado, pero me causaba un morbo especial el acariciar aquellos finos arañazos y desgarros de mi piel. Tras ducharme y salir del baño pude comprobar que en mi alcoba no quedaba nada más que, sobre la cama, un corazón de cristal transparente con algo parecido a una lágrima azul en su interior.

    El resto de la habitación desvelaba la presencia de mi amante, a pesar de que él, ya no estaba. Se había desvanecido. Recordé que mi primer acompañante fue... sencillamente, devorado mientras apagaba mi sed con aquellos malévolos ojos. No quedaba nada de él y me resultó divertido pensar que mi pobre vendedor de seguros no hubiese asegurado su cuerpo.

    Tras recoger un poco el apartamento, regresé a la ciudad y a mi trabajo. ¿Ya conocía mi verdadera identidad y estaba dispuesta a aceptar mi destino. Pero, sin marcar ningún límite, es más pasaría por encima de todos ellos.




¡¡Buenas noches habitantes nocturnos!! Os saludo acompañada de mi joya arcana y deseando seguir relatandoos, lo que en las noches de luna llena, me cuentan de forma tan real ambos escorpiones.

Saludos a todas las criaturas de la noche, pero en especial a ti, Dämon Schwarze. Mi cuerpo espera con ansia tus poderosas caricias.


P.S. Cuidad la existencia de vuestro cuerpo y mente, ya que son los únicos que os aportarán placer en vuestra escasa vida...


Ópal Mond


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domingo, 6 de noviembre de 2022

Entrevista a Laureano Clavero

 

Laureano Clavero, en el centro de la foto


¡Nueva entrada semanal! Como ya os avisé la semana pasada, aquí os traigo una muy grata sorpresa: tengo el gusto de presentaros al escritor, cineasta, investigador y un largo etc. Laureano Clavero. Es para mí todo un honor presentaros a un hombre multidisciplinar, como Laureano, y mucho más lo es el sumergiros en sus últimas investigaciones. ¡Disfrutad!




1. ¿Quién es Laureano Clavero?

Nací en Buenos Aires en 1980. Digamos que soy un “ochenter”. Viví en muchos lugares del mundo, entre ellos Los Ángeles, Barcelona y la mencionada capital porteña. En todos estos sitioss por los que pasé, a parte de cursar estudios varios, siempre estuve rodeado de libros y películas. Tal vez esto es lo que me llevo a ser fotógrafo, director de cine y escritor. Actualmente también soy profesor de matemáticas, química y física. También, puntualmente, doy charlas sobre historia. Creo que sea con la cámara, la pluma o la palabra me considero un comunicador o contador de historia. Después de todo, antes de la televisión, antes de la radio, antes del teatro y los libros los hombres y mujeres de las cavernas el único entretenimiento que tenían era contarse historias entre ellos de lo que habían visto o vivido en la jornada. Como dijo Stephen King: “Todo el mundo tiene algo que contar. Todo depende de cómo se cuente…”


2. ¿De dónde nace tu pasión por la historia, el misterio y la investigación?

Creo que el disparador de mi pasión por indagar en los enigmas históricos nace cuando tenía unos diez años, cuando fui a vivir con mi familia a un pequeño pueblo llamado Mar del Sud en la costa atlántica argentina. Yo venía de una ciudad agobiante como Buenos Aires y de repente pasé a hacer vida en una villa balnearia de un centenar de habitantes. Ahí me crié en medio de la naturaleza y tomé contacto con la paleontología y la historia. Buscaba fósiles con mis hermanos, encontrábamos restos arqueológicos de los aborígenes que habían vivido en la zona hace miles de años, escuchaba historias de submarinos nazis que habían llegado a la costa en secreto entre muchas otras cosas. Obviamente estos temas siempre vienen cargados de misterio. Esto alimentó mi imaginación y la curiosidad de un niño como era yo en ese entonces. Esta atmosfera fue la chispa que me llevó a sumergirme en casi todos los temas que trabajé y estoy trabajando hoy en día. Por ejemplo, el tema de la paleontología me llevó a trabajar en el departamento de vertebrados del Natural History Museum de Los Angeles, California. A parte de haber excavado en varios desiertos y haber colaborado para National Geographic. Esto también me llevó a trabajar una breve temporada en los estudios Stan Winston donde se construyeron los dinosaurios de la saga de Jurassic Park como así también los robots de Terminator. Justamente en esa época, finales de los años 90, es cuando descubro las entrañas del cine y la fotografía a partir de haber entrado en contacto con dichos estudios y el National Geographic. Esto me llevó a estudiar guión, fotografía y dirección de cine en Barcelona.


3. Eres escritor ¿Qué fue lo que te animó a plasmar tus historias sobre el papel?

Cuando comencé a realizar mis primeros films documentales me di cuenta que grababa muchas horas de entrevistas a diferentes personajes históricos pero a la hora de editar el material ponía en la película una parte de esas entrevistas. Quedaba mucho material fuera que también tenía mucho valor documental e histórico. Así fue como decidí con ese sobrante comenzar a escribir libros sobre esas mismas historias. Podríamos decir que mi vertiente de escritor es producto de mi trabajo cinematógrafico. Lo mismo o parecido me pasó con la fotografía. Aquellas cosas que retrataba quería que hablasen y contasen más cosas. Así fue como me metí en el cine documental. Digamos, como profesor de matemáticas que soy, que la ecuación cronológica sería: dirección de cine es el producto de la fotografía y ambas sumadas dieron como resultado mi pasión por la escritura.


4. Si te pidiera que me nombraras un referente literario ¿cuál sería?

No tengo referentes literarios. Más bien tengo libros y cuentos que me marcaron en una época y un contexto determinado. Como son unos cuantos haré una selección de los que ahora se me vienen a la cabeza: “Viaje al centro de la tierra” del maestro Julio Verne, “Moby Dick” de Herman Melville, “El Aleph” un clásico argentino de J.L. Borges, “Aventuras de Tom Sawyer” de Mark Twain, “Ciudad de huesos” del angelino Michael Conelly, “El silencio de los corderos” de Thomas Harris, “Del caminar sobre el hielo” del director de cine alemán Werner Herzog. También tengo comics de referencia como “El eternauta” de Germán Oesterheld, “El sueñero” de Breccia o “El almanaque de mi padre” del japonés Jiro Taneguchi. También me apasionan los cuentos para niños. Podría nombrarte “La alcancía del sol” del ruso Makhail Prishvin o clásicos como “Soldadito de plomo”. La lista es eterna pero más o menos ahí creo está mi base.


5. De todas las historias en las que te has embarcado, ¿Cuál es la que más te ha apasionado?

Pregunta dificil de responder. A todas mis historias les pongo la misma cuota de pasión cuando trabajo. Sí debo admitir que aquellas historias en las cuales investigo los hechos o indago a las personas involucradas en el mismo tienen algo más de emoción ya que vas narrando los hechos a medida que vas arrojando luz sobre el tema en cuestión. Me gustan mucho las entrevistas cara a cara con la grabadora o cámara en mano. Cuando entrevisté a expiloto de la Luftwaffe, Peter Brill fue apasionante ya que casi al final de la conversación él me confesó que había sido entrenado en secreto para bombardear Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial. Esto derivó en mi película “El diario de Peter Brill”. Otro ejemplo es mi primer largometraje “1533 Km. hasta casa”, en este trababajo tuve que entrevistar a muchos veteranos de la Guerra de Malvinas. Sus experiencias y vivencias me sirvieron mucho para madurar como documentalista cinematográfico.



6. De todos tus libros, ¿cuál es la que más te ha costado escribir?

Todos me han costado más o menos lo mismo escribirlos. Las investigaciones previas son lo más complicado. Creo que mi último libro “El enigma del Paso de Dyatlov” fue el más tiempo de investigación me ha llevado ya que he tenido que indagar en disciplinas que nunca había tocado como la criminología y la investigación policial. Tuve que leer mucho sobre crímenes, revisar autopsias y asesorarme con policías y criminólogos que me dieron una mano a la hora de entender todos los documentos.


7. ¿Por qué esa fijación con la Segunda Guerra Mundial?

Como dije anteriormente me crecí en un pueblo muy pequeño llamado Mar del Sud el cual fue testigo de la aparición de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado también fue refugio de algunos espías nazis durante los años del conflicto. Todos estos hechos históricos, y en un pueblo pequeño, crearon muchas leyendas y mitos. De alguna forma yo viví “rodeado” de estas historias las cuales fueron la chispa que encendió mi interés por la Segunda Guerra Mundial.


8. ¿Tienes algún tipo de ritual o costumbre antes de comenzar a escribir?

Sí, poner algún disco de vinilo en mi tocadiscos. Puede ser la trompeta de Miles Davis, el piano de Theloniuos Monk o alguna banda sonora que encaje, según mi criterio, con los que estoy escribiendo. Por ejemplo, con mi último libro “El enigma del Paso de Dyatlov” ponía la banda sonora de “El silencio de los corderos” de Howard Shore.


9. ¿Podrías recomendar, en unas pocas líneas, cada una de tus obras para que nuestros lectores se animen a conocer tu producción?

Para los interesados en la Segunda Guerra Mundial les recomiendo leer “Segunda Guerra Mundial 10 historias apasionantes”, este es un compilado de algunas de mis investigaciones. Para los amantes de la fotografía y también la Segunda Guerra Mundial les aconsejo “Enfocando la Segunda Guerra Mundial” con textos de David López Cabia y prólogo de Dale Dye, asesor histórico y técnico militar de Steven Spielberg. Para los amantes del cine documental y los temas bélicos pueden ver en Amazon Prime Video “1533 Km. hasta casa” y “El diario de Peter Brill”. En la plataforma No Ficción pueden ver también “Buenos días, Sr. Presidente”. Volviendo a mis libros, para los apasionados de las investigaciones policiales, crímenes y misterio recomiendo “El enigma del Paso de Dyatlov”. Para los amantes del rugby y el deporte para leer, “Ginesta històries del rugbi català”.


10. Ahora una pregunta muy interesante: tu último libro se titula "El enigma del paso de Dyatlov", que narra un suceso acontecido en el año 1959, uno de los más extraños de las últimas décadas, diría yo. Pero quiero que seas tú quien nos hable de lo que vamos a encontrar en este libro.

El libro sobre el misterio del Paso de Dyatlov aborda uno de los enigmas más apasionantes de la antigua Unión Soviética. A finales del invierno de 1959 nueve alpinista universitarios se adentran en una expedición a los montes Urales. Su objetivo: conquitar el monte Otorten. Dicha montaña no presentaba muchas complicaciones pero las condiciones climáticas sí. Para resumir y sin spoilers diré que un mes más tarde los cadáveres de los nueves alpinistas aparecen congelados en un radio de un kilómetro cerca de la montaña que tenían que conquistar. A algunos le faltan los ojos, a otros la lengua, la tienda de campaña que llevaban aparece rasgada por los lados, los cadáveres están con poca ropa y muchos descalzos. La investigación de los hechos fue breve y el caso se cerró sin una respuesta clara. En mi libro reconstruyo el día a día de los alpinistas a partir de sus diarios de viajes, analizo las autopsias y documentos desclasificados de la investigación de 1959. También trabajo sobre algunas de las más de cien teorías que hay sobre el caso. Como dije anteriormente, un libro que recomiendo para los amates de los casos policiales sin respuesta.


11.El año pasado, sobre el mes de marzo, un articulista afirmó que dicho enigma había sido resuelto. No sé si has leído el artículo, pero, ¿qué opinas?

Siempre aparece en la prensa que alguien ha encontrado la respuesta al enigma del Paso de Dyatlov. En mi libro yo no intento resolver el caso. Sería muy soberbio que en unas cientos de páginas resuelva el caso así sin más. Lo que pretendo es trabajar con toda la evidencia empírica y hacer una decantación de las teorías que no llevan a ninguna parte. A la tragedia del paso de Dyatlov le faltan pruebas que deberían estar ahí pero por alguna razón no están. Ahí es donde hago incapié en mi trabajo. Es muy dificil completar un puzzle que le faltan piezas. Valoro el trabajo de muchos que han estudiado el tema pero creo que son todas aproximaciones a lo que podría haber ocurrido. He de decir que algunos se aproximan más que otros. De momento el caso sigue abierto y no hay una respuesta sólida.


12. Háblanos acerca de tus futuros proyectos.

Tengo muchos proyectos. Los podríamos dividir en tres grupos. Por un lado tengo muchas ideas en la cabeza que van desde temas históricos hasta temas relacionados con la astronáutica. Después está el grupo de los proyectos que tengo bocetados y los cuales en un futuro se transformarán en un libro o film documental. Y por último los proyectos que ya tengo empezados o, en el caso de las películas, en posproducción. Aquí sí te puedo dar títulos como el film documental “Road to Normandy. Reenacting D-Day” o “Hürtgen. Into the muddy battle” relacionados con la Segunda Guerra Mundial, en los cuales ya ha puesto el ojo la distribuidora hollywoodense Adler & Associates Entertaiment, Inc. y la BBC de Londres. Con respecto a libros en proceso de escritura tengo varios relacionados con el rugby (mi deporte de toda la vida), alguna cosa relacionada con crímenes reales y otro sobre la lápida de un jerarca nazi que encontramos escondida y enterrada en el jardín de una casa abandonada. Obviamente todos estos proyectos que tengo en marcha no serían posibles si la colaboración de investigadores, periodistas e historiadores que me dan una gran mano. En el tema de proyectos cinematográficos siempre están detrás mi productora MIRASUD Producciones y la productora SG Audiovisuales.


Gracias por responder esta entrevista.



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domingo, 30 de octubre de 2022

Nazis en Mar del Sud

 



¡Ya tenéis disponible la nueva entrada semanal! David López Cabia nos habla nos habla de la investigación llevada a cabo por Laureano Clavero, Julio Mutti y el periodista Facundo Di Genova. Esta interesante entrada, es un magnífico entrante para lo que os traeré la próxima semana...



A primera vista, Mar del Sud es un pueblo apacible, remoto, donde nunca ocurría nada. Sin embargo, ¿quién iba a decir que la pequeña localidad argentina iba a ser puerta de entrada y refugio de nazis fugados de Europa? Gracias al incansable trabajo del cineasta e investigador Laureano Clavero, arrojaremos luz sobre este gran enigma.

    Todo comenzó la noche del 10 de junio de 1945. Por aquel entonces, el Tercer Reich ya había sido derrotado y, misteriosamente, el submarino alemán U-570 salió a la superficie frente a las costas argentinas. Dos días después, el también sumergible alemán U-977 emergió a la superficie. Los comandantes de ambos submarinos terminaron entregándose a las autoridades argentinas en la localidad de Mar del Plata.

    Pero, ¿qué hacían los temibles submarinos germanos merodeando tan lejos de su patria cuando Alemania ya había perdido la Segunda Guerra Mundial?

    Otto Wermouth y Heinz Schäffer, los oficiales de la Kriegsmarine que comandaban el U-570 y el U-977, negaron haber desembarcado a nazis en territorio argentino. Pero los periódicos, los testigos y la documentación disponible evidenciaba una realidad muy distinta. Un claro ejemplo es el testimonio de Osvaldo Aramendi, que afirma haber visto cómo, en julio de 1945, un submarino alemán emergía cerca del pequeño pueblo de Mar del Sud.


Otto Wermouth


Heinz Schäffer

 
    No era la primera vez que los agentes alemanes ponían pie en las playas de Mar del Sud. Ya en 1943 los espías alemanes Wilhelm Seidlitz y Friedrich Wolff llegaron a Argentina y descubrieron en Mar del Sud la clase de enclave apartado que buscaban, la puerta perfecta para la entrada de nuevos agentes nazis.

    Ambos agentes se pusieron en contacto con el empresario de ascendencia alemana Karl Gustav Eickenberg, cuyas propiedades en Mar del Sud servirían como escondrijo para los alemanes que desembarcasen en Argentina.

    De hecho, durante el invierno austral de 1945, el ciudadano argentino Justo Rodolfo Charra recordó haber visto cómo grupos de hombres salían de los submarinos para subir a bordo de los botes y echar a correr al llegar a las arenas de las playas de Mar del Sud. No solo eso, sino que también vio cómo los fugitivos se ocultaban en las propiedades del mismísimo Eickenberg.

    Pese a que era más que evidente la presencia de los nazis en Mar del Sud era más que evidente, se ordenó a los campesinos que llevaban alimentos a las propiedades de Eickenberg que mantuvieran en secreto la presencia de los misteriosos huéspedes alemanes.

    Mucho tiempo después de la llegada de los alemanes a Mar del Sud, la hija de Eickenberg fue preguntada por los desembarcos de nazis huidos de Europa. Inngeborg, la hija mayor de Eickenberg, cargó la culpa sobre alguien a quien conocían como “el piernas” debido a las prótesis que utilizaba. Ingeborg añadió que “el piernas” acusó a Eickenberg de refugiar a nazis, circunstancia por la que fue condenado a un año de cárcel.

    Más allá de los desembarcos clandestinos de nazis en Mar del Sud, el pequeño pueblo también fue lugar de residencia de un destacado jerarca nacionalsocialista.

   Todo comenzó mientras estaban realizando reformas en una apartada casa de Mar del Sud. El albañil se percató de que su taladró no le permitía perforar la superficie. Bajo el suelo halló una lápida con dos nombres alemanes Clara Probst y Richard Schmidt.


Registros del partido nazi argentino en los que figura Richard Schmidt



    Pero había más piezas de aquel inquietante rompecabezas, pues bajo el salón fueron descubiertos desgastados libros en lengua alemana. No cabía duda de que aquellas evidencias habían sido escondidas a conciencia por algún oscuro motivo.

    Fue así como Laureano Clavero decidió seguir indagando. En su investigación contó con la inestimable colaboración de Julio Mutti, quien conoce en profundidad la historia de los nazis fugados a Argentina. Así pues, Mutti se zambulló en archivos y documentos. Fue entonces cuando hallaron el nombre de Richard Schmidt en los registros del Partido Nacionalsocialista argentino.

    Schmidt era mucho más que un simple militante, pues llegó a ser el número dos de las finanzas del Partido Nazi argentino. Más aún, su nombre también figuraba en la documentación de la Sociedad Alemana de Gimnasia, una organización con estrecha relación con el nazismo.

    Laureano Clavero prosiguió atando cabos y solicitó las escrituras de propiedad de la vivienda en la que se encontró la lápida. Uno de los anteriores propietarios era Juan Jorge Leopoldo Augusto Erico Erdmann, militante del sindicato nazi DAF.






Más pruebas fueron halladas, pues dieron con numerosas fotografías de los 60 y de los 70 de los propietarios alemanes. Tras examinar los documentos relacionados con Schmidt, dos nombres llamaron la atención de Julio Mutti: Max Ratlaff y Karl Ratlaff. Ambos habían sido los primeros nazis en llegar a Sudamérica y en difundir la ideología nazi en el continente.

    Desde luego, la investigación sobre la lápida hallada en la apartada casa de Mar del Sud no termina ahí y Laureano Clavero, Julio Mutti y el periodista Facundo Di Genova aún deben ensamblar las piezas de este complejo y enigmático rompecabezas.