martes, 31 de octubre de 2017





Como no podía ser menos, Caosfera quiere celebrar la noche más inquietante y especial del año a lo grande, por eso os ofrecemos este completo post en el cual podéis encontrar cuarenta magníficos títulos que harán justicia a lo que debe ser una verdadera maratón cinematográfica en Halloween. 



Nieves Abarca, escritora, periodista e historiadora os recomienda:


El otro (Robert Mulligan)




Esta película me dio tanto miedo de niña que tardé días en dormir. Además, las buenas historias de niños gemelos me encantan. Es inquietante y perturbadora.



Al final de la escalera (Peter Medak)




Esta me dio mucho miedo ya de mayor. La dichosa pelotita que rebotaba en la escalera, las teclas del piano, los golpes en la bañera…lo dicho. Para verla detrás del sillón. Impresionante George C. Scott. 



Nosferatu (F. W. Murnau) 




La puedo ver mil veces y mil veces me fascinará. Cada fotograma es una joya. Y ese momento en el que el vampiro muere por el sacrificio de la dama es inigualable. Max Schreck da verdadero pavor, y no ayuda pensar que podría ser un vampiro de verdad. 



Freaks (La parada de los monstruos) (Tod Browning) 




Una de las películas de terror más terribles de la historia. Los raros, los deformes, los apartados, toman venganza. Una joya. 


La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel)




Madre mía la de noches que pasé vigilando la casa por si había repollos gigantes dispuestos a clonarme. Un clásico que se ha revisitado una y otra vez, pero la original sigue manteniendo su frescura.



Redrum, devorador de cine empedernido y crítico, os recomienda:


Hellraiser (Clive Barker)




Si hay un nombre que hay que tener presente cuando uno formula una lista de recomendaciones para Halloween es: Clive Barker. En esta ocasión, me he decantado por su reconocido debut tras las cámaras, una obra ya de culto que dio pie a una larga saga de 9 películas y un documental. Hellraiser es brutal, entretenida, truculenta, sangrienta. Con un imaginario de garfios, trajes de cuero, caras blancas, amores por los que volverse loco, erotismo y cajas que abren "puertas"; una amalgama perfecta para un día como éste. 

Baby blood (Alain Robak)



Sí y sí, Halloween debe ser un día de emociones fuertes e intensas, y como no, no podía faltar una buena francesada bruta como Baby Blood. Ya su polémico opening invita a revisionar para los que ya nos la conocíamos, y enganchar a los que la ven por primera vez. Una vuelta de tuerca al clásico sesentero Its Alive llevado al límite y que te dejará sin palabras. Gore, entretenimiento directo, imágenes crudas y mucha pasión en cada escena. Un segundo plato perfecto para aquellos a los que Hellraiser les haya sabido a poco.


Profanadores de tumbas (Mike Mendez)




Otro nombre que no se me va de la cabeza cuando pienso en Halloween es Mike Mendez. El hombre de guilty pleasures tan divertidos como Big Ass Spider o El convento del diablo, tiene en The gravedancers (Profanadores de tumbas) la que me parece su mejor película hasta la fecha. Una película sobrenatural completamente distinta a lo que estamos acostumbrados, en la que los fantasmas gozan de la misma presencia que cualquier personaje de la película. Giros interesantes, quizás algo mal envejecida y con actores sobreactuados. Pero tan disfrutable que se le perdona. Imprescindible.


El velo (Phil Joanou)




El punto comercial de la lista y también la curiosidad de la lista, dada la escasa publicidad que le dieron tras un mísero estreno directo al vod que la sentenció al olvido. Como slasher sobrenatural, es de lo más agradecido que encontraréis. Buenos sustos, muertes variadas (algunas fuera de cámara, lo que molesta un poco), giros novedosos y un final muy digno. Perfecta para ver en el punto álgido del maratón. Visionado fácil, entretenido y que anima a comerse el postre con ganas.

Dread (Anthoni DiBlasi)




Como no podía ser de otra manera, alguna perlita de las mías iba a meter en la lista. Dudaba entre le elegida, mi adorada House of the devil o alguna más reciente tipo The witch o I’m the pretty tinga that live in the house, aunque estoy seguro de que por cualquiera de ellas me habrían tirado tomates a la cara. Sin embargo, no puede faltar en la lista algo más reflexivo, oscuro, melodramático y chirriante. En esta ocasión me decanto por otra película basada en los relatos de Clive Barker, el mismo genio que creó la película con la que empecé mi lista y del que parte esta misma película, en la que sus protagonistas se enfrentan a sus más oscuras pesadillas para retornar de ellas con una bala en la cabeza de la que no se curarán jamás. Mucho estómago para resistir el último aliento de mi lista y polémico debut del conocido Anthony Diblassi.




Rafael Lindem, escritor, gato excéntrico y creativo versátil os recomienda:


El hombre de mimbre (Robert Hardy)




Esta película de Robert Hardy supuso para mí el primer encuentro con uno de mis miedos más arraigados: la sociedad como monstruo mecanizado e inmisericorde. Los pasos del pobre sargento Howie en una remota isla escocesa, donde todo el mundo parece conocer a todo el mundo, no os prepararán lo suficiente para el espeluznante final, que ya forma parte de la historia del cine.


El puente de Cassandra (Pan Cosmatos) 




George Pan Cosmatos, dirigió esta película en 1976. Yo la vi pocos años después, siendo niño, y fue una experiencia que reafirmó mi temor a la sociedad y a la frialdad de sus mecanismos de contención. Aquellas escenas del tren rodeado por guardias enfundados en trajes aislantes para amenazas biológicas, con orden de disparar a cualquier pasajero que intentase escapar, me hicieron temblar. El plan de hacer caer el tren por un viejo puente desvencijado para contener la plaga que aloja en su interior y hacerlo pasar por un accidente, me metió el miedo en el cuerpo. Fue mi primer contacto (junto a Encuentros en la tercera fase) con otro concepto aterrador: las amenazas biológicas.


28 días después (Dany Boyle)




Dany Boyle tomó el genial concepto que usara George A Romero en su inmortal Noche de los muertos vivientes y lo actualizó para esta película del año 2003. Ahora los zombis son enfermos rabiosos, enfermos de un virus mutante creado originalmente para controlar la furia en humanos. Los terroríficos efectos de este virus saltaron por primera vez a la pantalla del cine poco tiempo después de que viésemos en las televisiones de medio mundo cómo las personas se desmembraban unas a otras a machetazo limpio en las calles de Ruanda: vecinos convertidos en monstruos sedientos de sangre. Aterrador.


Funny games (Michael Haneke)




Y hablando de vecinos monstruosos, tenemos esta obra de arte que nos trajo Michael Haneke en 1997. Dos chicos educados llaman a la puerta de casa y da comienzo un terrorífico espectáculo que degradará a las víctimas al nivel de meros juguetes en manos de otros seres humanos. Una vez más, la fuente del terror es tan humana como toda esa gente que os rodea a diario.


Alien (Ridley Scott)




Una verdadera pesadilla en el espacio exterior, pero también en el interior. Qué puede decirse de este clásico de Ridley Scott que no se haya dicho ya: despertarse de un crio sueño y encontrarse con la criatura más espeluznante y hermosa que ha dado el género. Un canto biomecánico al tumor que toma control de nuestro cuerpo, a la enfermedad parasitaria que convierte nuestra vida en una pesadilla, porque, la vida me lo ha confirmado, las peores pesadillas se tienen siempre al despertar.




Hanibal Mora, escritor y bohemio a tiempo completo, os recomienda:


Noche de Miedo (Tom Holland)




La primera vez que vi “Noche de miedo” fue en los 90, cuando todavía existían las cintas VHS y me fascinó. Cada secuencia es tan divertida como terrorifica. Destaca la actuación de Rody Macdowall como Peter Vincent, un actor reciclado que acaba siendo un cazavampiros de verdad. También me calaron el personaje de Evil Ed (traducido como “el rata”) y el vampiro Jerry dandridge intrepretado por Chris Sarandon, quien volvió a trabajar años después a las ordenes de Tom Holland en Muñeco Diabólico. Lo más memorable: ”¡Bienvenidos a la Noche de miedo, la auténtica!”




La noche de Halloween (John Carpenter)




Me animé a ver Halloween gracias a una recomendación y me encantó. Sin duda, buena culpa de ello la tuvo el personaje interpretado por Donald Pleasance: el doctor Loomis, una mezla entre el doctor Abraham Van Helsing y el capitan Ahab. Lo más curioso es que Myers no tiene nada de sobrenatural, como Freddy Krueger o Jason Voorghees y, a pesar de eso, parece que tiene más vidas que un gato. Inolvidable la banda sonora a cargo de John Carpenter.




Pesadilla en Elm Street (Wes Craven)




Qué decir de esta joya del cine de terror convertida ya en un mito gracias a Wes Craven y al carismático Robert Englund. En mi opinión, ni siquiera el actor Jackie Earle Haley, a pesar de su buen hacer, pudo superar en el remake a Englung. Todavía recuerdo la primera vez que vi a Freddy, yo era muy pequeño. Me caló tanto que compré unos fotogramas y postales y todos los vhs. Debo decir que soy fan de todas a excepción de la segunda. Aconsejo por todo lo alto su visionado.


Cursed (Wes Craven)




Si digo La maldición, puede confundirse con el clásico japonés de terror. Pero lo cierto es que la consideraría una mezcla entre Un hombre lobo americano en Londres y Teen Wolf. Christina Ricci hizo un trabajo verdaderamente “Valvulizante”, igual que Joshua Jackson supo encajar el papel a la perfección. Una agradable comedia de terror con bromas de corte sexual que hará un Halloween más distendido y nos librará de las malas vibraciones.


Miedo Azul (Daniel Attias)



Basado en la novela de Stephen King El ciclo del hombre lobo y protagonizado por la estrella juvenil de los ochenta, Corey Haim, es un film que narra las peripecias de un joven empeñado en encontrar y destruir a un licántropo. Es un claro ejemplo de cómo la perfecta conjunción de humor y terror puede dar momentos brillantes. Esto y unos personajes bien dibujados logran que el film pase a la posteridad. No es una cinta de terror puro, pero sí hora y media de nostálgico divertimento.




Sergio Vargsson, director de programa y locutor de radio os recomienda: 


Liferforce (Tobe Hooper)




La nave espacial angloamericana "Churchill" va en misión de estudio hacia el cometa Halley, que se acerca a la Tierra. Antes de llegar a destino, encuentran una nave extraterrestre que viaja en la cola del famoso cometa. La nave atrae la curiosidad de los astronautas quienes, al mando del comandante de la misión, se lanzan a su investigación. En el interior sólo hallan tres ataúdes de cristal con dos hombres y una mujer, los tres desnudos, los tres lozanos y enteramente humanoides. Esto dará origen, a la postre, a un alucinante apocalipsis que tendrá su inicio en Londres…



La máscara de la muerte roja (Roger Corman)




Siglo XII. El Príncipe Próspero gobierna de forma despótica sobre una pobre zona rural de Italia, aplastando a sus súbditos y humillando a sus amigos. Pronto, la zona se ve afectada por la mortal epidemia de "la muerte roja". Próspero decide entonces refugiarse en su castillo con la joven aldeana Francesca, junto a sus decadentes y aristocráticos amigos. Amparados en la aparente seguridad de los muros del castillo, y bajo la supuesta protección que Satán da a Próspero, todos creen estar a salvo de la muerte roja y se divierten mientras el pueblo sufre y muere.



Mimic (Guillermo del Toro) 




En Nueva York, una epidemia provocada por cucarachas provoca una terrible enfermedad que afecta a los niños. Cuando una entomóloga consigue crear un insecto modificado genéticamente con el fin de que sea el depredador de las cucarachas, la plaga desaparece. Sin embargo, tres años después...



Kwaidan (Masaki Kobayashi) 




Cuatro historias en una misma película, con un formato rompedor para la época, Un samurai que deja a su mujer por una princesa, pero se arrepiente y vuelve a casa para llevarse una desagradable sorpresa. Una mujer heladora que se ensaña con dos leñadores que sólo querían cobijarse del frío. Una balada al pie de una tumba. Y la visión más aterradora que alguien puede ver en su taza de té. Cuatro historias independientes con los colores como elemento común. Cada una de ellas está representada por un tono distinto, para distinguir bien las atmósferas. Obra de arte en lo visual y en lo tétrico.



La semilla del diablo (Roman Polanski)




Los Woodhouse, un matrimonio neoyorquino, se mudan a un edificio situado frente a Central Park, sobre el cual, según un amigo, pesa una maldición. Una vez instalados, se hacen amigos de Minnie y Roman Castevet, unos vecinos que los colman de atenciones. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse deciden tener un hijo; pero, cuando Rosemary se queda embarazada, lo único que recuerda es haber hecho el amor con una extraña criatura que le ha dejado el cuerpo lleno de marcas. Con el paso del tiempo, Rosemary empieza a sospechar que su embarazo no es normal.




Lady Necrophage, la chica que organiza todo esto y desorganiza el resto del mundo:


The houses october built (Boby Roe)




Cinco amigos viajan en busca de los pasajes de terror y casas encantadas más macabras de América. Sobre todo van tras la pista de un lugar llamado “calavera azul” que ven mencionado en un foro. The houses october built es una pelicula hecha para Halloween, una película que recrea, a la perfección, aquello de homo homini, lupus. No es necesario que busquemos fuera de nuestro mundo o dimensión, porque las identidades ocultas bajo máscaras y atrezzos pueden contener la maldad pura.



Posesión infernal (Sam Raimi)




Poco queda por decir del tan revisionado clásico de Raimi, un film sobre el cual caen más de 30 años de mitificación justamente ganada. Cinco chicos se van a pasar unos días a una cabaña perdida en el bosque donde les espera un macabro descubrimiento. Un producto naif de bajo presupuesto que logra la perfecta comunión de elementos cómico terroríficos para llegar a una culminación final abominable. Sigue provocandome inquietud hoy día.



Midnight meat train (Ryhuei Kitamura)




León es un fotógrafo que siente la necesidad de retratar el lado más oscuro de la humanidad, lo cual le llevará a recorrer las estaciones de metro donde actúa un temible carnicero. Bienvenidos al vagón de la carne de medianoche, estupenda adaptación de un relato de Clive Barker incluido en la antología Books of blood. Todo son pros en esta adaptación, comparativas con el texto original aparte: la presencia de Vinnie Jones, las terribles y sangrientas escenas y, cómo no, la presencia de uno de los asesinos más inmisericordes del cine de terror.


Demons (Lamberto Bava)




Hablar de Demons son palabras mayores, es una de esas películas con “angel”, valga el cinismo, desde el primer visionado. Tiene algo hipnótico, bien sean los acordes de la banda sonora de Simonetti, su ambiente decadente y tenebroso o su “divertida” y, para la época, original premisa. El caso es que pocas películas me han regalado un Halloween tan entrañable, tan inquietante y con tanto pánico a que unas criaturas ficticias pudiesen traspasar la pantalla.


The Banshee Chapter (Blair Erickson)




Nos encontramos ante una película que trata un tema apasionante: El experimento MK Ultra, un proyecto de investigación llevado a cabo por la CIA en el cual, mediante el uso de sustancias psicotrópicas, se buscaba el control de la mente humana. Para adentrarnos en estas lides se usa la premisa de una periodista que inicia la búsqueda de su amigo desaparecido tras haber ingerido una extraña droga. No es ninguna genialidad, pero sí un curioso found footage con algunos momentos espectaculares.





Mar Goizueta, escritora y tejedora de sueños, os recomienda:


El ansia (Tony Scott) 



Descubrirla ―hace tanto que ya ni lo recuerdo― me abrió un mundo de historias vampíricas muy diferente de lo que había sido tradicional en el cine. Un trío protagonista muy potente, con una maravillosa Catherine Deneuve en el papel de una vampira milenaria cuyas raíces son muy diferentes al del mítico Drácula y sus descendientes cinematográficos, un fascinante David Bowie como su pareja y una Susan Sarandon que irrumpe en su universo vampiírico y lo cambia para siempre, llena la pantalla en escenas que van de lo gótico al glamour del cine negro. Recuerdo quedarme fascinada con su fotografía y su banda sonora desde el primer instante. Más allá del espectáculo sangriento, habla de la soledad y del vampirismo como una bendición muy cercana a la maldición. 

El ente (Sidney J. Furie)



Me encantan las películas de terror, aunque nunca me han asustado, excepto, quizás, esta historia basada en un hecho real que narra la posesión de Carla Morán, interpretada por Barbara Hershey, por un ente invisible. Que sea la más aterradora para mí es motivo más que suficiente para elegirla.


El resplandor (Stanley Kubrick)


Adoro a Kubrick y creo que esta película es una de las cumbres del cine de terror. En algún momento de mi vida incluso llegué a saberme los diálogos de memoria. El maestro utiliza con un arte sin igual los resortes que aterrorizan a la mayoría de las personas. Jack Nicholson en su papel de escritor poseído y enloquecido está sublime, y Shelley Duvall es el complemento perfecto, al igual que el niño. En este caso, además, hago especial mención al doblaje ―algo tan cuidado siempre por el director― porque creo que es apropiadísimo. Me fascina la voz que le ponen a Wendy en castellano.


Communion (Philippe Mora)



Una perturbadora película sobre abducciones extraterrestres. La novela que dio origen a la película presume de basarse en hechos reales, lo que la vuelve más inquietante aún. Sobre la interpretación de Christopher Walken, uno de los actores más inquietantes del cine, recae la mitad del interés de esta película.


Tiburón (Steven Spielberg) 



Roy Scheider interpreta a un jefe de policía que acabará enfrentándose a un tiburón gigante. Un enemigo formidable destinado a poblar de pesadillas el pueblo costero en el que se desarrolla la película. También la mente de los espectadores, cuya respiración se entrecorta cada vez que aparece la aleta del tiburón al otro lado de la pantalla, nadando al son de un magnífico John Williams. No es la película que más miedo me ha provocado, pero gracias a ella he tenido varias pesadillas con tiburones. ¿Casualidad? No lo creo.


Carlos Cubo, redactor en almas oscuras, y autor del podcast terror y fantástico +18 os recomienda:


Truco o Trato (Michael Dougherty)


A todas esas películas, hoy clásicas, que podemos tener en cualquier sesión para noche de Halloween, tenemos que empezar a unir una más moderna: Truco o trato. Y más ahora que cumple su décimo aniversario. Posiblemente, la mejor película de terror de antología moderna. Digamos, desde mediados de los noventa. Aquí cabe todo: vampiros, hombres lobo, fantasmas, asesinos y ese pequeño cabronazo con una calabaza por cabeza que se reserva uno de los mejores momentos de la función. Puro Halloween. Pura festividad. Un nuevo imprescindible.


Night of the demons (Kevin S. Tenney)


Pocas películas conectan esta noche de Halloween con el sentimiento ochentero más hard y de serie b. Night of the Demons, la original, no el remake infumable con el hombre que se ha comido al niño de Terminator 2. Nostálgica y muy entretenida amalgama de conceptos slasher y sobrenaturales, con una evidente influencia del Evil Dead de Sam Raimi. Pero aquí todo, o casi todo, es gamberrismo, humor cafre, caspa molona y temazos de rock ochentero. Y por supuesto, el baile satánico de Angela Franklin, el personaje más reconocible de lo que acabaría convirtiéndose en una trilogía. 



La niebla (Frank Darabont)


Una niebla se extiende por todo a lo que llegan tus ojos. Mientras, te das cuenta que estás atrapado en el interior de un supermercado con personas de muy diferentes naturalezas, aislado del mundo abierto, en un microcosmos humano que puede llegar a ser más peligroso que los terrores que esconde esa amenazante niebla. Qué grande Stephen King, y que grande Frank Darabont, que supo adaptar este relato del maestro del terror literario sin por ello seguir su narrativa al cien por cien. Su final, su giro final respecto a la novela, todavía es celebrado y retumban los aplausos del día de su proyección. Brutal. 



Kairo (Kiyoshi Kurosawa)


En tiempos en los que el j-horror estaba de moda con el éxito de Ringu o Ju On, la formula empezaba a agotarse antes de tiempo por un uso desmesurado. Pero, entre tanto, algunas joyas diferentes, atrevidas, se hacían hueco, aunque a un nivel más bien local. Kairo es una de esas joyas. Y no, no confundir con el horrible remake USA más conocido como Pulse. La tecnología como instrumento en el que ejercer la carga sobrenatural, el modo de entrar en nuestro mundo de los espíritus. Un ritmo denso, pausado, que esconde un par de escenas terroríficas de esas que se quedan guardadas en la retina. A reivindicar, ya. 



En la boca del miedo (John carpenter)


En 1994 llegó a los cines la que sigue siendo una de mis películas favoritas del cine de terror. La traía el gran John Carpenter, y posiblemente, el mismisimo Lovecraft hubiera aplaudido hasta desgastarse las manos. Monstruos indescriptibles surgiendo de la oscuridad, libros que cobran vida, una pesadilla hecha celuloide con un destino inevitable: el apocalipsis. Los últimos que queden lo pasarán muy mal... Ser el último de tu especie debe ser algo horrible ¿verdad? Si fuésemos John Trent, seguramente optaríamos por vendernos a la locura y acudir al cine más cercano, con un buen cuenco de palomitas, a ver En la boca del miedo. 






viernes, 27 de octubre de 2017

Another Evil






Título original: Another Evil

Nacionalidad: USA | Año: 2016

Director: Carson D. Mell

Guion: Carson D. Mell 

Intérpretes: Dan Bakkedahl, Beck DeRobertis, Dax Flame 


No entiendo nada. Another Evil es lo que yo denomino como fenómeno de “realidad virtualizada”, o aparentemente sólida en la superficie. Es decir: hablamos de una película que ha sido capaz de entrar en la programación de grandes festivales como el SXSW (evidentemente no en la categoría midnighters pero sí en otra, de corte más austero) y ganarse el aprobado críticos que cuentan con mi total confianza. Era el pastel perfecto, a pesar de un trailer poco menos que horrible y las opiniones de algunos espectadores que afearon un tanto el hype deliberadamente purasangre que nos habían cocinado tanto director como productora. Lástima que mi memoria sea como la del pez de Nemo y dejara estos detalles olvidados en el cajón donde guardo todas esas cosas que pretenden aguarme una fiesta. Sin embargo, antes o después, debemos enfrentarnos a la realidad.

  A grandes rasgos, Another Evil es una película de la que poco puedo rescatar. Mucho peor de lo que esperaba. Hay películas malas pero interesantes, o tan divertidas que los problemas artísticos o de producción pasan de puntillas sin que estropeen el visionado, pero no es el caso de esta película: pura antítesis de la diversión. La trama nos cuenta la historia de Dan (Steve Zissis), que busca el modo de deshacerse de los fantasmas que llenan su casa (estos últimos nos otorgarán apariciones nada excepcionales pero sí interesantes), y termina pactando con Os (Mark Proksch), un personaje realmente odioso que le prometerá la solución definitiva a sus problemas a cambio de permanecer en la vivienda durante cuatro días. Es en este conflicto de personajes (la personalidad pedante de Os no es un trago fácil) donde la trama encuentra su principal pilar, si es que esto puede ser llamado pilar, o trama, o lo que sea. Durante los noventa minutos que dura la cinta, no hice otra cosa que contar noventa minutos, preguntándome cada dos por tres si tendría, por fin, mi “prometida” ración de fenómenos paranormales. Tuve, eso sí, líneas interminables de diálogos entre Dan y Os, tan pedantes como absurdos e innecesarios. Another Evil no hace reír, ni asusta, ni entretiene; es un horrible drama sobre la lucha entre el ying y el yang, y también entre nuestras ganas de salir corriendo y el compromiso de ver terminar la película.



  Curiosamente, la mayoría de opiniones positivas se basan en la química que une-desune a estos dos personajes y a la capacidad de los actores que los interpretan. Yo fui incapaz de conectar con ellos, así como con el deshonesto juego del sí pero no que nos plantea el director en esta comedia de fantasmas sin fantasmas ni comedia, o, como puede escarbarse con facilidad en el tono e intenciones de la historia, esta peli de Abbott y Costello sin Abbott y Costello. Creo que Another Evil habría tenido más éxito si se hubiese entregado directamente al género de la comedia, sin pamplinas ni extraños experimentos quiméricos. Como mínimo, habría resultado mucho más honesta con el espectador.



  Another Evil es la cosa más amateur y peor realizada que he visto este año. El típico drama insoportable, de corte poco experimentado, que haría huir a cualquier persona sensata. 

  A favor: 
-Dentro de su singularidad, tiene sus momentos de acierto 
-Los protagonistas no lo hacen mal, a pesar del material con el que trabajan 

  En contra:
-La relación de estos dos, nunca llega a resultar interesante 
-Intenta emular a Abbott y Costello de forma mediocre 
-Es una película poco sincera, mezcla géneros con poco atino y ninguno queda bien resuelto 
-La fotografía es muy amateur 
-Las apariciones resultan cutres y desenfocadas. Es difícil ver con nitidez al fantasma.


2/10

Fdo: Redrum