viernes, 31 de julio de 2020

Undone: ambiciosa y genial






Sí, es cierto, 2020 está siendo un año difícil, un año en el que todo se ha enrarecido, un año de sombras más que de luces pero, al fin y al cabo, un año con el que nos guste o no hay que lidiar. Sin embargo, no todo viene marcado por la tragedia. Si bien es cierto que nuestras queridas salas de cine se han visto afectadas en gran medida, al igual que la cultura en general, también lo es que la victoria de las plataformas Streaming ha servido para brindarnos entretenimiento amén de una calidad nada desdeñable. Aunque sobre gustos no hay nada escrito...

   Han sido varios los productos de Amazon Prime Vídeo analizados en este espacio, pertenecientes al ámbito de la ficción y de la divulgación. Lo cierto es que Prime nos ha brindado una suerte de productos estrella que, más allá de entretener, buscan el análisis del espectador apelando a la cosmovisión, como es el caso de la producción que vamos a tratar hoy: Undone. Ante todo, recalcar que su estreno se dio en el año 2019, aunque las circunstancias actuales han motivado, por lo menos en mi caso, que me lanzase a disfrutar de ella este año. Se trata de una serie de 8 capítulos con una duración aproximada de 25 minutos cada uno. A la batuta: Raphael Bob-Waksberg (BoJack Horseman) y Kate Purdy (Old sugarman place, Time Arrow). La técnica utilizada para relatarnos esta historia es la animación rotoscópica, que explicada a grosso modo consiste en realizar dibujos sobre fotogramas de imagen real. En este sentido, el aspecto técnico de la serie es exquisito además de conveniente, sobre todo si tenemos en cuenta el contenido metafísico de la misma.

  Su protagonista, Alma, sufre un terrible accidente y a partir de ese momento la realidad que conoce cambia por completo. Tras esta desgracia, Alma adquiere nuevas "habilidades" y es capaz de comunicarse con su padre fallecido y trascender más allá de los parámetros del espacio-tiempo. Undone explora teorías ligadas a la relatividad que explicarían una posible forma de alteración de estos parámetros espaciotemporales. James Beacham fue uno de los primeros en exponer varias formas de conseguir esta alteración. Una de ellas, denominada dilatación del tiempo, consiste, según sus propias palabras, en la posibilidad física de viajar al 95% de la velocidad de la luz, lo cual disminuiría el transcurrir de los segundos. Gracias a esta velocidad se lograría un desplazamiento temporal. Pero, sin duda, podemos encontrar más paralelismos con la polémica y abstracta teoría de cuerdas, un modelo físico que explica la composición de la materia en forma de cuerdas o diminutos filamentos que conducen a un número indeterminado de dimensiones. No obstante, la ausencia de pruebas empíricas, impide que esta teoría sea reconocida por la comunidad científica.
  
  Pero más allá de esto nos encontramos con una serie puramente emocional, trascendental, con una protagonista  dotada de habilidades especiales y en constante lucha por encontrar su lugar en este inmenso universo. Nos encontramos, también, con diálogos ambiciosos y existenciales, una trama ambiciosa e igualmente llena de giros imprevisibles y toques intimistas, ya que opta por la narrativa en primera persona. Por otro lado, su ritmo es liviano, un perfecto entretenimiento, y sabe desenvolverse con otros pilares más "mundanos", como la trama familiar y personal de la protagonista. Estamos ante una balanza bien equilibrada. 

   Debo decir que antes de ver la serie me negué a leer completa ninguna crítica sobre la misma, ya que algunas de ellas mencionaban la ambición como un lastre. No, la ambición jamás es un lastre ni tiene por qué ser sinónimo de un producto abigarrado. Si hay proyectos ambiciosos es por la visión de sus directores y esto, el enfoque de cada cineasta,  es algo perfectamente respetable. Tanto la perfección como la ambición nos regalan productos del corte de Undone, y eso es un todo un regalo para la mente del espectador, para sus ojos. 




    

viernes, 24 de julio de 2020

Aullido







¡Viernes de relato! Por fin, os traemos otro de los cuentos que pudimos disfrutar durante la convocatoria de nuestra antología splatterpunk. Su autor: Iván Medina Castro, cuyos relatos hemos podido disfrutar en otros proyectos como Tentacle pulp o la revista Cruz Diablo. Disfrutad de este terrorífico paseo ;)





El alma ahíta cruel inmola 

lo que la alegra, 

como Zingua, reina de Angola, 

lúbrica negra. 

Rubén Darío 



Hace mucho tiempo que se escuchan incontables quimeras del llamado continente olvidado, pero este particular relato que van a escuchar logrará que el sigiloso gemido que aún puedo sentir colándose entre la niebla impregnada de terror zumbe por siempre dentro de sus oídos. Cenobitas míos, fui testigo de la noche y sus abismos, de las desviaciones y la perversidad por la carne. 

  Teníamos una vaga noción de los peligros que se avecinarían, pero todo riesgo era menor al constatar con nuestros ojos la mítica metrópoli de marfil en el corazón del África negra. Embarcamos en el puerto de Liverpool con la única guía concedida por la Fortuna y, ya próximos a pasar por la península de Cabo Verde, el “Liverbird” naufragó; súbitamente, con la celeridad de un rayo, una tormenta inesperada hizo que las enormes olas del Atlántico nos lanzaran de allí como se hace a los metecos en tierra ajena. No recuerdo más, cuando desperté me encontraba hecho prisionero junto a mi tripulación y a otros desconocidos con grilletes y cadenas. Nos condujeron dentro de canoas sobre un caudaloso río llamado por los primitivos N’gola. Al arribar fuimos arrastrados a través de la jungla hasta llegar a una ciudad trastocada por los infiernos y perdida en el tiempo, donde fui vendido: ¿Qué nefasto destino seguirá a continuación, Dios misericordioso?, cavilé acongojado. 

  Al poco tiempo de llegar a nuestro destino, un alarido retumbante como eco de felino en celo rebotó hasta extinguirse en los troncos de baobab, dándonos la acogida. Inmediatamente, anunciaron nuestra llegada a un lugar sin retorno, a un sitio tan oscuro como la más lóbrega sima de la selva. 

  Me quedé solo, maniatado a un madero de cuya extremidad superior sobresalía una cabeza antropomorfa. Vi un rostro femenino con facciones delicadamente torneadas, pero era su hocico, sí, un hocico desproporcionado con una hilera de puntiagudos dientes lo que me estremecía. No dejaba de ser un rostro de aspecto femenino como digo, con una anatomía coronada por unos senos de circunferencia perfecta y vientre marcado. Sin embargo, a partir de las caderas, todo era confuso, pues unas extremidades como las de un perro sostenían el emblema totémico. Mas mi consternación, evidencia de mi interminable sudor, se debía a la insoportable fetidez de la carne putrefacta. Esta carne procedía de las partes mutiladas de un cuerpo donde todavía de apreciaban trozos de pellejo. Vomité varias veces hasta que mi epitelio olfativo se acostumbró. No había duda, aquella carroña seguramente tendría la intención de incitar a alguna bestia famélica de la espesura: Seré sacrificado, pensé involuntariamente. 

  De repente, el inicio de unos clamores viperinos que ningún dios de luz entiende, comparsa procedente de la ejecución sincopada y monótona de yembes y batás, alteró el silencio. Miré desesperado en dirección de donde provenía aquel sonido. Observé una miríada de salvajes adamitas portando únicamente pieles de color marrón grisáceo con franjas negras diagonales en las patas y verticales en los costados, a modo de cubre espalda. Sostenían artefactos en forma de bálano. Las hembras danzaban al compás con la muerte entre las manos, retorciéndose incomprensiblemente alrededor de un desamparado hombre de facciones morunas que yacía desnudo en el suelo, en posición supina, con el miembro viril rígido. El sólo hecho de ver esa danza blasfema me provocó un frío que abrazó mis entrañas. Del miedo, mi quijada se paralizó. De pronto, condujeron al desventurado dentro de una choza y, posteriormente, se escuchó un grito colérico de chacal que estremeció la selva. Los babuinos huyeron brincando entre las ramas y los loros revoloteando abandonaron sus nidos. El baile paró y los tambores también. A continuación, dos negros colosales sacaron al efebo del umbrío chamizo en medio de aquella quietud mortal y sin sedante alguno mutilaron el flácido falo que arrojaron en donde yo me encontraba, como tantos más durante lo largo del día: ¡lujuriosa réproba!, traté de proferir. El cielo y la tierra se separaron. 

  La tarde se precipitó y los chillidos de la noche avanzaron. Sonidos graves al principio que subieron de tono hasta volverse agudos y penetrantes. Ya en el calosfrío de la noche, la luna extranjera encendía su brillosa claridad permitiendo ver el contínuo centelleo de los cuchillos de marfil que segaban los alientos tras un largo estertor bajo las estrellas iridiscentes. 

  Tras un corto intervalo de confusión, lo esperado se hizo presente. Los titanes fueron a por mí y, azuzando a una tríada de hienas que llevaban amarradas, me obligaron a formar parte del ritual. Pero antes, fui forzado a beber una sustancia aceitosa y amarga como el polvo de cantárida que de manera espontánea erectó mi pene como nunca antes. Ya terminado el rito, me condujeron a la barraca maldita. Entré cauto, y allí vi una voluptuosa mujer de piel sudorosa. También escurría el líquido de su oronda y palpitante vulva, plétora de deltas lechosos que contrastaban con sus etíopes piernas. Ella esperaba como una humilde beata en cuclillas. Ante mi pasividad, con las manos me pidió que me acercara. Frente a ella, me tomó con violencia de las nalgas hasta clavarme sus cortantes uñas, y delicadamente reposó sus obscenos labios rebosantes de sangre contra mi falo, sin dejar de batir, en espera de recibir el fluido de la victoria. Mis brazos todo el tiempo permanecieron en los costados temblando, no me atrevía a tocarla. Ella, insaciable, con el oleaje de sus belfos a punto de grana, mamaba con natural dominio, friccionando su suave borde con el glande. Sus ojos continuaban bien cerrados y la oscilación de la boca no dejaba de incrementar la velocidad, hasta que jubilosa alcanzó el triunfo. Los ojos lentamente se abrieron y del fondo de sus pupilas que habían girado por completo, pude observar un destello de muerte, el deseo de la agonía. Después, tras un súbito jadeo, abrió su boca derramando de las comisuras el fluido seminal y un lamento quejumbroso se escuchó una vez más. Presa de un trance cayó inconsciente. Al contemplar la transformación de su rostro, no supe cómo responder, mi cuerpo era pesado y estaba lleno de aletargada perplejidad. Los tambores continuaban con su percusión invariable e hipnotizante. Apenas me quedaba tiempo, de un brinco impulsivo me afané denodadamente de la testa de aquella arpía y con un movimiento brusco le quebré el cuello. Reposé su cabeza sobre un manto de cuero en su lecho y miré a través de sus ojos semiabiertos extinguirse la inquieta flama de la lascivia. 

  Escapé a través de la ventana trasera y corrí farfullado entre la maleza, sin dirección alguna. De vez en cuando giraba para comprobar desde la distancia cómo se iba empequeñeciendo aquel averno. Al final, las horas de la noche transcurrieron en paz. Ahora, a salvo pero con el fantasma martirizándome a cuestas, bendigo al Señor por permitir que su orden misionera me hallase con vida.  


viernes, 17 de julio de 2020

Entrevista a Valeria Surcis








¡Viernes de entrevista! Como ya sabéis, en Caosfera nos gusta presentaros grandes escritores y artistas, y este viernes no podía ser menos. Si aún no conocéis los podcast de Valeria Surcis, aún estáis a tiempo, porque ella es original, sabe lo que hace y cuenta con un desparpajo que conquista a cualquiera. En esta entrevista conoceréis mejor a Valeria y sus proyectos ¡adelante! ;)





1. ¿Quién es Valeria Surcis? 

Una persona tenaz, con sentido del humor que está intentando recuperar el tiempo perdido por culpa de una larga depresión. Deambulé por la vida sin rumbo, sobreviviendo por inercia. Ahora quiero ser todo lo que no he pude ser en su momento. Lo principal para mí es estar tranquila y disfrutar de las pequeñas cosas que me hacen feliz.


2. ¿De dónde nace tu pasión por el mundo de la literatura y la cultura, en general? 

  Desde que aprendí a leer. Siempre he disfrutado de muchos libros gracias a mi familia, que sentía pasión por la literatura. Los devoraba desde pequeña y empecé a escribir en primaria gracias a mi maestra, una mujer innovadora para su época que daba mucha importancia a la composición literaria. Nos animaba a escribir reflexiones y, sobre todo, poesía. 


3. ¿Cuándo diste el paso decisivo hacia el mundo del podcast y la comunicación? 

  Me acerqué al mundo de la comunicación gracias a mi experiencia en la radio comunitaria de Madrid, Radio Vallekas, donde aprendí a hacer lo que ahora se denomina periodismo ciudadano. Me acerqué al formato podcast en la última etapa que pasé en la radio, donde estuve involucrada 6 años como locutora y posteriormente coordinadora. Al salir del mundo de la radio comunitaria me metí de lleno en el formato podcast y aquí sigo, intentando formarme y mejorar en varios aspectos. 


4. ¿Qué sientes cada vez que transmites información a tus oyentes? 

  Quizás pueda parecer exagerado, pero siento mucha responsabilidad y al mismo tiempo ilusión sabiendo que hay alguien al otro lado que me escucha. 


5. ¿Tienes algún o algunos podcasters que sean para ti referenciales? 

 Escucho muchos podcast, que sean independientes o grandes producciones no me importa, me importa el contenido. También escucho alguna producción radiofónica en su formato podcast. 

  Mi primer amor fue Podium Podcast, la serie. El gran apagón  ha abierto un mundo para mi desconocido, el de la radioficción, uno de mis géneros favoritos junto a las producciones de contenido periodístico yde investigación. También me apasionan la crónica negra y el mundo del misterio. Como referentes nombraría a Teo Rodriguez, un maestro del sonido y de las historias “oscuras” y, en el ámbito de la crónica negra, a Mona León Siminiani. Cada podcaster que escucho me aporta algo y agradezco infinitamente su esfuerzo y trabajo,sobre todo que me haga reír, soñar, viajar, aprender o solo entretenerme un rato. 


6. Son varios los podcast que diriges, todos ellos bastante interesantes. Entre otras cosas diseccionas libros en tu espacio de Ivoox ¿A qué huelen los libros? Cuéntanos de dónde viene esta iniciativa. 

  Gracias por considerar interesante mi trabajo. Te cuento, el pequeño espacio literario ¿A que huelen los libros? nació dentro del contexto de la radio. Nos enviaban libros y, al ver que no teníamos en parrilla un programa de literatura propiamente dicha, quise hacer un hueco para todas aquellas personas que nos enviaban sus obras literarias con la ilusión de darse a conocer. A veces, según el argumento de uno u otro libro, decidía o no hablar de ellos en nuestro espacio: Magazine. Éramos un pequeño equipo que, todas las mañanas de lunes a viernes en riguroso directo, realizaba entrevistas a autores.  Si yo veía que por cualquier motivo un libro no encajaba, le dedicaba un episodio en mi podcast. Más adelante comencé a hablar también de los libros que compraba, no solo de los que nos llegaban y, de vez en cuando, algún colaborador o colaboradora me prestaba su voz. De momento el proyecto está parado por culpa de esta pandemia que nos ha tocado vivir. 


7. Tienes también un podcast dedicado a aprender Italiano de una forma muy divertida, y la verdad nos reímos mucho contigo. Háblanos un poquito de este espacio. 

  Otro espacio que está parado. Empezó con la intención de resultar útil para todas aquellas personas que deseaban o necesitaban aprender italiano. Me ilusionaba crear un espacio en mi idioma y, al mismo tiempo, aprender a hacer podcast diferentes. Para mejorar hay que experimentar y, si no te puedes permitir pagar cursos o estudiar como me gustaría a mí, lo único que te queda es escuchar a los demás y producir audios por tu cuenta. 


8. Me llama también mucho la atención otro de tus espacios de Ivoox, titulado La zona D, que versa sobre el fenómeno del bandidismo en la isla de Cerdeña, ¿por qué un tema tan concreto? 

  Este proyecto tiene una historia curiosa, para que veas que de todo se aprende. Me rondaba la cabeza desde hacía mucho, pero no sabía como enfocarlo. Hasta que un día respondí a una oferta de trabajo. Un colectivo italiano que hacía una revista online buscaba voz para empezar un podcast. Hablé con dicho colectivo y, como no tenía las ideas claras, se me preguntó qué podía ofrecer. Les hablé de este proyecto que, en un principio, yo quería lanzar para el público de habla hispana, pero me pareció interesante sacarlo en italiano. Así empezó esta aventura que me hizo mucha ilusión... Pero la ilusión duró muy poco. Probablemente pensaban que iba a ser un éxito y que iba a tener muchas escuchas y, como no fue así, decidieron “anular el pedido” enseguida. Ni periodo de prueba ni nada, jajajja. Las cosas de palacio van despacio y este gran palacio del podcasting es un mundo donde hay que ser constante, paciente y trabajar como digo yo: a pico y pala. Hay que ser realista, saber esperar y tener los pies bien plantados en el suelo. Por suerte soñar está permitido y es necesario para seguir adelante, por lo menos en mi caso. 

  Pese a todo, me dio el empuje para empezar desarrollar mi idea y estoy agradecida igualmente. Continúo haciéndolo en español porque me parece un argumento muy interesante, con muchos matices y, para bien o para mal, forma parte de la historia de mi amada tierra. 


9. Como digo, todos son muy interesantes, pero en mi opinión el que tiene un contenido más variado es, sin duda, Quiero Contar Tu Historia, un espacio muy ameno. Háblanos sobre sus inicios y de lo que el oyente que no te conozca puede encontrar. 

  Es mi proyecto más personal, mi pasión. Siempre he sido gran amante de la crónica negra. Hace poco traté de recordar cual fue el primer libro que leí sobre asesinatos o cualquier otro hecho perteneciente a la  crónica negra. Buceando en mi memoria logré visualizar la publicación que me introdujo en este mundillo. No sé su título ni su autor, solo puedo visualizar un libro marrón perteneciente a la colección de mi tío materno, gran lector y escritor aficionado. Dicho libro contaba el caso de Henri Désiré Landru, un famoso asesino en serie francés conocido como el «Barba Azul de Gambais», «Barba Azul francés» o «moderno Barba Azul».​ Estafó a unas 300 mujeres y asesinó a 11. Si no lo conocéis, quizá un día cuente su historia. Creo que tenía 13 años, en esa época también me aficioné  a Edgar Allan Poe, Baudelaire y Oscar Wilde. Seguí leyendo, pero para elegir mis lecturas necesitaba informarme sobre los argumentos. Un poco difícil porque en aquel entonces no había Internet, pero me hice con varios libros y veía algún que otro programa ameno que echaban en la tele italiana por la noche ya bastante tarde, en horario “no infantil”. Empezó, sobre todo, a fascinarme la mente de los serial killers. Me hacía muchas preguntas, principalmente en los casos de asesinos que tenían un alto coeficiente intelectual y carecían de empatía: ¿dónde fallaba la maquinaria humana y por qué? Creciendo y madurando también me di cuenta de la morbosa fascinación que ejercen estos criminales sobre las personas y cómo se tiende siempre a ensalzar su figura, mientras que las víctimas pasan a formar parte del entorno y quedan convertidas en una simple anécdota. Los asesinos son los que "molan", a mí también me "molaban” y creo que si me hubiera topado con el famoso Ted Bundy hubiera sido una victima perfecta. Pero no, señores y señoras, los serial killers no molan, son unos seres enfermos que sí, tienen traumas y problemas que les han llevado a eso. Aunque a veces no, simplemente nacen con una maldad intrínseca. La gente se pregunta: ¿el ser humano es bueno o malo por naturaleza? Ahí lo dejo, que cada cual saque sus conclusiones. En mi podcast cuento historias que creo merecen ser contadas, más o menos conocidas, intentando ofrecer un punto de partida a la reflexión, intentando darle valor a la víctima y comprender por qué se ha producido el hecho. El podcast se ha modificado conforme yo iba aprendiendo, este aprendizaje se ha manifestado en su evolución. Tengo un apartado en mi blog donde expongo mi forma de elegir las historias y por qué decido exponerlas de una u otra manera, pero eso no entra dentro de esta pregunta.

  Resumiendo mi respuesta: Quiero Contar Tu Historia nace de mi pasión por la crónica negra y los sucesos en general. No siempre hablo de asesinos y asesinatos; es un proyecto que sigue creciendo conmigo y, quién sabe, quizá algún día incluso llegue a contaros mi historia... 


10. Tengo entendido que has sido nominada en un certamen especializado en el mundo del podcast. ¿Cómo recibiste la noticia? ¿Crees que el mundo del podcast tiene suficiente reconocimiento? 

  La noticia la recibí con mucha ilusión. Se trata de un certamen donde para competir hay que pagar una cuota de inscripción, aunque no por eso entras en la final ni ganas. Dada mi condición económica nunca hubiera podido participar, así que imagínate mi sorpresa cuando un oyente me pidió permiso para nominarme. Osea una persona que me escucha, valora mi trabajo y cree tanto en mí que decide pagar la cuota. Para mí es una completa victoria.

   El mundo del podcast está explotando, pero si lees los comentarios en Twitter y tal te partirás de risa. Siempre se dice: este es el año del podcasting y luego nunca lo es..... 


11. También eres blogger, háblanos sobre tu espacio de Wordpress y dinos qué podemos encontrar en él. 

  No me considero blogger la verdad, es como una herramienta más para producir mi podcast y darle visibilidad, sobre todo porque a veces cuando acabo un episodio me quedan cosas por decir y aprovecho ese espacio para contarlas. También es para mí un ejercicio de escritura. Intento formarme como puedo en periodismo, técnicas narrativas, etc a través de Moocs, cursos online gratuitos y lecturas de libros que me sirven para aprender y mejorar. De forma que mi blog es como un cuaderno de apuntes, un cuaderno donde intento plasmar lo que aprendo. Los investigadores tienen su cuaderno de campo, yo tengo mi blog. Allí pueden encontrar todos los podcast y cápsulas informativas, donde ofrezco material para que la gente pueda leer, investigar y cultivar su espíritu critico. 


12. Para todos los que no te conozcan, ¿dónde pueden encontrarte? 

  En mi casa estoy ;) soy muy casera, trabajo en casa, hago mis podcast en casa y me gusta estar en casa, con pandemia o sin pandemia. Además de en mi casa, me podéis encontrar activa en Twitter como @valeriasurcis .Tengo también otras redes sociales, como Instagram y Facebook, pero no me gusta pulular por allí. Prefiero el Twitter, me parece menos intrusivo que el Facebook y a Instagram si te digo la verdad, además de que me consume mucha batería en el móvil, no le encuentro el puntillo. Y, por supuesto, en mi blog www.quierocontartuhistoria.wordpress.com. Si me queréis contratar, que no contactar, también estoy en Linkedin, Jajajaja. Me gusta colaborar en varios proyectos y, aunque en la foto que suelo usar parezco quizás seria y altiva, en realidad soy una persona muy afable, amistosa y bastante payasa; así que siempre y cuando no se sufra de coulrofobia, claro, os podéis acercar. No muerdo. 


13. Háblanos sobre tus futuros proyectos y añade todo lo que desees. 

  Espero poder retomar todos y  cada uno de mis podcast, ya que los he dejado aparcados esta temporada. Pero, sobre todo, mi propósito es seguir formándome, mejorar y llegar a más público con Quiero Contar Tu Historia. 

  En breve lanzo un contenido para fans de Ivoox: La Cápsula, un espacio para profundizar en los temas tratados en Quiero Contar Tu Historia. Además, se trata de un lugar dedicado a la reflexión personal que tiene por objeto pedir a la audiencia una pequeña aportación económica (¡a partir de 1,49 al mes, oye, y te das de baja cuando quieras!) con el fin de avanzar profesionalmente en este mundillo y ganar profesionalidad. No se por qué está tan mal visto en el mundo del podcasting buscar compensación económica, parece que este formato tiene que ser gratuito siempre. Sin embargo, pagar por un libro o ir al cine sí está bien visto, algo complicado de entender. Así que quien avisa no es traidor. No os ofendáis, puesto que Quiero Contar Tu Historia será siempre gratuito he pensado crear un contenido que sume. Por probar no pasa nada. Quien quiera apoyar es libre de hacerlo, para aquellos que no quieran ni puedan, en el blog encontrarán artículos donde se resumirá lo tratado en formato audio. No quiero que los oyentes se sientan de primera o segunda clase como he leído por ahí, así que esta es la solución que he encontrado. Espero que guste, que la gente apoye y, por encima de todo, quiero recalcar que los mejores apoyos son la escucha y la difusión.

   Muchas gracias por darme la oportunidad de hablar de mi pasión, espero que pongas tú bien las comas y las tildes en su sitio ;) no quiero parecer una analfabeta.

(Nota de la editora: cómo me río con Valeria, qué espontánea es)

  Os espero en Twitter, en mi blog y espero me deis la posibilidad de contaros esas historias que merecen ser contadas y, de paso ya puestos, también escuchadas... 



viernes, 10 de julio de 2020

Magia con plumas (Parte 4)







Aquí tenéis, por fin, la cuarta entrega de magia con plumas, la sección mensual en la que se explora el poder de estos mágicos objetos y los beneficios de los diferentes tótems de  los llamados animales del aire. Esta semana conoceréis las propiedades espirituales de una nueva especie. Podéis consultar todas las entradas en los siguientes enlaces:












AGACHADIZA


  1. Discreta
  2. Esquiva
  3. Nocturna
  4. Asustadiza



   Es habitual encontrar especies de Agachadiza (Gallinago gallinago) en las zonas de África, América y Asia, así como también lo es verlas en nuestros humerales. Existen, a su vez, varias subespecies de estos animales, diferenciadas sobre todo por su tamaño y algunas pautas de comportamiento. En el caso de la Agachadiza chica, cabe señalar su inclusión en el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias Africanas-Euroasiáticas. Debido a las características que presenta en cuanto a comportamiento, huelga señalar que son tótems muy utilizados en rituales para la prudencia, la discreción y los hábitos de trabajo, dado que son aves que suelen estar activas a partir de horas tardías. 

   Las Agachadizas presentan un plumaje a rayas, con colores oscilantes entre el negro, pardo o rojizo. Encontrar plumas de Agachadiza es un símbolo muy positivo, dado que sus colores pardos y negros nos servirán para neutralizar la negatividad y llamar a la prudencia.

 A continuación expondré algunos de los modelos ritualísticos para utilizar este tipo de plumas:

  

RITUAL PARA LA PRUDENCIA

  Imaginemos, por un momento, que se nos presenta una situación profesional y/o personal complicada. Lo primero es perder los nervios e, incluso, el sentido común. Recurramos a la mageia, que nos puede ayudar mucho en estas lides. En esta ocasión, vamos a trabajar con sal, un elemento de limpieza espiritual, pues bien sabemos que desde tiempos inmemoriales la sal está unida al concepto de pureza, fidelidad y confianza.

   Primero que todo, debe elegirse el lugar de la casa donde más se tienda a pensar en el problema, o donde más se haya dialogado con la familia o seres queridos sobre el conflicto. Nos dirigiremos a este lugar con un pequeño cuenco de cristal lleno de sal y echaremos un puñadito en cada rincón de la estancia. Procuraremos hacerlo con la mano izquierda, aludiendo precisamente a la sabiduría del sendero de la mano izquierda. Lo mejor es realizar este ritual durante una noche de Luna Nueva para que la sal se active más rápido. Después, sujetando la pluma de Agachadiza con la mano izquierda, bordearemos la habitación parándonos en cada esquina deseando con todas nuestras fuerzas la resolución del problema. Para terminar, colocaremos la pluma debajo de la almohada con la intención de despejar nuestra mente durante el sueño.



RITUAL PARA LA DISCRECIÓN

   Imaginemos ahora que tenemos un carácter un tanto complicado y que deseamos relajarnos y no entran en cólera cada vez que nos encontramos ante una problemática. Imaginemos también que somos dados a expresar nuestro estado de forma efusiva en público y deseamos cambiar eso. La mageia nos puede ayudar también.

     En esta ocasión, no vamos a trabajar sólo con sal, sino que usaremos también pimienta para desterrar las cargas negativas. Para empezar mezclaremos la pimienta con la sal con ayuda de una espátula, ya que no debemos tocar ninguna de las dos sustancias hasta que estén convenientemente mezcladas. Elegiremos la Luna Menguante, ya que su imagen está ligada al crecimiento. 

   Vamos a escoger el lugar donde más tiempo pasemos solos, lidiando con nuestros demonios personales. Haremos, lentamente, un círculo con la sal y la pimienta y en el interior colocaremos una pluma de Agachadiza, a poder ser con una franja negra. Nos concentraremos en nuestro objetivo mientras permanecemos sumidos en el más absoluto silencio y, cuando consideremos hemos llegado al culmen de nuestra concentración, tomaremos la pluma con la mano izquierda y la enterraremos en una maceta con la intención de desterrar nuestro yo más oscuro.



RITUAL PARA EL TRABAJO

    Necesitamos, por un casual, terminar un proyecto de trabajo, pero somos un poco negados. Tenemos que invertir más horas de nuestro tiempo pero no se nos da bien combatir el sueño y nos distraemos fácilmente. vamos a ayudarnos un poco.

      Además de sal, vamos a realizar este ritual con vinagre, ya que el vinagre se utiliza normalmente para alejar las malas vibraciones. Por eso diluiremos un cucharadita de sal en una taza de vinagre.

       Nos dirigiremos al lugar de la casa donde solemos trabajar y, justo antes de empezar con nuestras obligaciones, trazaremos con un pincel una pequeña línea de vinagre y sal en la puerta. Entraremos en el cuarto sin pisar la línea, sosteniendo la pluma de Agachadiza en la mano izquierda. y colocaremos sobre una mesa la taza con los restos del vinagre, la sal y la pluma introducida en su interior. 

      Es preferible realizar este ritual durante una noche en la que apreciemos el primer Cuarto Lunar, fase relacionada con los proyectos relativos al trabajo. Esto nos ayudará a alcanzar un mayor nivel de concentración.



OBSERVACIONES

    Es importante conocer la influencia que las diferentes fases lunares ejercen sobre nosotros. Es básico saber que la Luna Nueva es ideal para iniciar nuevos proyectos, la Creciente para inundarnos de positivismo, la Luna Gibosa ideal para iniciar relaciones, la Luna LLena especial para la creatividad, la Luna Diseminante para el sentido común, la Menguante para la salud y Cuarto Meguante para el autoconocimiento.

     También es importante conocer las propiedades de la sal,  conocida desde tiempos inmemoriales por sus propiedades nutritivas, curativas y anímicas. Ya en los tiempos de Roma encontramos la costumbre del pago con sal, al igual que ha sido moneda de cambio en otras muchas partes del mundo. La historia de la sal en la antigüedad es profunda a la vez que fascinante, y comprender su importante demanda nos ayudará también a entender su significado esotérico y su uso en diferentes liturgias como la católica. Trabajar con sal es algo positivo, siempre y cuando aprendamos a manipularla correctamente.

    El vinagre y la pimienta son también elementos fáciles de encontrar y productivos a nivel espiritual. En muchos países, el ofrecimiento de vinagre estaba ligado a la hospitalidad, lo que ha generado la creencia de su relación con las buenas vibraciones. Respecto a la pimienta, al igual que la sal, fue usada como moneda y está reconocida como un condimento especial. Su leyenda como limpiadora de energías es también importante. Estos elementos bien utilizados pueden ayudarnos a crear un ambiente espiritualmente muy positivo. 



NOTA FINAL

     Todo buen mago debe comprender que los resultados son fruto de un intenso trabajo. No se trata únicamente de realizar estos rituales, sino que trabajar al mismo tiempo con ahínco en los objetivos que se desean conseguir. De otra parte, notaremos los resultados de nuestro trabajo en una serie de casualidades o actos concatenados que nos llevarán a nuestro objetivo. El efecto es natural, gradual y no como muchos esperan, valga la redundancia: por arte de magia.


NIEVES.



viernes, 3 de julio de 2020

En un mar de muertos








¡Viernes literario! Hoy tenemos el gusto de recibir en nuestras filas a José Rodolfo Espinosa Silva, escritor y profesor de origen mexicano que, además de participar en varias antologías, ha publicado varios libros entre los que se encuentran: El regreso de los dioses, la batalla de Folkvangr (Caligrama, 2019), Pacto Maldito (Pathbooks, 2019), Las llaves de R’lyeh (Pathbooks, 2019), Para destruir el final y otros cuentos de fantasía y ciencia ficción (Kaus, 2019) y El demiurgo y otros cuentos fantásticos (Kaus, 2020).  Y qué mejor carta de presentación que este relato titulado En un mar de muertos. Recordad que apostar alto no es siempre la mejor opción, sed precavidos si no queréis veros con el agua al cuello (nunca mejor dicho...)





En un mar de muertos

Es la inscripción que se lee en la placa debajo del cuadro que muestra un hombre parado junto a un faro mirando hacia las profundidades del océano, donde centenares de esqueletos arrastran a otro sujeto idéntico a él a las profundidades marinas. 

   Dicha pintura se ubica al centro del salón de juegos de Il casinò della vita. La contemplo por unos momentos, como esperando hallar alguna respuesta o que provoque una epifanía que me ayude a salir de este embrollo. Mi padre decía que un hombre con fe, vale más que uno con suerte. 

   Lo cierto es que tengo pocas posibilidades. Es la penúltima ronda y sobre la mesa están dos reinas (de diamante y de corazones), un ocho de picas y un as de tréboles. 

  La chica a mi derecha se levanta, puedo ver el terror en sus ojos. Escucho como sus uñas rasgan la orilla de la mesa. Su blusa amarilla está empapada de sudor. Entonces corre. Un estruendo. Cae abatida por la bala. El crupier guarda el arma bajo la mesa. 

  —Su turno —me dice. 

  No le atiendo. Observo el humo rojo que emana del cuerpo de la chica y flota por el salón hasta el trono de Mammón quien abre la boca y lo aspira. Toma un pañuelo verde de su solapa y se limpia los labios. Viste un traje color gris oscuro y usa mocasines negros. Su apariencia es la de un hombre rondando los cuarenta. De hecho, cuando entré, temí que se exagerase la fama del lugar. No fue hasta que vi morir a los primeros, hasta que vi como el demonio se alimentaba de sus almas y, por supuesto, hasta que vi ganar al primer jugador, que lo creí. 

  En Il casinò della vita las reglas son sencillas. Se apuesta todo. Omnia aut nihil. Sólo hay un ganador por mesa. Seis jugadores. El premio, cualquier cosa que desees. Cien millones de dólares, la mujer de tus sueños, la cura para alguna enfermedad. El demonio lo consigue para ti. Los otros cinco en cambio… Bueno, ¿quién juega esperando perder? 

  —Su turno —escucho el corte de cartucho y vuelvo a la realidad; a mi par de ochos rojos. 

  —Voy —respondo. Es lo único que puedo decir, es lo que dice también el anciano a mi izquierda y la mujer que sigue de él. Porque la otra opción, la de rendirse…y nos ha quedado claro que tampoco podemos correr. 

  Un par sujetos en traje recogen el cuerpo de la chica. Si son demonios o humanos al servicio de Mammón, lo ignoro. 

  —Última ronda —anuncia el crupier. Toma una carta, el tiempo se hace lento, pesado. Si la carta es mayor a nueve estoy perdido, lo mismo si es de color rojo. La única carta que me podría ayudar sería… ¡SÍ! Un ocho de tréboles. Casi se me sale un “Gracias a Dios”. 

  El hombre a la izquierda del crupier —un treintañero con gafas oscuras, quien había mostrado mucha seguridad durante toda la partida—, ahora muestra un rostro desencajado. 

  —Voy —se le corta la voz. 

 —Voy —dice el gordo a su izquierda. Su camisa azul rey está empapada de sudor. Usa una toallita a juego para limpiarse la frente. 

  Seguiría la chica de amarillo. Ver su lugar vacío me hace perder la poca confianza que gané. 

  —Voy —digo, quizá sean mis últimas palabras. 

  Los siguientes jugadores van también. 

  —Jugador número 1, descubra sus cartas. 

  El hombre se quita las gafas. Puedo ver que le falta un ojo. Respira hondo antes de descubrir sus cartas. Un as de picas y un nueve de tréboles. Par de ases. Respiro aliviado. 

 El gordo destapa sus cartas con una sonrisa tamborileándole el rostro. Reina de picas y dos de corazones. Otro estruendo. El hombre tuerto yace en el suelo, el crupier le ha disparado en la cabeza. 

  Descubro mis cartas rápido. Al ver mi póker de ochos, el gordo mira al crupier como suplicando misericordia. Recibe un disparo por la espalda. Uno de los hombres de traje acaba con su vida. 

  El anciano da vuelta a sus cartas con una lentitud que me hace temer por mi vida. Pero una vez las revela, el miedo es remplazado por lastima. Él nos contó, antes de empezar, que su hija tenía cáncer, nos suplicó que le dejásemos ganar. Aparté la mirada, justo como ahora. Quizá eso sintió mi padre al perder hace veinte años. No lo sé. Pero si esa chica tiene un hermano, el sentirá lo mismo que yo cuando Matilde murió y papá no regresó. 

  Sólo quedamos dos. La mujer de negro y yo. Será algún augurio que anuncie mi funeral. Descubre sus cartas. Sonríe. Reina de tréboles y de picas. 

  —Pokér de reinas —anuncia. 

  El crupier levanta el arma. Yo trago saliva. Dispara. La mujer cae al suelo. 

  —Tenemos un ganador —anuncia el crupier —preséntate ante nuestro señor Mammón para hacer tu petición. Mientras camino hacia el trono del demonio, comprendo lo que sucedió. Sonrío. 

  —¿Puedo pedir lo que quiera? 

  El demonio asiente con la cabeza. 

 —¡Qué cierres este maldito lugar!, ¡qué se hunda en el olvido!, ¡qué jamás vuelva a existir un sitio como este! 

  Siento todas las miradas en mí. Los jugadores de todas las mesas se han detenido. Esperando tal vez, que sea un chiste, o que el demonio se niegue. Pero Mammón luce molesto. Lanza un rugido que me deja sordo por unos momentos. Me llevo la mano a la oreja y descubro que sangra. Ambas. Una ola enorme viene hacía mí. Me golpea. Estoy bajo el mar. Arriba hay una luz. Nado hacia ella pero justo cuando voy a salir a tomar aire algo me detiene. Es mi padre. Me sujeta por la pierna. Debajo de él un hombre gordo, un tuerto, el maldito anciano, la chica de amarillo, un mar de cadáveres.