Esta semana tenemos el placer de presentaros, por fin, al prologuista de nuestra antología Gritos sucios: Alberto Ávila Salazar. Con una estimulante carrera literaria que ha sido catalogada de original e innovadora, Alberto se declara fan absoluto de Clive Barker y, en general, de la literatura de género. Su último libro: El diablo en casa, expediente Vallecas es el primer monográfico que se publica sobre el caso. Sin más os dejo con Alberto, para que le conozcáis un poco mejor.
1. ¿A qué edad te surgieron las inquietudes literarias y cuál fue la primera historia que escribiste?
Desde que tengo uso de razón. Era un niño introspectivo, de los que no ves montando en bicicleta, jugando al fútbol o liándose a pedradas. Siempre he tenido un libro en la mano y creo que siempre he deseado ser escritor; ha sido una vocación que bordea lo enfermizo. ¿Mi primera historia? No la conservo y ni siquiera la recuerdo, no hace mucho tiré a la basura mis trabajos de infancia y de juventud. No fue ningún drama, sino más bien una liberación.
2. ¿Siempre has sentido atracción por la literatura de género?
Siempre me ha gustado. Aunque lo cierto es que no exclusivamente, mi gama de intereses es muy amplia. Y esto por supuesto que ha incluido la ciencia ficción, el terror o la serie negra. Es normal que todas estas influencias se noten en mis libros.
3. ¿Piensas que géneros como el terror y la ciencia ficción están infravalorados dentro del panorama nacional?
Creo que lo están. Si bien no estoy seguro de cuál pueda ser la razón. Quizás se deba a que se publican demasiados títulos y a que fracasan los filtros editoriales; hay muchas novelas que no deberían llegar al lector, sinceramente; ni siquiera como autoedición. Sin embargo yo creo que el gran público no tiene problema alguno en consumir productos de terror o de ciencia ficción. Todavía es reciente el éxito de los cuentos de Mariana Enríquez en la editorial Anagrama o el de Sergi Puertas con Estabulario de la editorial Impedimenta.
4. Dentro de pocos meses verá la la luz la antología Gritos sucios, de Ediciones Vernacci. Una colección de relatos splatterpunk de la cual eres prologuista, ¿opinas que este género está lo suficientemente aceptado por el público o dirías que es un gran desconocido?
Creo que si saliéramos a la calle y preguntáramos a los viandantes qué es el splatterpunk, posiblemente nadie nos daría una respuesta que remotamente se aproximara a la correcta. Así que no hay más remedio que considerar que se trata de un género bastante desconocido. Por eso mismo me parece muy oportuno el libro. Se trata de un género procaz y desinhibido, que no pretende agradar. Ahí radica precisamente su interés.
5. ¿Qué autores splatterpunk destacarías por su calidad literaria?
No voy a ser demasiado original respondiéndote esta pregunta, creo que Clive Barker es el autor más señalado del movimiento. Sus Libros de sangre han contado recientemente con una muy buena reedición por parte de Valdemar. Más olvidada está Poppy Z. Brite, de la que la editorial La biblioteca de Carfax ha anunciado Trazos de sangre. Otra autora muy interesante, quizás no tan excesiva, es Kathe Koja, de la que no hace mucho las editoras de Carfax se han atrevido con Cero.
6. Recibiste el premio Arte joven de la comunidad de Madrid por su novela Todo lo que se ve (Lengua de trapo, 2006). Tu obra ha recibido críticas en las que se alude a su originalidad, ¿En qué te inspiraste a la hora de escribirla? Hablanos un poco de este proceso creativo.
Cuando salió no cabe duda que era francamente original. Se anticipa en varios meses a la generación nocilla, y su estructura es la de una novela construida a base de retazos. Una de las preguntas más difíciles que se le puede hacer a un autor es «¿en qué te inspiras?». Me gustaria ser una persona más espartana y estricta con mis lecturas e influencias; pero lo cierto es que tengo intereses muy dispares. Creo que profundizar en este tema requeriría un psicoanalista. Sí te puedo decir que En todo lo que se ve te puedes encontrar con una secta extraña, un artista que construye edificios en mitad de la nada, un primate sometido a un experimento cruel, filatelia bizarra, espiritismo... Entre muchas otras cosas.
7. No he podido evitar fijarme en tus inquietudes creativas, observo que tienes especial interés en lo experimental, te gusta conjuntar diferentes géneros en tus escritos. Tus novelas La mitad de un montruo y Lo que dicen los dioses parecen seguir este patrón. Háblanos de estas obras, ¿consideras que es posible innovar en papel o crees que es una tarea complicada?
La mitad de un monstruo se aproxima a la ciencia ficción, y Lo que dicen los dioses es una novela de fantasmas. Como verás son géneros donde parece que está todo dicho, pero creo que ambas historias demuestran que no es así. Cuando me tildan de experimental me suele dar un poco de miedo, porque suena a que hago novelas incomprensibles y dificílisimas; nada más lejos de la realidad. Mi apuesta gira hacia la innovación o hacia aproximaciones originales a géneros que parecen agotados por la simple razón de que, por respeto al lector, solamente me lanzo a publicar un texto cuando considero que verdaderamente tiene algo que aportar. Creo que este nivel de autocrítica es necesario y todos los escritores deberían practicarlo. Ahora, respondiendo a tu pregunta, por supuesto, que creo que es posible innovar, y que muchas veces, de manera paradójica, la mejor manera de hacerlo es no perdiendo de vista a los clásicos.
8. Tu último libro, El diablo en casa, expediente Vallecas es el primer monográfico sobre este caso tan mediático, ¿qué te llevó a iniciar esta investigación?
Conocía el caso, de hecho me documenté sobre él para escribir Lo que dicen los dioses. Por cuestiones personales, incluso había tenido contacto directo con uno de los implicados; sin embargo el libro me llega como un simple encargo por parte de la editorial. Un encargo que disfruté de verdad.
9. Una vez terminaste el libro, ¿Qué conclusión dirías que has sacado tras estudiar el caso?
El último capítulo se titula ¿Conclusiones?, así, entre signos de interrogación. Eso te deja muy claro hasta qué punto es complicado el asunto. Se trata de uno de los casos más importantes de nuestra historia paranormal, y se ha convertido en algo así como una leyenda. Quizás mi libro todavía capture parte de la realidad de lo que sucedió en aquella casa de Vallecas, pero lo más probable es que el caso Vallecas se vaya alejando cada más de los hechos que verdaderamente sucedieron. El ser humano es así, ama el misterio y se cree lo que le gusta o necesita creerse.
10. De todo lo que has escrito a lo largo de tu trayectoria literaria, ¿cuál consideras tu trabajo más personal? Hablanos de él.
Te podrá sonar raro lo que te voy a decir, pero considero todo lo que he publicado muy personal. Incluso un encargo como El diablo en casa, de manera que te tendría que contestar siguiendo un criterio de cariño personal. Incluso un trabajo considerado tan oscuro como el de traductor para mí es muy satisfactorio, disfruté enormemente trabajando Velocidades Malignas de Benjamin Noys. Lo cierto es que Todo lo que se ve es la novela que me abrió el camino. Pero también le tengo un afecto especial a Iluminada, de la que siempre digo que es una novela completamente realista de horror cósmico. Y no puedo dejar de citar, por lo que supuso como reto personal, La mitad de un monstruo, un libro en el que me enfrento nada menos que a Dante en clave de ciencia ficción. En fin, quizás si tuviera que quedarme con una obra de las mías, me quedaría con esta última. La verdad es que ha dado muchas satisfacciones.
11. Antes te preguntaba por autores splatterpunk y ahora voy a preguntarte a un nivel general. ¿Qué autor destacarías por encima de todos?
Pues ya te había contestado antes, creo que Clive Barker es el más relevante. Y no me importa explayarme con él. Creo que a sus relatos le han sentado muy bien el paso de los años y el mero hecho de que la editorial Valdemar le haya dedicado 2 tomos de su colección Gótica a sus Libros de sangre, te deja bastante claro que ha adquirido la condición de clásico. Barker ha demostrado que su obra no era de usar y tirar y que más allá de su efectismo macabro existía un discurso creativo que hay que tomarse en serio.
12. Si te preguntase por tu libro favorito, ¿cuál me dirías que es?
Me resulta completamente imposible contestarte. No puedo quedarme con un solo libro, ni siquiera con una lista de diez. Me admira que haya gente que tenga un único libro o película favorita y que la defiendan contra viento y marea a lo largo de los años. Mi personalidad es mucho más voluble. Voy a modificar, si no te importa, la pregunta y te voy a citar algunos libros de género que me parecen muy buenos: La noche de Francisco Tario, Cuentos de lo extraño de Robert Aickman y El alfabeto de fuego de Ben Marcus. Aickman y Tario son dos magníficos artesanos del relato, rescatados por la editorial Atalanta; y el libro de Marcus es una inquietante novela sobre una plaga lingüística que afecta a los niños. Como ensayo no puedo dejar de recomendar En el polvo de este planeta de Eugene Thacker, un delicioso libro de pensamiento sobre demonología, black metal y oscuridades varias.
13. Y ahora vamos a por la pregunta número 13, un número bonito. ¿Podrías hablarnos de tus futuros proyectos?
Pues tengo muchos en mente, algunos bastante avanzados. Estoy trabajando en una traducción para la editorial Materia Oscura, después de la buena experiencia con Velocidades malignas; llevo un par de meses trabajando en una novela (dando los primeros pasos, me queda mucho trabajo por delante) y la posibilidad de sacar otra novela en México. Prefiero no dar muchos datos, ya sabes, soy supersticioso...
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