Título original: Basado en Devilman de Gō Nagai
Nacionalidad: Japón
Año de producción: 2018
No conozco la obra de Gō Nagai, aunque tampoco solía considerarme una persona amiga de los animé. Por supuesto, tampoco había leído un manga en mi vida. Reconozco que Netflix ha sido el impulso que necesitaba para acercarme a este otro universo de ficción y conocer obras tan elementales como Death Note, Neo Tokyo, u otras más actuales como Attack on Titan. La cuestión es que un día me convencieron para que viese un remake que estrenó Netflix a principios de año; el título de la obra es Devilman: Crybaby, y es conocida por sus explícitas escenas de sexo, desnudos, romances, muertes gore, y por un estilo de animación que se zambulle de lleno en lo extravagante.
Nada más terminarlo, lo primero que hice fue investigar si el final del remake era igual al del manga, y, en efecto, lo son. Porque es de esos finales tan tristes que desgarran el corazoncito. Simplemente grotesco. Ahora mismo no dejo de hablar de otra cosa que no sea Devilman, no puedo abandonarla, conocer el mundo de Devilman y su historia ha sido un placer que sin Netflix ni me habría planteado probar.
La historia del remake se ambienta en la actualidad; de hecho hay una demoledora crítica a los medios de comunicación de la que hablaré más adelante. Comprendo lo espinoso que resulta tratar el tema de la fidelidad hacia la obra original, pero gracias a Dios, no haber leído el manga me ayudó a no establecer un canon inamovible, y a evitar decepciones. Sí, tengo que reconocer cierta dificultad para aceptar la “original” animación. No es el típico animé; de hecho, no recuerdo haber visto ningún animé con una animación parecida, y pasó un buen rato hasta que comencé a apreciar sus innegables aciertos.
Básicamente, la historia va del reencuentro de dos amigos íntimos. Ambos
comparten un nexo en común: salvar la humanidad. Ya desde el
principio, sorprende la personalidad de los personajes. Akira es una
persona débil, empática, pasional e inocente, mientras que Ryo es
astuto, calculador, hermético, hermoso e inteligente. Pero hay un respeto mutuo, e incluso a veces parece que su relación podría ir más allá de la amistad. Ryo le explica a Akira que el mundo está siendo invadido por demonios que se ocultan entre los humanos. Su plan consiste en tratar de invocar a los espíritus para convertir a su amigo Akira en el ser fuerte que necesitan para ganar la guerra contra los demonios. De este modo termina transformándose en Devilman, lo que cambiará para siempre su vida y la de sus allegados. En este punto, la historia presenta más o menos valores familiares intrínsecos a este tipo de series animadas: la amistad, la muerte de seres queridos, el amor, el compañerismo, la traición… Una sonata que suena más o menos familiar, si no fuera por el exceso de sexo, muerte, tragedia, drama y monstruos que veremos durante el trayecto.
Importante: Su increíble guión es de lo mejorcito, con una crítica tremendamente realista y despiadada al mundo de la televisión, y otra algo más positiva al mundo de las redes sociales. Lo que trata de decirnos Devilman es que actualmente los humanos carecemos de juicio crítico. Creemos que porque un señor doctorado en alguna ciencia, al que no conocemos de nada, asegura que la Tierra es plana, efectivamente lo es, sin cuestionarlo, mientras que algo publicado por nuestra mejor amiga en su cuenta de twitter es puesto en duda al instante.
Sobre la mitología de la obra no voy a comentar nada porque estaría soltando grandes spoliers, aunque sí puedo adelantar que deja pocas incógnitas sin despejar. La historia cierra de forma sublime, dejando un poso enigmático alrededor de varios hallazgos ¡SPOLIER! sobre nuestro universo, como la aceptación de la Teoría del Gran Impacto, por explicación divina ¡FIN DEL SPOILER! Detalles interesantes que suman puntos al cómputo final.
Creo que debéis verla. Ponedla en vuestra lista de prioridades; reconozco que su comienzo es algo dudoso, pero os garantizo que sus dos últimos episodios compensan con creces todo lo anterior.
Fdo: Redrum
No hay comentarios:
Publicar un comentario