viernes, 4 de mayo de 2018

Ponencia y presentación del libro de Gabriel Pombo: Jack el Destripador, la leyenda continúa






Nuestro colaborador Gabriel Pombo, sobradamente conocido en Caosfera y fuera de ella por ser un incansable investigador de la figura de Jack el Destripador, ofreció el pasado mes de abril una ponencia de lujo en la Casa de Cultura de Manises con motivo del 130 aniversario de los legendarios crímenes que tuvieron lugar en Whitechapel. Una gran charla analítica que hará las delicias, incluso, entre los más neófitos dentro del tema.






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2 comentarios:

  1. "El animal más peligroso. Un thriller victoriano" de Gabriel Antonio Pombo resulta, en mi opinión, una de las mejores novelas históricas de suspenso que leí.
    Es casi imposible interrumpir la lectura de esta obra cuando se ha leído la primera página. La cadencia opresiva de los párrafos iniciales seduce de inmediato: nada tiene de gratuito ni de inevitable y participa, pues, de lo trágico. Es la violencia fatal que se abate implacable, sobre unas indefensas y pobres mujeres. Una fuerza perversa y repugnante las atrae a un destino sórdido, en esta crónica de homicidios enmarcada en la Inglaterra de finales del siglo XIX.
    Se trata de una de las mayores novelas sobre crímenes de la era victoriana donde el autor, lejos de adornar personajes con descripciones, se remite a los hechos y no a los personajes. Así, con las escenas limpias, nos convertimos en fiscales, juzgando los acontecimientos con nuestros propios valores, generando una relación íntima y subjetiva con las circunstancias.
    Gabriel Pombo, abogado estudioso del fenómeno de los asesinos seriales y del caso de Jack el Destripador, sabe de qué está hablando; y en su experiencia previa como ensayista, sabe cómo desarrollar el tema, sirviéndose de la ficción histórica.

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  2. La escabrosa celebridad adquirida por el asesino serial Jack el Destripador se construyó a lo largo de un lapso inferior a las diez semanas. De hecho, desde el 31 de agosto de 1888 –óbito de la primera víctima canónica– pasando por la llamada Noche del doble acontecimiento y a lo largo de aquel octubre, donde sus matanzas representaron noticia de portada en los rotativos británicos, se consolidaría su reinado de terror. Esas escasas semanas fueron suficientes para que el mundo contara con un nuevo icono del miedo. Y, tras transcurrir un mes de octubre bajo una tensa calma precursora de tempestad, el pánico escalaría hasta sus cotas más elevadas. El 9 de noviembre de 1888 el desmembrador concretó la más espeluznante de sus malévolas hazañas cuando en el amanecer de ese día destrozó a Marie Jeanette Kelly, en el interior del lóbrego cuartucho que aquella atrayente cortesana rentaba en la pensión de Miller´s Court. Luego saldría para siempre de escena, esfumándose tan abruptamente cuán repentina había devenido su irrupción. Dejaría detrás de sí la sangrienta estela de un puñado de hechos acreditados y las semillas de una persistente leyenda que, de tanto prolongarse al cabo de los años, pareciera no alcanzar nunca su fin

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