Título original: Psychopaths
Director: Mickey Keating
Nacionalidad: EEUU
Intérpretes: Ashley Bell, Sam Zimmerman, Angela Trimbur
Año de producción: 2017
La psicopatía en la ficción está llena de estereotipos, etiquetas y falsos mitos que se dan por ciertos. Entiendo que la intención del prolífico Keating en esta cinta era la de homenajear a los asesinos que marcaron su amor por el cine de terror. Quizás por esto sea excesivamente crítico con lo que considero una confusa y poco acertada ensalada de tecnicismos, dentro de un tema peliagudo y lleno de controversia. ¿Es un individuo antisocial un enfermo? Keating parece dudar en la respuesta, pero ya os puedo garantizar yo que NO; una cosa es que tengas problemas emocionales que te impidan sentir empatía hacia tus semejantes y otra muy distinta que tengas un problema de salud mental. Por eso hay cosas de Psychopaths que detesto y otras que me gustaron.
· Nombre: Mask
· Arma favorita: su cuerpo.
· Odia: que le quiten su máscara.
· Afición: vestir maniquís
Con Mask (Sam Zimmerman) da comienzo la historia. Bueno, en realidad la historia empieza con las últimas palabras de Larry Fessenden, pero su aportación me pareció tan simbólica que no tiene sentido darle mayor protagonismo. La cuestión es que Mask es lo que yo llamo personalmente un asesino seta; vamos, una máquina de matar que bien podría estar interpretada por cualquier adicto a los gimnasios. De hecho, el actor principal de esta película ni siquiera es un actor.
Mask es el eslabón débil de la cadena y trata de aprovechar el éxito del remake de Maniac para ser alguien en el mundillo. No creo que sea su culpa, este tipo de psicópata siempre nos ha dado muchas alegrías: Viernes 13 parte 2, Cold Prey, See No Evil, Halloween… (todos slashers. ¡Qué casualidad!) Lástima que no tenga suficiente personalidad para enamorar. No hay historia, no hay iconografía suficiente detrás de Mask para enganchar.
Director: Mickey Keating
Nacionalidad: EEUU
Intérpretes: Ashley Bell, Sam Zimmerman, Angela Trimbur
Año de producción: 2017
La psicopatía en la ficción está llena de estereotipos, etiquetas y falsos mitos que se dan por ciertos. Entiendo que la intención del prolífico Keating en esta cinta era la de homenajear a los asesinos que marcaron su amor por el cine de terror. Quizás por esto sea excesivamente crítico con lo que considero una confusa y poco acertada ensalada de tecnicismos, dentro de un tema peliagudo y lleno de controversia. ¿Es un individuo antisocial un enfermo? Keating parece dudar en la respuesta, pero ya os puedo garantizar yo que NO; una cosa es que tengas problemas emocionales que te impidan sentir empatía hacia tus semejantes y otra muy distinta que tengas un problema de salud mental. Por eso hay cosas de Psychopaths que detesto y otras que me gustaron.
· Nombre: Mask
· Arma favorita: su cuerpo.
· Odia: que le quiten su máscara.
· Afición: vestir maniquís
Con Mask (Sam Zimmerman) da comienzo la historia. Bueno, en realidad la historia empieza con las últimas palabras de Larry Fessenden, pero su aportación me pareció tan simbólica que no tiene sentido darle mayor protagonismo. La cuestión es que Mask es lo que yo llamo personalmente un asesino seta; vamos, una máquina de matar que bien podría estar interpretada por cualquier adicto a los gimnasios. De hecho, el actor principal de esta película ni siquiera es un actor.
Mask es el eslabón débil de la cadena y trata de aprovechar el éxito del remake de Maniac para ser alguien en el mundillo. No creo que sea su culpa, este tipo de psicópata siempre nos ha dado muchas alegrías: Viernes 13 parte 2, Cold Prey, See No Evil, Halloween… (todos slashers. ¡Qué casualidad!) Lástima que no tenga suficiente personalidad para enamorar. No hay historia, no hay iconografía suficiente detrás de Mask para enganchar.
Mask, una máquina de matar sin personalidad |
· Nombre: El estrangulador
· Arma favorita: sus manos
· Odia: el mal sexo
· Afición: farlopa
El Estrangulador (James Landry Hebert) es un personaje que me gustó, y que trae a colación grandes películas de género no tan emblemáticas como Halloween pero sí de una calidad abrumadora, como El estrangulador de Boston, Frenesí, El fotógrafo del pánico… todas ellas grandísimas películas con depravados sexuales como foco de atención. Misóginos. Lástima que se introdujeran elementos algo confusos como la cocaína para justificar la existencia de semejantes engendros sociales.
James Landry Hébert es el Estrangulador |
· Nombre: Alice
· Arma favorita: cuchillo de cocina
· Odia: no recibir aplausos
· Afición: actuar
Lo de Alice es directamente alucinante. A mí personalmente me llegó a dar pena porque en el fondo no es un psicópata. Este personaje es una auténtica bocanada de aire fresco dentro de la película; la interpretación de Ashley Bell como pirada resulta divertida y atrapa. Me gustó el ramalazo a lo Baby Firefly en House of 1000 corpses (no habría estado mal que Keating hubiese usado esta película como referente directo, ya que plasma mucho mejor ciertos elementos de la psicopatía que Psychopaths) aunque Alice está realmente como una cabra y banaliza por completo el concepto «antisocial»; ¿se puede ser un psicópata y estar como una cabra al mismo tiempo? Pues a lo mejor sí, pero esta parte de la historia se le fue de las manos a su creador, obseso con repetir la fórmula surrealista que encumbro a su célebre Darling. Como apunte decir que me recordó mucho a Black Christmas en cuanto a ambientación.
· Arma favorita: cuchillo de cocina
· Odia: no recibir aplausos
· Afición: actuar
Lo de Alice es directamente alucinante. A mí personalmente me llegó a dar pena porque en el fondo no es un psicópata. Este personaje es una auténtica bocanada de aire fresco dentro de la película; la interpretación de Ashley Bell como pirada resulta divertida y atrapa. Me gustó el ramalazo a lo Baby Firefly en House of 1000 corpses (no habría estado mal que Keating hubiese usado esta película como referente directo, ya que plasma mucho mejor ciertos elementos de la psicopatía que Psychopaths) aunque Alice está realmente como una cabra y banaliza por completo el concepto «antisocial»; ¿se puede ser un psicópata y estar como una cabra al mismo tiempo? Pues a lo mejor sí, pero esta parte de la historia se le fue de las manos a su creador, obseso con repetir la fórmula surrealista que encumbro a su célebre Darling. Como apunte decir que me recordó mucho a Black Christmas en cuanto a ambientación.
Ashley Bell es Alice, ¿una pirada de manual? |
· Nombre: Blondie
· Arma favorita: agujas
· Odia: los hombres
· Afición: torturar
Si Alice era el personaje más circense de la historia, Blondie es el mejor escrito e interpretado. Una psicópata muy capaz, que además podría ser real. Se adapta muy bien a la definición de psicópata. Un ente astuto, depravado, inteligente, con un poder de atracción sin igual. Angela Trimbur está fantástica (la recordaréis de The Final Girls). Lástima (otra vez) que el resto de la película no esté a la altura. Blondie tiene ese componente surrealista del estilo de Audition (Takashi Miike – 1999), lo que se agradece.
· Arma favorita: agujas
· Odia: los hombres
· Afición: torturar
Si Alice era el personaje más circense de la historia, Blondie es el mejor escrito e interpretado. Una psicópata muy capaz, que además podría ser real. Se adapta muy bien a la definición de psicópata. Un ente astuto, depravado, inteligente, con un poder de atracción sin igual. Angela Trimbur está fantástica (la recordaréis de The Final Girls). Lástima (otra vez) que el resto de la película no esté a la altura. Blondie tiene ese componente surrealista del estilo de Audition (Takashi Miike – 1999), lo que se agradece.
Angela Trimbur interpreta a Blondie, el único personaje con visos
de realidad en este desaguisado psiquiátrico
|
Para concluir, aclarar que un psicópata es una persona sin ningún tipo de límite moral, capaz de utilizar a sus semejantes del modo que crea conveniente para conseguir sus propios fines egoístas, sin sentir por ello el menor remordimiento. Psychopaths parte de una buena idea y tiene la voluntad de ir más allá, pero su visión efectista, raquítica y poco respetuosa con el asunto que aborda, está muy por debajo de las aportaciones realizadas anteriormente por Rob Zombie, que sí lograron reflejar con más acierto los matices de este trastorno de la personalidad.
Nada recomendable.
Un 4 de 10.
Lo mejor:
· Ashley Bell y Angela Trimbur se marcan dos actuaciones muy dignas.
Lo peor:
· Keating la vuelve a cagar igual que con Pod. La idea tiene mucho potencial. Sin embargo Keating es mucha forma y poco contenido L.
· El guion es basura.
· El rollo surrealista sobra. Si haces una película de psicópatas, no tiene ningún sentido que metas sujetos con problemas de salud mental, alucinaciones, adictos al crack… NO. Por aquí no paso.
· Hay un error de concepto importante.
· Aburre.
· Es la copia de la copia del original. Vamos, el anticristo de la originalidad.
Nada recomendable.
Un 4 de 10.
Lo mejor:
· Ashley Bell y Angela Trimbur se marcan dos actuaciones muy dignas.
Lo peor:
· Keating la vuelve a cagar igual que con Pod. La idea tiene mucho potencial. Sin embargo Keating es mucha forma y poco contenido L.
· El guion es basura.
· El rollo surrealista sobra. Si haces una película de psicópatas, no tiene ningún sentido que metas sujetos con problemas de salud mental, alucinaciones, adictos al crack… NO. Por aquí no paso.
· Hay un error de concepto importante.
· Aburre.
· Es la copia de la copia del original. Vamos, el anticristo de la originalidad.
Pero Caosfera no puede abandonar un tema tan interesante como el de la psicopatía (en especial su vertiente de los asesinos en serie) sin mencionar a uno de los serial más interesantes de la historia. La trayectoria y personalidad de Jeffrey Dahmer, el tristemente célebre Carnicero de Milwaukee, han sido abordadas recientemente en un podcast del espacio En la Boca del Cinéfago, así como en una breve entrevista realizada a uno de nuestros más queridos colaboradores, el Dr. Gabriel Antonio Pombo, escritor, abogado y un gran estudioso del fenómeno de los asesinos en serie.
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