viernes, 24 de noviembre de 2017

The transfiguration







Título original: The transfiguration 


Nacionalidad: USA | Año: 2016 

Director: Michael O'Shea 

Guion: Michael O'Shea 

Intérpretes: Eric Ruffin, Chloe Levine, Jelly Bean 


Desde mi punto de vista, una de las peores cosas que puede pasarle a una película es dejarme con esa dichosa sensación de no haber visto nada nuevo. Porque, aunque siempre intento buscar la singularidad, por dificultosa que sea esta búsqueda, existen ocasiones en las que cualquier esfuerzo resulta inútil. Con “The transfiguration” me sucede esto; es una buena película, y tiene el encanto de ¡ser un debut! lleno de talento visual, pero tiene una historia que aburre.




  Soy un gran defensor del ritmo lento, y esta película lo tiene, es de esas que se cuecen a fuego lento, pero la sensación de déjà vu en las producciones que tocan el género vampírico empieza a aburrirme, disyuntivas dramáticas recicladas hasta la nausea: el existencialismo del monstruo y la cuestionable moralidad que subyace en el asesinato pro supervivencia. Por supuesto, las respuestas a estas preguntas de siempre no son más originales que las expuestas por títulos como: “Somos la noche”, “Bizantium”, “Kiss of dammed”, “Daybreakers”, “Déjame entrar”, “Only lovers left alive”, “Entrevista con el vampiro”, etc. La necesidad de ver algo realmente nuevo es cada vez más necesaria.


  The transfiguration nos habla de Milo, un personaje extraordinariamente interpretado por Eric Ruffin, aunque, como ya he dicho, su forma de ser y entender el mundo sea idéntica a la de otros muchos vampiros conocidos por todos (señalo aquí una especial semejanza con la historia de Eleanor, protagonista de Byzantium). La escasa originalidad resta muchos puntos a la producción desde sus primeros minutos, convirtiéndola en una suerte de “juguemos a en qué película he visto antes esa escena”. La relación de los niños y el drama social provienen claramente de “Déjame entrar”, mientras que el meta cine nos recordará a “Vampires” o a “What we do in the shadows”. Estamos, sin duda, ante una película anafórica y sin vida.




  Sin embargo, el apartado visual es portentoso. Y a pesar de las carencias señaladas, las labores de Eric Ruffin interpretando a Milo y de Chole Levine como Sophie son lo suficientemente buenas como para que la película goce de cierta naturalidad. Seguramente, sobre todo gracias a su apartado técnico e interpretativo, esta película acabe encontrando su público, pero tendrá que buscar entre principiantes o espectadores ocasionales. Pero por lo que a mí respecta… Bueno, tanto tú como yo sabemos que no me ha gustado. Prefiero ver algo peor hecho pero con más narices a la hora de contar una historia.


  A favor: 
-Es capaz de recrear un suburbio social, bastante natural y creíble 
-La relación de los protagonista resulta sólida 
-Destaca por su realismo, de hecho no hay diferencia entre un humano y un vampiro, a excepción de la fuente nutritiva 


  En contra:
-Excesiva carga dramática sin sentido 
-No hay explicación de los origines del vampirismo 
-Nula originalidad 
-Ritmo excesivamente lento, para lo poco que aporta



4/10

Fdo: Redrum




 

5 comentarios:

  1. Hay alguna buena película de vampiros ?

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  2. lilyespinoza.- en mi opinión: incontables: El ansia, Somos la noche, déjame entrar, Jovenes ocultos, Noche de miedo, Abierto hasta el amencer, Thrist... Ahora de este año, yo te recomiendo muchísimo una perlita titulada Aaron's Blood. Muy disfrutable. The transfiguration yo la encontre muy densa y con poca personalidad, no te la aconsejo para nada.

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  3. Por cierto, en breves tendremos Aaron's blood por cortesía de Redrum!!

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  4. Hay piezas que además de cine de vampiros son buen cine. En el artículo se mencionan algunas, pero añadiría Los viajeros de la noche de Kathryn Bigelow, los Nosferatu (y digo "los", porque el remake de Werner Herzong es una verdadera obra de arte) y no dejes pasar otro clásico, Vampyr: la bruja vampiro, de Carl Dreyer, un espectáculo hipnótico y apasionante.

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  5. Por desgracia The transfiguration es más de lo mismo, sin nada nuevo y sin inspiración. Es evidente que el subgénero vampírico está pasando un bache muy profundo, porque copia, homenajea y hace remakes, pero los espectadores nos quedamos con ese déjà vu que bien mencionas. En fin, esperemos que la cosa remonte en futuros proyectos cinematográficos.

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