¡Viernes de entrevista! Siempre es un placer presentaros nuevos talentos, y en esta ocasión os traemos uno especial. Se trata de Rebeca Tabales, premio La estación azul de Radio 3 en el año 2001 y Ateneo joven de Sevilla en el año 2008. Muchas gracias, Rebeca, por tu amabilidad, tu humildad y por permitr que te conozcamos un poquito mejor.
1. ¿A qué edad se desató por vez primera tu capacidad creativa?
Era muy pequeña, todavía no sabía leer ni escribir. Creaba ficción con dibujos, una especie de cómic sin diálogos. Otra cosa que hacía era usar juegos de cartas. Las barajaba, las iba echando al azar e inventaba historias con lo que salía.
2. ¿Recuerdas que sentiste la primera vez que tuviste una pluma entre tus manos?
No puedo recordar la primera vez.
3. Cuéntame, ¿cuál fue la primera historia que se gestó en tu cabeza?
Aparte de esas historietas muy sencillas que dibujaba, lo primero que recuerdo haber escrito con cierta conciencia literaria fue un sueño que tuve con ocho años. Yo tenía muchas pesadillas, y descubrí que de esa forma podía convertirlas en algo valioso. Utilicé una de aquellas hojas de olor con colores pastel que las niñas solían intercambiar entonces, y recuerdo que la historia empezaba: “No creas que lo que te voy a contar tiene nada que ver con este papel tan bonito.” Me hace mucha gracia recordarlo.
4. ¿Influyó en tu decisión algún autor o título en particular?
Han influido muchos a lo largo de mi vida. Mis lecturas hasta bien entrada la adolescencia fueron cuentos de tradición oral recopilados por los románticos (lo típico de los Grimm, Afanasiev, Bécquer) y sagas nórdicas y celtas. También leí la Biblia bastante pronto. Creo que lo que marcó la diferencia y me lanzó a la literatura contemporánea fue la revelación absoluta que supuso para mí el Peer Gynt de Ibsen, que está como a caballo entre sus primeras obras fantásticas y filosóficas y lo que haría después, tipo Casa de muñecas. Yo seguí ese mismo camino y empecé a leer cosas literariamente más sofisticadas, como a los realistas franceses y españoles, por ejemplo. Por la misma vía que me llevó a Peer Gynt, llegué también a Hoffmann y a Poe.
5. Y ya que estamos, ¿tienes actualmente algún autor o libro que consideres fetiche?
Siempre digo que Borges, porque es el único autor que conozco que fue absolutamente generoso. Hablaba de todo lo que leía y relacionaba los autores, las literaturas, con esa especie de ramificación por la que se va pasando de unas ficciones a otras. Me siento muy identificada con esa forma de explorar y esa necesidad de enseñar a otros los tesoros que descubres. Además es el único autor al que he leído hablar de Peer Gynt con el mismo entusiasmo que a mí me produjo.
6. ¿De entre todos los géneros literarios que existe, cuál piensas que reviste mayor complejidad?
El cuento, sin duda. Aunque ahora mismo estoy muy enamorada del teatro y escribirlo bien también me parece un reto enorme.
7. ¿En cuál te sientes más cómoda?
Poesía. La novela es lo que más he escrito, pero sigo sin estar del todo cómoda en ella. En la poesía puedes bajar absolutamente las defensas y perderte.
8. Y a la hora de elegir una lectura, ¿por cuál de ellos te decantas?
Leo de todo, pero creo que lo que más me gusta es el cuento.
9. En el año 2001 quedaste finalista del premio La estación azul, de Radio 3 con Llanto por El descenso de J.J. Puedo imaginar la emoción que sentiste al enterarte de tamaña noticia. ¿Qué consejo les darías a todos los autores que luchan por tener un estatus en el mundo literario?
No puedo dar consejos, porque nuca he tenido un plan. Más bien puedo hacer una reflexión. Primero hay que ser humilde, observar y escuchar, recolectar información e impresiones. Luego debes volver al trabajo, y entonces convertirte en un ser soberbio que desprecia lo que le han enseñado. No dejes que ninguna orientación te desvíe. No hay guías. Tu camino no lo han caminado antes ni lo recorrerá nadie después de ti. Y si algo puede resultarte útil se infiltrará solo. Eres un árbol, no necesitas pensar lo que es agua y lo que es luz, solo necesitas que haya agua y que haya luz.
10. Fuiste también premio Ateneo Joven de Sevilla en el año 2008 por tu obra Eres bella y brutal. Háblanos sobre la génesis de este proyecto.
Empecé a pensar en ella con 16 ó 17 años, y empecé a escribirla con 25. Yo ya había escrito una novela, de género fantástico, que no se publicó, y poesía. En Eres bella y brutal por primera vez se fundieron mi necesidad de contar una historia y la de expresar emociones. La protagonista es una niña de trece años muy muy friqui, y la usé para reflexionar sobre el despertar de muchos conflictos que yo había sentido durante la adolescencia. Todavía hoy no he conseguido crear un personaje que conecte con la gente tan bien como aquella niña, con su miedo a los demás y a sí misma. Me siguen escribiendo lectores sobre ella y a veces alguien cita una frase en Twitter, en su blog o por ahí. Fue muy grande todo aquello.
11. Tu novela Seis hermanas. Los años de la inocencia, vio la luz en el año 2015 por obra y gracia de la editorial Planeta. Pero no solo eso, sino que fue emitida en la 1 de Televisión Española. En mi opinión, los guiones no están siempre a la altura de las obras literarias que los inspiran, ¿crees que el papel brinda más ventajas que cualquier secuencia?
En este caso fue al revés, la serie ya estaba hecha y yo tuve que novelarla. Me pidieron que contase la historia de los padres de las protagonistas de la serie, que escribiera la precuela, digamos. Es uno de estos trabajos que a veces un escritor tiene que hacer, usar la materia prima de otro. De todas formas estoy contenta con el resultado. He leído tanto del siglo XIX que casi me sale solo.
12. Tu novela actual se titula Sangre de mi sangre, editada por Ediciones B. Dale a los lectores uno o varios motivos por los que deberían leerte.
Es una novela contradictoria. La protagonista quiere resolver un misterio, pero es un misterio que solo ella ve. Ha sido la historia que más me ha costado escribir, pero la que tiene un estilo más directo y sencillo. La han ubicado en género negro, thriller psicológico; un editor inglés dijo que era un argumento de horror puro con un tratamiento policiaco superficial. El caso es que mis novelas hablan de la gente, y la gente suele ser contradictoria. Gente perdida, que explora la oscuridad. Si lo que más te interesa de una novela es la peripecia, es posible que te decepcione. Si quieres personajes que puedas sentir que realmente viven y respiran, ese es mi fuerte.
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